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Canal 13 apela a la «guerra de los sexos» en su nueva teleserie

Autor: admin_copesa / 10 marzo, 2013

Llegan puntuales y casi juntos a la cita en el hotel Aubrey de Bellavista. Se saludan con familiaridad y empiezan a ponerse al día de las novedades de cada cual. Es que las grabaciones de Las Vegas, la nueva teleserie nocturna de Canal 13, terminaron hace meses y, por eso, dejaron de verse “todo el día, todos los días”, como describe Francisca Imboden, la matriarca de la familia que le da nombre a la telenovela.

 

La historia que debuta a fin de mes se centra en una madre y sus tres hijas, que tras la muerte del marido quedan en la ruina. Y para salir del aprieto recurren a la única herencia que conservaron: un bar que convierten en un club nocturno con vedettos. Los cuatro bailarines principales son interpretados por Mario Horton, Cristián Arriagada, Cristián Campos y Alvaro Gómez.

 

Por su temática, la telenovela da una vuelta de tuerca a varios de los estereotipos del género, principalmente poniendo a los hombres en el papel del objeto del deseo y a las mujeres como las jefas. Una especie de “guerra de los sexos” con los lugares cambiados. Y los dos bandos que se crean en la trama, también se reflejaron fuera de pantalla.

 

“Eramos insoportables. El club de Lulú y el club de Toby. Era divertido, porque armamos unas cofradías súper potentes y hasta el día de hoy nos juntamos”, cuenta Imboden, añadiendo que “son temas personales los que se tocan en la teleserie, es bien vida real, entonces se nos topaba con nuestra vida y terminamos siendo sicólogos de todos. Fue muy simbiótico. E inevitablemente se traslucía en la grabación todo lo que pasaba con este bloque de acá y este bloque de allá. Nunca confrontados, pero siempre separados”.

 

Sobre el cambio de roles, Mario Horton opina en La Tercera -lea aquí la nota completa-: “En Chile, históricamente, el objeto del deseo, el objeto al que se le pone el erotismo ha sido la mujer. Entonces, a ellas les ha tocado bailar, hacer striptease, hacer de bailarinas, les toca mostrar las pechugas en la tele, les toca seducir, erotizar y sexualizarse en sus personajes. Y los hombres siempre hemos estado bien blindados con respecto a eso. Y esta teleserie hace un giro interesante ahí, que tiene que ver con cambiar ese paradigma, darlo vuelta y poner al cuerpo del hombre como un objeto de deseo, de erotismo”.