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El horroroso crimen del cantante que estuvo en Rojo

Autor: admin_copesa / 30 noviembre, 2013

La esperanza nunca abandonó a Luis Antonio Reyes, un cantante que estuvo en el infierno, con breves momentos de gloria en el estelar de los años 90 Sal y Pimienta; en el programa de talentos de TVN Rojo, Fama Contra Fama, e incluso en la Quinta Vergara, entre otros escenarios. Los sueños se fueron apagando para este hombre de buena voz que vivía como indigente, en una cueva en las cercanías del río Mapocho, y cuyo cuerpo fue encontrado ayer, calcinado en la ladera sur del cerro San Cristóbal.

 

Según la crónica del diario La Cuarta, el hallazgo se produjo luego de una llamada anónima que recibió Carabineros cerca del mediodía. Tras las diligencias, se identificó el cuerpo. Reyes fue asesinado por dos compañeros de carrete en medio de una juerga con mucho alcohol. Le destrozaron el cráneo con un palo y luego lo quemaron para que no hubiese rastros. Los supuestos homicidas fueron descubiertos por la PDI al mostrar evidentes contradicciones en su relato.

 

El subprefecto Víctor Arriagada, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, asegura que “se logró establecer fehacientemente su participación como autores del hecho”. Además, indicó que el cuerpo de Reyes “tiene una calcinación parcial. Principalmente tiene quemaduras en la región superior hechas con la intención de ocultar el cuerpo”.

 

Luis Reyes se escapó de su hogar, en Talca, a los siete años. Se ganaba la vida cuidando autos y recolectando cartones. Pero su gran pasión era cantar. El fiscal del caso, José Antonio Villalobos, contó que “efectivamente es una persona que aparecía en televisión. Cantaba, era un cantante, pero prefería vivir en este sector”.

 

Reyes tenía talento y logró llegar a la televisión. El productor periodístico Roberto Apud cuenta que “lo conocí en un reportaje para el programa Sal y Pimienta (que realizaba Megavisión). Antes del Festival de Viña de 1995 se puso a cantar en el escenario para entusiasmar al público. Bailar Pegados (de Sergio Dalma) es la única canción que se sabía. Vodanovic le entregó de premio una Antorcha”.

 

“Era un cabro que después lo llevamos a Rojo. Le regalamos un triciclo y lo vendió, pero era su vida…”, agrega Apud. “Alucinaba con la música, le encantaba cantar. Era el único lugar donde él tenía a la gente a sus pies. Lo aplaudían y era feliz”, concluye.

 

Luis Reyes también trabajó un par de años con Los Atletas de la Risa y aparece en el video de 1992, Volver al Paseo Ahumada 2. “Nosotros lo hacíamos cantar. Una de las mejores rutinas que hicimos fue con él. Luchito cantaba la canción de Manuel Mijares, Bella, y le salía re buena, le ponía harto empeño y cuando cantaba la parte rápida lo tirábamos para abajo y eso fue un exitazo”, recuerda Patricio Mejías, integrante del grupo humorístico, sobre el malogrado hombre que tenía Twitter. El último mensaje que escribió en la red social fue: “En vez de preocuparse del Chispa preocupemos de lo que pasa en nuestro país como la gente de la calle y de los campamentos”.