Glamorama
Ennio Carota muy emocionado en Más Vale Tarde. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / MEGA

El conmovedor llanto del italiano de MasterChef, Ennio Carota, por su hijo

Autor: A.C. / 17 diciembre, 2015

Uno de los aciertos de Más Vale Tarde, el late que conduce Alvaro Escobar en Mega, es la sección La Carta. Es muy simple: Al invitado de turno le hacen leer una carta que le escribió especialmente un ser querido.

En general los personajes convidados se emocionan. Pero esta semana el momento que vivió Ennio Carota fue especialmente sensible. El chef italiano de MasterChef recibió una carta de su hijo mayor, Edoardo, de 29 años.

La historia es la siguiente: Edoardo nació producto del amor de Ennio y su primera novia. Sin embargo, el chef privilegió el desarrollo de su carrera. Por eso abandonó a su mujer y a Edoardo, para poder desarrollarse como chef a través de las oportunidades que se le presentaban en el extranjero. Su pareja  prefirió quedarse en Italia.

Este fue el relato de Ennio en el late de Mega –MIRE AQUÍ EL VIDEO-:

Alvaro Escobar: “Tuviste que volver porque fuiste papá de tu primer hijo”

Ennio Carota: “Claro, fue un poco así. Yo tenía mi novia de siempre, la novia del barrio”

Escobar: “Que era ‘Penélope’ que se quedaba esperando mientras usted viajaba por el mundo”

Carota: “¡Muy bien! No lo había visto así. Entonces, yo volvía, nosotros estábamos juntos. Ella me manifestó que no quería vivir en Estados Unidos. Yo la fui a ver. Volví a Los Angeles, me llama y me dice ‘estamos esperando un hijo’. Yo digo ‘¡qué bueno, fantástico!’. Fue una buena noticia. Indiferentemente del hecho que no fue buscado, pero no importa”

Escobar: “¿Qué edad tenías tú Ennio?”

Carota: “Yo tenía 30 años”

Escobar: “30 años y estabas en la persecución de tu carrera”

Carota: “Yo estaba oliendo lo que la profesión me estaba dando en Estados Unidos, más en Los Angeles, donde todo pasaba. Era un momento muy particular. Entonces le digo ‘¡bien! Venite, yo quiero que Edoardo, mi hijo, nazca en Los Angeles’. Ella me dice ‘no’”.

Escobar: “Esa no fue una buena noticia”

Carota: “No, fue una pésima noticia. Para mí fue duro. Porque yo estaba proyectando mi profesión. Pero bueno, las cosas fueron más fuertes, porque ella fue muy, muy categórica. Yo volví a Torino. Volví.

“Me puse a trabajar en un restaurante muy bueno. Llega mi hijo, pero después, la verdad, esta rutina, esta cosa donde yo me estaba dando cuenta de que mi vida iba hacer la de, qué se yo… No era lo que yo quería.

“Entonces, traté de convencer a mi ex esposa y le digo ‘vamos, volvemos’, y ella me dice ‘no’. Le dije ‘bueno, yo me voy’. De hecho, en esta decisión me llegó una propuesta de ir a abrir un hotel en Chile. Entonces, en esta transición yo digo ‘bueno, vamos a Chile’. Yo llegué a Chile solo y ahí empecé”.

Escobar: “Llegas solo sin estar solo. Teniendo a tu familia, quiero decir a tu hijo”

Carota: “Claro, solo por mi decisión en el sentido de que mi familia no me acompañó en mi nueva aventura”

Escobar: “Me imagino que extrañando mucho”

Carota: “No solamente extrañando, pero la pasé mal. Fueron años duros, más que todo, de culpa. De culpa respecto a las decisiones que yo tomé con mi hijo. Porque, en el fondo, al final los adultos son grandes, entienden, pero los niños no entienden.

“Entonces, le cuesta. Fue una relación muy compleja, sufrida. De mucha ida y vuelta, a mí me costó mucho. Yo pasé momentos de mucha pena, de mucha culpa y me costó mucho liberarme”.

Escobar: “Habiendo una razón que justifica, es decir, el amor y la pasión por lo que tú haces”

Carota: “A veces uno pone la balanza y dice ‘¿qué es más importante?’”

Escobar: “Probablemente tu hijo te diría ‘¡pero papá! ¿Tú vas a sacrificar lo que más amas en tu vida por mí?´. Probablemente un hijo querría verte feliz, prefiere ver a un papá feliz, que ver a un papá frustrado”

Carota: “No sé, porque lo nuestro fue una relación lejana. Cuando yo tenía que llevarlo al colegio, su papá no estaba. Cuando tenía que ir a las reuniones al colegio, no estaba. En los cumpleaños no estaba presente. Fui un padre absolutamente ausente.

Escobar: “¿Y hay algún momento en que se arregla la relación? ¿Se recompone la relación con tus hijos?”

Carota: “Siempre he tratado de mantener un vínculo, pero del otro lado no tuve esta respuesta, o de ayudarme a que yo tuviera por lo menos una relación de una vez al año, de dos meses al año. Porque no me acompañaban. Al revés.

“Con el tiempo, cuando ya Edoardo empezó a crecer, empezaba ya a venir un poco a Chile, o a Buenos Aires. Nunca tuvimos una relación de padre a hijo, yo pienso que él nunca me consideró padre”

Escobar: “¿Había rencor también?”

Carota: “Yo pienso que sí, y todavía. Todavía un poco está, pero ahora está grande, tiene 29. Tenemos una óptima relación, en el sentido que estamos comunicados todo el tiempo por Whatsapp. Sabe lo que hago, yo sé lo que hace él. Viene para acá, conoce a mi nuevo hijo. Yo pienso que hay una mezcla de orgullo y rabia”

Escobar: “Me imagino”

Carota: “Yo te voy a contar algo, cuando yo volví a hacer pareja, con Marisa, mi pareja actual, estaba en Buenos Aires, y nosotros con Marisa decidimos que viniera Rojo, porque no llegó por casualidad. Fue una decisión mutua, dijimos ‘vamos a tener un hijo’. Cuando se concretó el hecho y estaba por nacer, yo llamo a mi hijo y digo ‘vas a tener un hermano’. Por el teléfono hubo una pausa. Silencio. Dice ‘¿hermano? Si yo no tengo padre.’ Fue durísimo, durísimo”

Escobar: “¿Y cuál era tu expectativa al llamarlo a él”

Carota: “Sentí el deber de informarlo y me parecía justo informarlo. También me pongo en los zapatos de él y entiendo perfectamente la razones que puede tener”

Entonces el animador le pasa la carta al chef. Es de Edoardo. Ennio comienza a llorar de inmediato.

Carota: “¡No puedo leerla!”

Escobar: “¿Quieres que la lea yo?”

Carota: “Sí”

Escobar: “Dice: ‘Hola pá. Felicitaciones por el éxito logrado y obtenido a través de años de duro sacrificio y abnegación. Has cosechado los frutos de tus esfuerzos y has logrado transformar tu pasión en tu trabajo. Gracias a un extraordinario talento, dedicación, espíritu y visión.

“’Has tenido siempre el coraje, las ganas y los entusiasmos que han hecho que tus experiencias te conviertan en el excelente chef y persona que hoy eres. A la próxima. Edoardo María Carota’”.

Escobar: “’Hola pá’, dice ahí”

Carota: “’Hola pá’”

Escobar: “Dice ‘pá’ ahí, clarísimo”

Carota: “Bueno, los hijos lo consideran el hermano mayor. Todo el tiempo preguntan. El año pasado pasamos la Navidad juntos”

Escobar: “¡Qué lindo!”

Carota: “¡Qué loco esto! Muchas gracias”

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