Glamorama
Alvaro Rudolphy en una imagen tomada del Facebook de su obra El Bar.

Alvaro Rudolphy habla de su obra El Bar: «Todos nuestros referentes culturales, religiosos, políticos, todo es mentira»

Autor: Andrés Cantuarias / 22 octubre, 2018

A Alvaro Rudolphy lo quieren en las redes sociales. Y la mega estrella de las teleseries chilenas sabe que esto no es poca cosa.

«Generalmente la gente es bastante condescendiente conmigo, bastante cariñosa. No recibo como otros colegas que en sus Instagram les dicen unas barbaridades. Por suerte no me ha tocado eso tan duro», comenta a Glamorama en esta entrevista donde aborda este y varios otros temas con respecto a su última obra teatral: El Bar.

El titulo que escribe, dirige y protagoniza junto a Christian Zúñiga se presenta los jueves y viernes, a las 20.30 horas, en el Tatero Bellavista -entradas en venta en www.teatrobellavista.cl

El tema es la mentira, esta vez centrado en dos tipos que se encuentran en un bar y no se conocen, pero luego parece que sí, que los une una mujer y que hay una tremenda historia detrás de caretas y cuentos:

Glamorama: En esta obra desarrollas un tremendo tema: la mentira, al nivel de relaciones de amistad o pareja. ¿Por qué está tan presente para tí el asunto de mentir, las mentiras?

Alvaro Rudolphy: “Son tres obras que escribí en los últimos tres años y todas tienen una columbra vertebral: la mentira. Enfocado desde distintos puntos de vista y a nivel más micro.

«A mí esto me empezó a resonar un poco cuando en las últimas décadas nos hemos ido dando cuenta de que todos nuestros referentes culturales, religiosos, políticos, todo es mentira.

“Entonces, uno empieza a dejar de creer en todo y uno trata de aferrarse a ¿qué es la verdad?, ¿quién dice alguna verdad?, ¿quién tiene alguna verdad?, para poder tener algún referente.

«Pero esto está llevado a un nivel más micro, que son las relaciones personales, donde también la mentira es cotidiana, está validada, es normal. Si uno no miente sería pájaro raro.

“Esta obra es un poco eso. Los personajes que se encuentran en un bar, al parecer fortuitamente, pero no. Hay una relación mentirosa entre ellos, porque hay una mujer que los une. Al parecer es la mujer de uno y la amante del otro. Pero tampoco es eso.

«Son relaciones mentirosas y esos tipos están constantemente tratando de boicotearse el uno al otro, tratando de desenmascarar el uno al otro en base a pequeños guiños, pequeñas mentiras en lo cual ellos empiezan a navegar.

“Ahora, en tono comedia. Es una comedia de equivocaciones, irónica, pero con mucho humor negro y enfocado en ese tópico, que es la mentira. ¿Será necesario tanta mentira?”

Ocupas un escenario clásico en la dramaturgia moderna, en el cine, la novela, que es el bar. Dos hombres en un bar. ¿Qué significa para ti el bar como escenario? 

“El bar es un lugar bastante masculino, por decirlo así, entre comillas. Donde los hombres buscan un espacio de soledad, pero a la vez necesitan un espacio de conexión, de hablar con alguien, de desahogo con alguien que no necesariamente sea conocido.

«Y en este espacio se desarrollan las mentiras. Como no conozco a mi interlocutor y mi interlocutor no me conoce, yo le puedo inventar lo que quiera, yo le puedo decir quien quiera que soy. Yo puedo asumir el papel o el rol que yo quiera. Porque nada nos vincula, solo ese espacio, y en esta búsqueda de un interlocutor, yo puedo llegar con la máscara que quiera, con el personaje que quiera y él, a su, vez también.

“Entonces, es un espacio donde míticamente es propicio para ir a mentir, ir a engrupir. Por eso está ambientado en el bar»

¿Se miente más hoy a nivel público, personal? ¿Influye en esto que cada vez la gente se mire menos a los ojos y se comunique por redes sociales, por WhatsApp?

“Pasa un poco lo mismo en las redes sociales, uno adopta un personaje, el personaje que uno quiere que vean de uno. Porque claro, no estás in situ, estás detrás de un lente, o detrás de una pantalla, o detrás de un texto, que puede ni siquiera ser tuyo. Estás jugando anónimamente, entre comillas»

Escribes, diriges y actúas. Este es el tercer título de una trilogía escrita por ti. ¿Cómo sientes que se ha depurado tu estilo? ¿Has visto alguna evolución?

“Tengo la sensación de que sí. En este último tiempo sí, la pluma se ha ido afirmando, yo mismo me he ido centrando mejor en las ideas. Uno empieza a ir al fondo de lo que quiere decir, sin tanta retórica, sin darse tantas vueltas, es más preciso, pero eso es más ejercicio.

“Con la salvedad de que falta muchísimo, muchísimo camino por recorrer, sin duda que es un avance. Y es un ejercicio que se me está haciendo cómodo, me es grato, me resulta y que quiero seguir potenciando y trabajando para el futuro»

¿Cómo se siente ese público que seguramente te ha visto en las teleseries y te va a ver al teatro porque te conoció en las telenovelas? ¿Es el mismo? ¿O tal vez no hay diferencia?

“Sin duda creo que el público como dices tú, no necesariamente es el mismo público, pero sí a veces se topan. Hay mucha gente porque ha visto el personaje, o lo reconoce a uno y quiere ir a verlo también en otro trabajo. Pero ellos saben diferenciar que son espacios absolutamente distintos.

“Los comentarios, las críticas, las opiniones de la gente que ha ido, a veces en las redes sociales después, ha sido buenísimo. Súper contento con ese resultado. Ha estado bueno el feedback”

¿Qué te parece este feedback de redes sociales?

“Es de dulce y agraz. Generalmente la gente es bastante condescendiente conmigo, bastante cariñosa. No recibo como otros colegas que en sus Instagram les dicen unas barbaridades. Por suerte no me ha tocado eso tan duro.

“Es una forma de expresión auténtica, directa, instintiva, visceral. Pero también puede ser duro, hiriente, a veces terrible, descarnado. Es un medio que hay que aprender a usar con mesura»

¿Trabajarías con algún director teatral, a hacer alguna obra que te haya llamado la atención?

“Lo último que vi fue una obra de la Católica, que Tribus, la dirigió la Manuela Oyarzún. Me gusta mucho lo que hace ella. Pero no. Hay un problema: A mí me gusta dirigir lo que yo escribo, porque tengo la sensación de que es tan propio, antes que pasárselo a las manos de otra persona que quizás no le daría la lectura que hay que darle.

“Soy un poco desconfiado todavía. Mis obras prefiero hacerlas yo. Y trabajar en otro tipo de obra, por el momento no me llama la atención. Me llama más la atención tratar de hacer lo mío. Quizás más adelante encuentre que hay un texto o algo que me parezca muy llamativo y muy interesante y quiera hacerlo”

Alguien quiere ir a ver una buena obra teatral y está mirando las reseñas de la cartelera, ¿cómo le hablarías de El Bar?

“Yo diría que es una comedia de equivocaciones con mucha ironía, con mucho humor negro y con mucha identificación. Es una obra en la cual el espectador se siente y identificado. Es una suerte de contingencia identificadora muy atractiva para los espectadores”.