Glamorama
Pablo Mackenna, Mary Rose Mac-Gill y José Miguel Insulza fueron algunos de los presentes en el funeral de Julita Astaburuaga. FOTOS: MARIO TÉLLEZ / LA TERCERA

Figuras top, rosas blancas y canción de Edith Piaf en funeral de Julita Astaburuaga

Autor: C. Zúñiga / 15 marzo, 2016

Julita Astaburuaga se despidió. Entre aplausos y con un hermoso tema de fondo, la célebre canción Non, Je Ne Regrette Rien, de Édith Piaf, entonada en vivo, fue el cierre emotivo de su funeral, que contó con figuras top de todos los ámbitos, quienes recordaron y resaltaron el enorme legado que dejó la figura social chilena, fallecida a los 96 años –LEA ACA VIDA, MILAGROS Y 35 FOTOS DE JULITA, LA REINA DE LA VIDA SOCIAL QUE NO TENÍA UN PESO-.

Desde la política a la farándula. Distintas personalidades llegaron hasta la capilla del Parque del Recuerdo de Huechuraba para darle el último adiós a Julita, cuyos restos serán cremados en el mismo campo santo –MIRE AQUI LA GALERÍA CON LOS ASISTENTES-

Su amiga Mary Rose Mac-Gill fue una de ellas. También arribó el ex Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, el actor y ex ministro Luciano Cruz-Coke y Agustín Edwards Eastman, dueño de El Mercurio. Se hicieron presente celebridades del papel cuché, como la modelo Carola Jorquera, Pablo Mackenna, Willy Geisse y Juanito Yarur, entre otros.

Su hijo Cristián Maquieira valoró el cariño. “Es una gran despedida. Se mezcló lo sacro con lo profano de ella”, comentó al final de la ceremonia. “Hizo todo lo que quiso, con el talento mágico de no herir a nadie, de no pisar callos, de encontrarse con que cientos y miles de personas la paraban en la calle”, añadió.

Maquieira agregó: “Hay una sensación de mucha tristeza, porque era una gran mujer… Pero a la vez estoy feliz por ella, porque vivió la vida como quiso. Amó la vida y se fue a los 96 años, en paz, pero peleándola, porque no se quería morir”.

El responso fúnebre fue sobrio, pero emotivo. Un cuadro con la imagen de Julita adornaba el féretro. “Pasó de vivir una vida lujosa de chica a una que después no fue nada de lujosa. Pero quedó el encanto, el sentido del humor. Se casó con un diplomático. Se dedicó a recorrer el mundo. Conoció a la Edith Piaf, que hoy le cantaron, a la cantante griega (Maria Callas), (Bill) Clinton. Un montón de cosas. Había un gen muy profundo, mucho más allá de las páginas sociales. Eso la hizo tan especial”, concluyó Bárbara Maquieira, su nieta.