2132806.jpg

Caniulef se quebró en pantalla

Autor: admin_copesa / 12 junio, 2015

Andrés Caniulef, el hombre duro de SQP, terminó emocionado y tratando de disimular las lágrimas. Igual que El Flaco de los Dinamita Show. Ambos fueron testigos de una historia de amor y sacrificio de esas que cada cierto tiempo brinda algún programa de televisión. Esta vez fue en La Fiesta de Chile –MIRE AQUÍ EL VIDEO. VAYA AL MINUTO 45-.

 

El estelar de Chilevisión le dio un paréntesis a las coreografías alocadas y Rafa Araneda comenzó un diálogo con Regina, quien participaba bailando junto a su joven hijo, Pancho. La conversación partió chispeante para luego pasar a un testimonio ejemplar que dejó llorando a Caniulef, al resto del jurado y otros participantes. Aunque la cámara sólo mostró unos segundos de sus rostros. Esto fue lo que sucedió:

 

Rafael Araneda: “¿Hace cuánto usted Regina que está casada?”

 

Regina: “22 años”

 

“Y su esposo la vino a ver esta noche”

 

“Sí pues, ahí está”.

 

“¿Pololearon antes de casarse?”

 

“Diez años”.

 

“¡Nooo! ¿Y él le tuvo paciencia a usted?”

 

“¡Sí! ¡Mucha! Es que yo tenía que conocer a la persona, porque yo, si me casaba, era para toda la vida”.

 

“Ya, pero usted lo estuvo conociendo diez años, pues”

 

“¡Sí pues! Lo tuve que hacer yo, lo hice a mi idea”.

 

“A ver, a ver, pero voy a hacer una pregunta en serio… El hijo no está aquí presente, ¿cuándo estaban pololeando no pasó ná?”

 

“¡Nooo! Digna, siempre digna”.

 

“¡No, si yo siempre he sido digno, pero de repente han pasado cositas, poh! ¡Y digno también!”

 

“Yo me casé con mi frente bien alta”.

 

“¡Yo también poh!”

 

“Esa era mi idea”.

 

“Yo también me casé con la frente en alto, ¡pero igual algo poh! Algún raspao le pegué…”

 

“No, no. En serio. Que él se lo diga, ahí está, en el público”.

 

“No, le quiero preguntar a usted”

 

“¡Que no me cree!”.

 

«Mire, le tenemos una sorpresa…»

 

“¿Qué sorpresa?”.

 

«Mire esa pantalla, ahí hay un mensaje súper bonito para usted…»

 

Entonces, en un video habló Alejandro, el marido de Regina:

 

“Regina, mi amor, mi negra, mi monito, como te digo… Eres una mujer muy especial, cariñosa, respetuosa, trabajadora, que trabajas de sol a sol, en distintos hogares, haciendo aseo. Estoy orgulloso de estar a tu lado y quiero envejecer al lado tuyo y pasar los últimos días de mi vida. Y te amo mucho, Regina”.

 

De vuelta a la conversación:

 

Regina: “He tenido una vida muy sacrificada. He trabajado desde los 13 años, que salí de mi casa del campo, de Teno. Yo soy orgullosa, allá están mis raíces, mis amigos, toda mi gente. Salí a los trece años a trabajar. Fui muy humillada, muy humillada, trabajé puertas adentro muchos años. Ahora he sacado a mis hijos. Tengo un hijo en la universidad, estudió en el Instituto Nacional, cualquiera no estudia en el Instituto Nacional”.

 

Araneda: “Y con Alejandro tienen  su casa propia, con mucho esfuerzo, me imagino. Y además han logrado construir una historia de amor maravillosa… Lo que hemos visto ahí, cuando este hombre dice ‘quiero envejecer a tu lado’. ¿Qué sientes cuando Alejandro te dice ‘quiero morirme a tu lado’?”

 

“Es algo tan profundo que uno siente, en el corazón. Porque es un hombre… Bueno es poco. Un siete o un diez, también es poco, porque es un hombre que aperra conmigo, me protege, me cuida. Jamás me ha dicho una palabra, jamás me ha dicho siquiera, con el permiso de ustedes, huevona… Por eso yo siempre lo he amado y siempre lo voy a amar, a mis hijos igual”.

 

“Alejandro por qué no vení a darle un beso a tu mujer, hombre. Un abrazo, un beso apretado, una historia de amor, una historia linda…”

 

Alejandro: “Te amo, te amo; te amo mucho, te quiero”.

 

Araneda: “Bonita historia de amor”.

 

Alejandro: “Sí, muy bonita, estoy orgulloso de ella y de mis hijos”.

 

Araneda: “¿Ha costado sacar adelante a los niños?”.

 

Alejandro: “Sí, ha costado mucho”.

 

Regina: “Pero es una linda familia, son unos lindos hijos, lindos, hermosos. Tienen buenos sentimientos, son cariñosos, preocupados de nosotros, futbolistas. Tengo uno que es músico, estudia en el Orione, muy agradecida de ese colegio, nos ha ayudado mucho. Y ahora estamos en esta instancia, yo me quise inscribir porque mi hijo tiene un viaje a Europa y quiero ganarme unas luquitas para que mi hijo viaje”.