Carola de Moras reconoce: «No hay animadora del Festival de Viña que no haya sido criticada»
Carolina De Moras ya tiene un par de cosas aseguradas para animar el próximo Festival de Viña: El look y el total apoyo de Rafael Araneda. La modelo apareció en su debut en la Ciudad Jardín con una pollera con estampado de enormes flores y un top blanco muy simple. Regia, para la conferencia de prensa que se realizó sobre el certamen. Allí habló con glamorama.latercera.com sobre sus seguridades y temores para enfrentar el mayor desafío que existe en Chile para un animador.
¿A qué se debe su buen feeling con Rafael Araneda?
“Nos conocemos hace rato. Más que colegas, nos hemos conocido como personas, como amigos, no como dos animadores que trabajan dentro de un canal. Hemos tenido la oportunidad de estar muchas veces juntos y tenemos amigos en común, hacemos deportes juntos. El Rafa juega mejor tenis que yo, pero igual trato de hacer la pelea… Siempre estamos topándonos y tirando la talla, siempre descubriéndonos más”.
¿Está preparada para las críticas durante el Festival?
“Las criticas van a existir siempre. No hay animador o animadora que se haya subido al escenario de la Quinta Vergara y no haya sido criticado, que no haya estado expuesto a las críticas antes, durante y después del certamen.
“Sólo hay que aprender y agachar el moño con mucha humildad y decir ‘pucha, esta crítica tiene razón y es constructiva’. Uno debe pescar, asumirlas e integrarlas en uno”.
¿Le molestaría que la compararan con Eva Gómez?
“Nunca ha existido comparación, ni en la animación, ni en la forma, con Eva Gómez, porque somos mujeres súper diferentes. Todas las animadoras que han estado en el escenario del Festival de Viña son mujeres que tienen diferente estructuras, empatía con el público, diferentes formalidades y profesiones. Siento que no hay una comparación, y es primera vez que me lo plantean”.
¿Cree que fue traumático el cambio de animadora?
“No. Eva Gómez renunció un día, después hubo todo un trabajo, no solamente por parte de Chilevisión, sino también del Festival de Viña, para decidir quién iba a ser la nueva conductora, y yo no tenía ni pito que tocar. A mí me llamaron para reunirnos y me preguntaron si es que estaba dispuesta, si es que tenía ganas y si estaba contenta. Para mí fue inmediatamente que sí. Feliz, feliz y feliz. No fue ni traumático, ni difícil para nadie”.
¿Está nerviosa, ansiosa?
“¡Claro que estoy nerviosa! Con ansiedad. Y tengo claro que me voy a poner súper nerviosa cuando me digan que faltan cinco minutos para subirse a la Quinta Vergara, y uno ya está lista, con su vestidito, con su maquillaje… Va a ser así, y yo no voy a salir tiesa, porque no puedo mostrar que estoy nerviosa.
“También voy a estar súper contenta cuando tenga que presentar a La Ley, a Laura Pausini, Rod Stewart o a Gepe, que me encanta. Uno tiene que conectarse con lo que siente”.
¿Cómo se ha preparado?
“La Quinta Vergara es un recinto gigantesco. Primero fue como en realidad virtual, casi un simulador de lo que podría llegar a ser el Festival, a una escala mínima en comparación con lo que va a suceder en febrero, pero fue súper heavy.
“Me pasaron el micrófono, me pusieron un montón de luces, un montón de ruido y no escuchaba ninguna de las instrucciones que me daban, hasta que empezamos a acomodarnos (con Rafael Araneda), en cuanto a iluminación y sonido.
“Los focos son súper potentes, para poder resaltar al artista que está en el escenario, y uno tiene que aclimatarse a ese brillo y a esa luz incandescente. En ese sentido, te baja el cuco y el susto… Pero resultó bien, porque es un equipo que ya tiene experiencia, es su cuarto año haciendo el Festival y saben cómo funciona”.
