Hicieron pebre el traje de huasa de Erika Olivera en los Juegos Olímpicos
Erika Olivera fue la abanderada de Chile en los Juegos Olímpicos de Río. La destacadísima deportista en este último tiempo también ha aportado al debate de temas sociales con un valiente testimonio sobre el abuso que sufrió por parte de su padrastro desde los cinco a los 17 años.
Erika estaba muy contenta, orgullosa del honor para el que fue escogida. Se dispuso que Ricardo Oyarzún le hiciera un traje especial. El modisto tiene años de trayectoria en el medio televisivo, realizando vestidos de fantasía con telas poco finas. Se ha destacado más por llamar la atención que por la elegancia.
Y como ahora todos tienen la posibilidad de comentar lo que sea, a través de las redes sociales, el viernes, tras la aparición de Olivera en el Maracaná, hubo una ola de comentarios en Twitter sobre el vestido. Muchos de estos mensajes fueron negativos -MIRE UNA MUESTRA DE LAS OPINONES AL FINAL DE ESTA CRONICA-.
Por eso el programa SQP –VEA ACA EL VIDEO– fue en busca de Ricardo Oyarzún, quien defendió el traje. Estas fueron sus palabras en el programa de farándula de Chilevisión:
“Para bien o para mal, prefiero que hablen antes de hacer una obra que pase desapercibida y que nadie hable y que nadie la haya visto. La verdad es que yo me he enterado que ha habido algunos detractores en relación al diseño de vestido que usó Erika. Pero yo creo que eso es parte del cuento de ser un diseñador rupturista, un diseñador que maneja la fantasía y que se atreve a mezclar elementos que seguramente los puristas folclóricos, a lo mejor, no van a estar muy de acuerdo.
“Yo he recibido muchas críticas a lo largo de mi carrera en relación a propuestas de diseño. Creo que eso es bueno, es bueno que se abra el debate, que la gente opine y crear una obra de arte que provoque reacciones. Yo me siento muy contento de haber hecho lo que hice, Erika también, siempre estuvo muy contenta.
“Fue algo que yo conversé con el Comité Olímpico, se conversó con Erika. Fue una propuesta mía, pero fue una decisión en conjunto, no fue solamente una decisión mía. Así es que yo feliz de hacer una creación que sea provocadora; que provoque reacciones y que la gente pueda opinar.
“Muchas veces opinan y opinan y opinan y no se sitúan bien en el contexto de las propuestas. No era una pasarela, no era un evento de moda. Era una instancia que teníamos dos segundos para decir ‘aquí está Chile’, y llamar la atención y marcar pauta. Entonces, tenía que ser un vestido visual, un vestido llamativo, un vestido no tradicional. Un vestido que provocara reacciones”.
