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María Luisa Godoy y Nacho Gutiérrez en Muy Buenos Días al inicio del tema sobre La Manada. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / TVN

Todos indignados en Muy Buenos Días en contacto con abogado de La Manada: «Son imbéciles, pero no culpables»

Autor: C. Z. / 9 julio, 2018

«Son unos imbéciles, pero no son culpables».

Esta y otras frases del abogado español Agustín Martínez, defensor de cuatro de los cinco integrantes de La Manada, el grupo que violó a una joven de 18 años hace un año, dejó atónitos, a veces molestos y otras indignados a los integrantes de Muy Buenos Días.

El matinal de TVN realizó un contacto en directo con Martínez, quien volvió a defender a ultranza a los hombres que son repudiados en su país y el resto del mundo. Esta fue parte de la conversación:

María Luisa Godoy: “Tomamos contacto con Agustín Martínez, abogado de cuatro de los cinco integrantes de La Manada. Abogado, le preguntábamos ¿qué le parece a usted la fotografía? ¿Le parece correcto que tomaran esa fotografía donde usted sale celebrando la resolución?”

Agustín Martínez: “Buenos días, María Luisa, buenos días a todos en Chile. Yo entiendo que bien ustedes deben comprender que todas las resoluciones judiciales hay que respetarlas. Cuando estas personas han sido puestas en libertad, es porque se ha aplicado el estado de derecho. Y eso significa que están en libertad porque es una resolución ajustada a derecho y, por lo tanto, debe respetarse.

«¿Cuál es el problema en que, en un momento determinado, yo pueda, no se si llamarlo celebrar, pero si lo plantean así, celebrar la libertad. No se les olvide si han escuchado el video, que han puesto ustedes de presentación de este acto, y permítanmelo, cometen un error, que es bastante común en España, que cometen algunos periodistas en España. Que es juzgar sin que sea juzgada todavía la resolución pendiente. ¿Por qué consideran que son culpables, o pueden ser culpables, si todavía no hay una resolución judicial que así lo dictamine?”

Godoy: “Pero ya hubo condena por abuso sexual. Así lo dictaminó la justicia”

Martínez: “No. Es decir, una condena en primer instancia, Chile también es un país democrático”

Nacho Gutiérrez: “Es una condena…”

Martínez: “Sí, pero permítame. Una condena, en primera instancia, simplemente equivale a una condena en primera instancia. Es decir, está sometida a que haya una resolución firme”

Gutiérrez: “Abogado, ¿usted me va a decir que no hay ninguna niña abusada acá?”

Martínez: “Que no le quepa la menor duda, Nacho, que no le quepa la menor duda”

Gutiérrez: “¿Ho hay ninguna niña abusada?”

Martínez: “Primero, estaríamos hablando de una mujer. Es verdad que ustedes, en el código penal chileno, hay una diferencia de 14-18, en España es a partir de 16 años. Y le puedo asegurar, no le quepa la menor duda, de que el resultado final de este procedimiento va a ser una sentencia absolutoria. Y le digo más. Es verdad que existen dos magistrados que entendieron que había un delito de abuso sexual, que no había agresión sexual.

“También en Chile hay una diferencia perfectamente clara de lo que es el delito de violación y el delito de abuso. Pero bien, había dos magistrados que entendieron bien que había el delito de abuso y otro, que por el contrario entendía que no había ningún delito, que no se había producido ninguna agresión y ningún delito de abuso. Por lo tanto, estamos hablando de una cuestión de actividad probatoria”

Gutiérrez: “Abogado, sacando lo técnico, me va a perdonar, pero aquí hay una joven que debe haber estado borracha, o no, fue abordada por cinco hombres en una fiesta en Pamplona. Se lo puedo preguntar. ¿Puede hablar de alguna forma humana o solamente tenemos que hablar de lo legal? Porque por último, imagínese, si estaba con trago, con alcohol, no podía ser. Más complicado todavía”

Martínez: “Claro, pero usted está partiendo… Voy a intentar hacerlo nada técnico. Usted está pretendiendo, Nacho… Lo voy a ser mucho más sencillo. Esta señora contó una versión que es que la habían introducido por la fuerza a un portal. Pues, cuando estuvimos en la sala, no dijo eso. Dijo que ella entró voluntariamente dentro del portal. Eso es un matiz importante”

Andrea Arístegui: “Pero el tribunal determinó otra cosa. El tribunal determinó que aquí no hubo consentimiento de parte de la víctima. Por eso hay una condena por abuso sexual”

Martínez: “Claro, pero disculpe. Sí, es cierto. Pero el problema es la interpretación del hecho. Aquí parece, Nacho me preguntaba algo muy simple…”

Arístegui: “La polémica respecto a la interpretación tiene que ver si es que fue violación o abuso sexual, que eso es lo que más llama la atención. Y eso es lo que ha movilizado a su país. Y eso es lo que ha hecho que las mujeres y los hombres salgan a la calle a exigir justicia. Pero aquí no se está poniendo en duda si hubo o no consentimiento. Eso queda establecido en la sentencia del tribunal, abogado”

Martínez: “No, señora. Hay un matiz…”

Arístegui: “O sea, ¿son condenados por abuso sexual por qué?”

Martínez: “Son condenados por abuso sexual porque dos magistrados entienden una cosa y otro entiende otra cosa diferente”

Arístegui: “¡Exacto! Fueron condenados por abuso sexual porque la mayoría del tribunal entiende que no hubo consentimiento. Por lo tanto, fue un abuso sexual”

Martínez: “Pero hágame caso. En primer lugar, las mayorías no necesariamente siempre tienen razón”

Arístegui: “Pero usted mismo está diciendo que, en un estado de derecho, hay que respetar lo que dice el tribunal”

Martínez: “Claro, pero en un estado de derecho, cuando no se está de acuerdo con una sentencia, es recurrirla”

Godoy: “Seamos claro. Aquí, hasta el momento, hay una condena. La condena dice que aquí hay abuso sexual. ¿A usted no le parece gravísimo?”

Martínez: “Vamos a ver. A mí claro que me parece gravísimo que haya una condena en primera instancia. Decir lo contrario sería absurdo. Es decir, la trascendencia que tiene una condena, en primera instancia, equivale a que, ahora mismo… (Error de sonido). Fíjese que un detalle más importante. Cuando están en prisión provisional, lo están con una condena de hasta más de 25 años.

“Con 9 años, ese mismo tribunal que los condena los pone en libertad a la espera de la sentencia en segunda instancia. Es decir, la valoración de las pruebas es algo absolutamente subjetivo. Y es cierto, ahora mismo son dos contra uno. Pero es más. El propio recurso mantiene un criterio que es absolutamente discutible. Nada tiene que ver lo que ocurrió en la sala con los argumentos que tiene la sentencia, nada, nada” –MIRE AQUI EL VIDEO-.