La visceral protesta de Paz Bascuñán
No fue de la manera violenta en que protesta el personaje que interpreta en la exitosa película Sin Filtro. Pero Paz Bascuñán alzo la voz contra el bullying como forma de convivencia del chileno.
Primero, en una entrevista en la revista Nueva Mujer declaró:
«El chileno tiene una manera de comunicarse siempre a través de la descalificación. Ves a tus compañeros de curso y le dices ‘buena, pelao’, ‘llegó el guatón’… Esa forma nos hace sentir más seguros. Tú vas a Colombia y apenas te ven te dicen ‘pero qué linda estás, ¿qué haces para estar tan bien?’. A diferencia de acá, allá todo es en base a subir al otro. Acá se trata de bajar al otro. Y es parte de nuestra idiosincrasia.
«El estilo bullying del chileno me carga. Trato de que al menos mis hijos no sean así, y trato de ver en el otro lo bonito, y que ese bonito no te lleve a querer aplastarlo, sino a unirte a esa belleza. En el tema de la delgadez, por favor, ¡respetemos al otro como es! Basta de comentar siempre, meterse en el peso del otro. No hay nadie que a mí no me diga ‘¡qué flaca!’. Entonces, lejos de sentir que tengo una ventaja, siento que no lo es».
Y ayer la actriz de 41 volvió a poner los puntos sobre las íes en SQP –MIRE AQUI EL VIDEO-. En el programa de Chilevisión gente como Paulina Urrutia o Cristián Campos apoyaron a Paz en su cruzada. Y la figura de Preciosa, nueva teleserie nocturna de Canal 13, afirmó:
«El bullying es una manera que tenemos de comunicarnos. Nos hace sentir más seguros partir descalificando al otro. Y eso no habla tan bien de nosotros.
«A mi siempre me dicen ‘¡uy, que estai flaca!’. Toda la vida. ‘¡Oy, pero qué flaca!’. De repente uno dice ‘¡chuta!’. No lo veo como un atributo positivo, porque empiezas a decir ‘quizá demasiado flaca, ¿estaré mal?’.
«Es mi forma de ser, está en mi contextura. Siempre he sido así. No tengo ningun rollo con eso, pero me llama la atención que… Claro, me cuido de no bajar de peso, porque bajo con harta facilidad y me cuido en ese sentido. Pero me llama la atención que somos malos para tirar piropos.
«Se armó una conversación también de cómo somos los chilenos. De esta actitud que tenemos siempre de ‘¡ah, güena, acá llegó el pelao!’, ‘¡llegó el guatón!’, ‘¡puta, tamos guatones, ¿ah?’, ‘¡tamo güeno pal choripán!’, ‘¡oye que tai flaca!’. Siempre como haciendo una crítica. Nos sentimos más seguros en la medida que descalisifcamos al otro. Esa es una característica que no es muy buena. La podríamos intentar cambiar.
«De repente viajas a lugares donde es todo distinto. ‘¡Oh, mi amor, pero que linda estás! ¡Qué linda te ves! ¡Ay, pero que simpatía!’. Y es todo positivo. Nosotros somos todo siempre más en negativo. Si uno se propusiera en la mañana ‘hoy día voy a andar en el lado de la luz, no en el de la oscuridad’, uno tendría un día mejor. Partir el día sonriendo, saludando. Uno se sube a un ascensor, nosotros no saludamos, pero eso no es así en todas partes. En la mayoría de las partes uno de sube a un ascensor y saluda».
