Glamorama
Oriana Marzoli en pleno ataque d ellanto y pataleta en ¿Volverías con tu Ex? IMAGENES TOMADAS DE PANTALLA / MEGA

Insufrible! Oriana protagonizó el peor ataque de llanto en la historia de los reality

Autor: Cristián Farías / Carlos Zúñiga / 20 junio, 2016

Hasta Aylén, su única y fiel amiga en el reality de Mega, utilizó del adjetivo «desquiciada» para describir la pataleta de Oriana Marzoli en ¿Volverías con tu Ex?

 

En el capítulo del jueves pasado del programa –VEA ACA EL VIDEO. A PARTIR DEL MINUTO 32– ya se instaló el comentario de que la chica terrible del encierro iba a terminar este show igual de mal que el anterior, Amor a Prueba. Y tienen razón.

 

Hace un año a venezolana radicada en España protagonizó la peor pataleta en la historia de este género televisivo en Chile –MIRE AQUI ESA APOTEÓSICA PATALETA DE ORIANA, EN MAYO DE 2015-. Esa vez fue contra el galán italiano Tony Spina. Y ahora repite la escena, con el peor ataque de llanto que se ha visto en estos programa, en contra de su pololo argentino Luis Mateucci.

 

El nuevo récord se empezó a gestar en un viaje que hicieron las parejas finalistas a Rancagua. Iban todos felices a bordo de una casa rodante, menos Marzoli. «Hay que chupar cámara de alguna manera», comentó sobre sus compañeros de encierro, que durante el camino hicieron bromas como bajarse y subirse a otra camioneta.

 

Llegaron a la capital de la región de O’Higgins y decenas de escolares los recibieron eufóricos. Claro que el cariño no fue igual para todos.

 

Gala, archienemiga de Oriana y de Aylén, fue vitoreada. En cambio, alguien le gritó «¡fome!» a la venezolana. El mal ánimo de Oriana empeoró.

 

Se dirigieron a la viña Casa Silva para un rico cóctel y una ceremonia al aire libre donde los concursantes intercambiaron medallitas y se comprometieron a terminart juntos el reality.

 

«Siempre hay alguien gilipollas en el mundo», comentó Marzoli sobre alguno de los chicos que la rechzaron en Rancagua. Y ya cuando fue su turno y el de Luis en la ceremonia, estaba insoportable.

 

“Ahora mismo estoy cagada de frío, está cayéndome toda la lluvia en la cara, en el cuerpo, en el vestido, en todas partes. Me cuesta subir la cara porque me cae toda la lluvia», reclamó.

 

Mientras las otras parejas realizaban la promesa con la medallira, Oriana partió gritándole a Luis. Sollozando. Pronto lloraba a gritos:

 

Luis: “Se sienta…”

 

Oriana: “Sí, me voy a sentar. No me apetece estar de pie”

 

Luis: “Andate. Así es que no te hagas ningún problema”

 

Oriana: “Si es lo que estabas esperando, ¡estúpido!”

 

Marzoli se dirige a uno de los salones y llora descontrolada. “El único que de verdad siempre me ha querido es Alex, ¡la verdad! Esa es la realidad”, se queja, refiriéndose a su anterior pololo, que estuvo con ella en Amor a Prueba. Sale y toma su lugar en la ceremonia y le vino una pataleta mayor, que detuvo todo.

 

Claudia Conserva: “Antes de seguir con la ceremonia, quisiera preguntarle a Oriana y a Luis, ¿qué pasó? Acaban de hacer un compromiso. Hubo intercambio de medallas»

 

Luis: “Se lo llevó el viento. Quedó por ahí, mirá, por el cerro”

 

Conserva: “Sin embargo, Oriana, optaste por quitarte la medalla del cuello”

 

Oriana: “Y sí, porque me ha dicho que para que me aguante, que me aguante el puto de Alex”

 

Conserva: “¿Eso le acabas de decir, Luis, después del compromiso?”

 

Luis: “El que se lo tiene que comer soy yo, no Alex. Alex está tranquilo en Madrid. Yo, hubiera sabido esto, me hubiese quedado en Madrid o Argentina, la verdad. ¡Ya no aguanto más! Todas las actividades que son de juego no las quiere hacer, porque se moja.

 

«Todas las actividades que son de amor no las quiere hacer, porque se enamora. ¡Pará un poco! Estamos haciendo una ceremonia donde estamos los dos. No puede ser que todas las actividades que tengamos que hacer, la hagamos mal, ¡todo mal! Porque ella se enoja, por el frío, por la lluvia. ¡Ya no! Que lo deje así.

 

“No, no. Ya estoy cansado. Me cansa. Trato de remarla, remarla, aguantarla. Y parece que no. Quiero que en un momento baje un poco, porque si siempre está así de tensa, no se puede”

 

Conserva: “Claramente tienen que conversar ustedes dos”

 

Luis: “Una vez más”

 

Conserva: “Estamos en una ceremonia de compromiso. Estamos ya en las últimas”

 

Oriana: “Ya está. Con todo lo que me acaba de decir, está todo claro. Y ya está. No me interesa nada. Que me deje y punto. Y si tanto sacrificio para él es estar conmigo, y él lo intenta remar y remar y remar, porque yo soy insoportable, y no está bien conmigo y todo, pues, ¿qué coño hace conmigo? No lo estoy obligando. ¿Me entiendes?»

 

Conserva: “Luis, han pasado tanto tiempo juntos…”

 

Oriana: “No, ¡y tanto que he tenido que aguantar yo! ¡Porque él también me ha jodido todo el reality! ¡Yo me he aguantado! No he estado con ningún otro hombre. Y me he aguantado millones de cosas. ¡Y más encima tiene los cojones para decir que él se lo aguanta! ¡Aquí la única estúpida, que le ha perdonado millones de cosas, he sido yo! Pero bueno. Gracias, Luis”

 

Conserva: “Oriana, te voy a pedir que te calmes, que por respeto al resto de tus compañeros, continuemos con las ceremonias. Claramente van a tener que volver a conversar una vez que regresemos al granero”.

 

Claudia trata de reanudar la ceremonia. Pero la venezolana no se controla. Solloza, se queja, grita.

 

Oriana: «¡Estúpido, no me has querido nada! Si me hubieses querido, no me dirías lo que me andas diciendo aghora. ¡Nunca, nunca me has querido! ¡Jamás! ¡Y me has utilizado! ¡Eso es lo único que me has hecho! Pero no importa»

 

Luis: «Porque, si quería, me quedaba con la otra, una chica que es querida y todo»

 

Oriana: “¡¿Con una chica que es querida?!»

 

Luis: «Por lo menos, es lo que parece»

 

Oriana: “Ah, mira tú, qué bien… ¡Eres un estúpido! ¡Eres un imbécil! Sabes lo que te digo, ¡que te vayas a la puta! ¡Pero que te vayas a la puta! ¡Estúpido! ¡Que te vayas a la puta mierda! ¡Porque eres un poco hombre! ¡Estúpido!”

 

Luis: “¡Chao, basta el papelón, boludo! ¡No, es que es la más barriobajera que existe en el mundo!”

 

Mateucci abandona el lugar y camina a los salones de Casa Silva. En tanto, Marzoli está tan desencajada, que Aylén debe abrazarla. Claudia Conserva nuevamente debe detener todo para ofrecerle «un vasito de agua». Mónica Soto es la única que le dice, de manera severa: «¡Ya, cálmate! Ya, ya, ya. Basta, basta, ¡basta! Nada de gracias. Lo hago por ti, no por mi. No te quiero escuchar, porque, o sino, no escucho nada de lo que están diciendo a mí. No seas egoísta”

 

Más tarde, en el salón, la venezolana no para. Entre lágrimas sigue dando alaridos de enajenada a Luis: «¡Me importa una mierda! ¡Crees que me ha gustado lo que dices! ¡Idiota! ¡Qué me estás contando! ¡Me he aguantado que estés con 20 millones de tías dentro del reality! ¡Qué coño te pasa! ¡Qué te pasa! ¡Cuando una persona tiene frío! ¡Está lloviendo! ¡Qué me estás contando! ¡Está lloviendo, tengo frío, qué quieres que no esté temblando! ¡Era todo una mentira! ¡Era todo para salir en televisión y quedar de romántico!».

 

El argentino trata de darle un punto final a la relación:

 

«Cuando terminamos todas las actividades mal, anoche ¿qué hiciste? Terminamos mal. Esta mañana ¿cómo nos levantamos? Mal. ¿Cómo seguimos ahora en la tarde? Mal. Conclusión: Estamos todos los días mal. Yo con una mina así no voy a estar. Listo. Chao. Se terminó. De ahora en adelante se terminó, porque de ahora en adelante conmigo no tenés más nada».

 

En el regreso a Santiago, Oriana continúa llorando. Aylén le aconseja: «Que (Luis) no te vea llorando así como una desquiciada». Pero ella no se gobierna.

 

De vuelta en el granero estudio se acerca nuevamente a su pololo para gritar, sollozar y quejarse: «¡Eres un mentiroso, tío! ¡Que me digas! ¡Di, di! ¡Pero que estás hablando, qué estás hablando! ¡Qué inventas! ¡¿Cuándo me quejé?! ¡Eres un mentroso!».

 

Pero, aunque parezca increíble, al rato Luis la perdona y aquí nada pasó.