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Kike Morandé: «Que Cecilia Bolocco era una quitamaridos es falso. Yo la perseguí»

Autor: admin_copesa / 14 febrero, 2015

Una de las más grandes historias de amor de la televisión chilena fue la de Cecilia Bolocco y Kike Morandé. Fue un romance clandestino que duró tres años y que terminó durante el invierno de 1998, con el animador con el corazón destrozado.

 

Por estos días la escandalosa relación revivió debido a la publicación de un libro de editorial Planeta y a los dichos de Mey Santamaría, ex modelo del programa Morandé con Compañía, quien inició una gran polémica al declarar que «Kike Morandé alimenta el mito de que se ha costado con todas» –MIRE AQUI TODOS LOS DICHOS DE MEY-.

 

En 1995 la ex Miss Universo regresó a Chile destrozada -«enferma», como declaró ella- tras cinco años en Estados Unidos y el fracaso de su matrimonio con el productor norteamericano Michael Young. La ex reina de belleza volvió a la casa de sus padres y comenzó a trabajar en Viva el Lunes, junto a Alvaro Salas y Morandé, que estaba casado, con tres hijos.

 

Kike se enamoró de inmediato. Y a pesar de las negativas de la ex reina de belleza, insistió. Incluso se fue de su casa -aunque nunca se separó legalmente- para que Bolocco lo aceptara. «El estaba casado cuando empezamos a trabajar juntos, y te diría que él desde el primer día empezó a catetearme. Sí. ¡Mucho, mucho, mucho! Yo le dije: ‘Es que no hay ninguna posibilidad, un hombre casado, entiendemé, ninguna posibilidad’. Y se separó», relató la diva en Mentiras Verdaderas –VEA ACA LA ENTREVISTA COMPLETA-.

 

Es la misma versión que entregó Morandé cuando, a comienzos de la década pasada, tuvo la idea de escribir una autobiografía que sería lanzada en 2002. Para eso contactó al periodista Mauricio Palazzo -quien trabajó en el diario Las Ultimas Noticias-. Se realizó una media docena de largas entrevistas entre el reportero y el animador. Luego, el conductor de Mega canceló el proyecto, pero Palazzo guardó las grabaciones.

 

En 2007 Palazzo planeó publicar el relato de Morandé en un volumen donde contaría sus andanzas como periodista farandulero, proyecto que tampoco se concretó. Sin embargo, el 16 de septiembre de ese año desclasificó a través del diario La Tercera el relato que Kike le hizo sobre el romance con Cecilia Bolocco, y que ahora glamorama.latercera.com reproduce:

 

«Después de todo Cecilia Bolocco era una Miss Universo. No todos los días podís andar con una, ¿o sí? A mí me tenía loco, o sino no me explico todas las gueás que hice. Pero no me arrepiento de nada. Además, ¿qué saco con arrepentirme?».

 

«Insisto, todos esos reportajes que decían que la Bolocco era una quitamaridos son falsos. Yo la excluyo total y absolutamente de culpa, porque fui yo el cargoso. Yo me hice el macho, tengo que apechugar. Aunque la tentación era mayor, para qué vamos a andar con cosas. Una mujer dije, chora, totalmente distinta al resto».

 

«Ahora, si la hubiese conocido soltero no me habría casado con ella. Porque no éramos precisamente el uno para el otro. Yo la perseguí, la busqué, e incluso, tras varias negativas de ella, seguí insistiendo. Así fue».

 

«El tiempo en que estuve separado es un tiempo que, de manera medio sinvergüenza, tengo borrado de mi vida. No tengo recuerdos mayores. Uno no puede ser maricón en la manera de hablar, porque no fue una etapa mala… Pero fue una etapa que como que no me correspondía. Es un punto negro grande que tengo en mi vida».

 

«¿Por qué me pasó? Tiene que haber habido algo, debo haber estado más sensible a cosas a las que no estaba acostumbrado y que por algo me pasaron. Yo no sé si la fama me obnubiló o se me cruzó una persona de esas que se aparecen en sueños. Lo que sé es que me pilló con el ancla no muy agarrada en las piedras».

 

«La decisión de separarme fue durísima e injusta… Al tomar esta decisión debo haber estado absolutamente obnubilado… No estoy hablando mal de esta otra persona (Bolocco), ni mucho menos. Ella no tuvo ninguna culpa, ni vino a romper un matrimonio. Aquí asumo yo».

 

«Yo fui el que buscó y el que consiguió. Nadie vino a tentarme. Y le eché para adelante no más. Pero pasada la etapa de la inconsciencia, me pregunté ‘¿qué es esto?’. Empecé a darme cuenta que todos estaban a otro lado sufriendo mientras yo estaba chocho».