Todo lo que pasó en la octava versión de Fauna Primavera
El punto de encuentro fue en Espacio Brodway. Fauna Primavera celebró su octava versión con una parrilla que dejó contento a gran parte de los asistentes. Cerca de 10 mil personas disfrutaron de doce horas de música, donde sonó el rock, la electrónica y el pop en completa armonía.
Los escenarios estaban ordenados exactamente igual que en su versión anterior en 2017. El punta pie inicial lo dio la DJ de 26 años, Iarahei, en el Red Bull Music Stage a las una de la tarde. Tras ella otros 24 show se presentaron en diferentes sectores del festival. Música por todos lados.
El “ambiente festival” ya es parte obligatoria de este tipo de eventos. Las marcas hacen de todo de actividades para lograr una situación divertida: estampando poleras, concursos. Incluso una gigantesca rueda de la fortuna donde una extensa fila de personas esperó para vivir la experiencia.
El público de Fauna Primavera se preocupa del look: uno más alternativo. Estilos muy marcados y diferentes los unos de los otros. Aunque harto negro.
Cuando comienza a bajar el sol, los embajadores e influencer comienzan a llegar al evento -REVISE LA GALERÍA ACÁ-. En el vip de Ballantine’s, los rostros se encontraban al ritmo Javiera Mena, quien completamente vestida de rojo latex presentó tibiamente su último disco.
Comenzó el viento, volaron los sombreros, aparecieron las chaquetas, y con el atardecer de fondo, el sonido de At The Drive In asombró al público. La energía de los norteamericanos marcaron uno de los momentos claves del festival.
El debut de Death Cab For Cutie tras dos años de carrera fue impecable. Pero fue en MGMT con «Kids” y “Electric Feel” quienes hicieron bailar a los asistentes, a pesar del frío que había en esa hora.
Lorde fue la última en presentarse en el Ballantine’s Stage. Volvió toda una popstar tras su debut en Lollapalooza 2014. De blanco transparente, sensual y con una gran voz, conquistó al público con un show muy superior a su última visita.
La fiesta electrónica siguió hasta las cuatro de la mañana donde Paul Kalkbrenner y Nina Kraviz se encargaron de cerrar.
