Glamorama
Eugenia Lemus en la sección de Mucho Gusto El Hipnotizador. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / MEGA

María Eugenia Lemos lo pasó muy mal!

Autor: Andrés Cantuarias / 4 julio, 2016

La hipnosis de famosos es uno de los contenidos que ha estado en la franja televisiva matinal en el último par de años. Mucho Gusto tiene la sección El Hipnotizador, conducida por el sicólogo Cristóbal Schilling. El viernes se sometió a la experiencia María Eugenia Lemos, que quería superar su terror al agua.

Euge contó que cada vez que acompaña a su novio, Matias Kosznik, en un viaja al aire libre lleva salvavidas. No se puede meter al agua sin el flotador.

Por supuesto que durante la hipnosis la figura reality de Mega se angustió, lloró y lo pasó pésimo durante un momento –MIRE AQUI EL VIDEO-. Esto fue lo que se dijo durante el proceso:

Cristóbal Schilling: “Vamos a hacer un ejercicio mental. Lo que quiero es que cierres los ojos, todavía no vamos a hacer hipnosis, nada. Solamente que cierres los ojos y quiero que te imagines que estás en el mar, nadando, en un agua cálida que, lógicamente, estás mar adentro. Por lo tanto, no topas fondo. Imagínate que estás ahí. ¿Qué nivel de angustia o de ansiedad te da al imaginarte esa escena, de cero a diez?»

María Eugenia Lemos: “Seis”

Schilling: “Cuando diga uno Euge, llegarás a la raíz, al origen. ¿Te llega alguna imagen? ¿Alguna sensación?»

Lemos: «El baño de cuando era chiquita”

Schilling: “¿Qué edad tienes más o menos?”

Lemos: “Como cuatro. Estoy solo viendo el baño. Me acuerdo perfecto”

Schilling: “Quiero que lo veas como mirando una película desde fuera”

Lemos: “Estoy ahí, parada en la puerta del baño y miro hacia adentro. Solo puedo ver la ducha y el piso de la ducha. Solo puedo ver eso. No puedo ver otra cosa. Estoy sola… (comienza a sollozar). Como que no quiero entrar. Sé que está mi mamá y está el baño. Las paredes como de azulejo rosado y el piso es negro con manchitas blancas. Yo veo formas ahí, en las manchitas.

“La puedo ver a mi mamá, con una… Con esas bañaderas para bebés y está bañando a un bebé, pero no sé si soy yo, o si son mis hermanos. Ella es muy suave, está acariciando la cabeza del bebé y el bebé llora. Llora, llora, pero ella es muy suave. Me veo yo, con mi pelito corto, como desde los cuatro años. Me veo”

Schilling: “Deja que tu mente inconsciente te lleve al momento exacto donde comienza esta experiencia de ansiedad, de angustia frente al agua”

Lemos: “Siento que me cae agua, agua en la cara, agua. Es mi mamá la que me la está tirando. Me está ahogando, me cae agua dentro de la boca, dentro de la nariz. Agua en la cara, agua en la cara del bebé. Está como relajada, pero igual me quiere tirar agua fuerte (comianza a llorar y se desespera)»

Schilling: “Está todo en tu mente, está todo en tu mente… 5,4,3,2,1… Ahora relajo total”

Lemos: “Quiero salir, ahora me duele mucho la cara”

Schilling: “Voy a parar un momento. Ese dolor de cara ¿con qué se relaciona? ¿Es por el agua?

Lemos: “¡Sí! (responde llorando)”

Schilling: “Ahora puedes despertar, Euge. Despierta. Todavía estás en trance. Comienza ahora a descansar. Piensa en el lugar que quieres conocer”

Lemos: “Quiero ir al agua. Tirarme al agua para arriba. Es el mar, pero calentita, como el agua calentita de la ducha»

Schilling: “Quiero que pongas agua en tus manos y te la pases por el pelo. Pruébala si es salada, o es dulce ¿Cómo es?”

Lemos: “Es dulce, pero es el mar (risas)”

Schilling: “¿Quieres entrar más adentro?

Lemos: “Estoy yendo de a poquito, pero no estoy con salvavidas, estoy sola”

Schilling: “¿Y cómo te sientes sin salvavidas?”

Lemos: “Me gusta. Ahora estoy hasta el cuello, pero el mar es calmo, como suave”

Schilling: “¿Te acuerdas de esa Euge chica que estaba en la puerta del baño?”

Lemos: “Sí”

Schilling: “Invita a esa Euge chica a meterse a ese mar, puede no tocar fondo, pero está feliz, sintiéndose…”

Lemos: “Pero ella está nadando”

Schilling: “¡Bien! Quiero que le des un abrazo y sentir esa energía. Date cuenta que esa Euge chica vive adentro de ti”.