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Kenita Larraín y Daniella Campos fotografiadas en lso funerales de René O'Ryan por Agencia Uno.

«¿Me vas a dejar con la mano estirada?»: Desclasifican fuerte momento entre Kenita y Daniella Campos al darse la paz en misa funeraria del «instructor» René O’Ryan

Autor: Equipo Glamorama / 7 febrero, 2019

El problema entre Kenita Larraín y Daniella Campos continúa hasta ahora. Sigue hasta en ocasiones tan sensibles como el funeral del querido «instructor» de Pelotón René O’Ryan, que falleció de cáncer a fines de diciembre.

Esta mañana en Mucho Gusto, Daniella contó cómo Kenita la enfrentó en plena misa funeraria, en el momento de darse la paz.

En el matinal de Mega, la ex Miss Chile y ex novia de Iván Zamorano -que siempre ha culpado a la rubia ex Miss Hawaiian Tropic de supuesta traición, por pololear con el futbolista siendo que ellas dos eran amigas-, afirmó que hace poco María Eugenia mal entendió unas declaraciones.

Días después la rubia la enfrentó en los funerales de O’Ryan, muy querido por ambas mujeres:

Daniella Campos: “Para mí siempre fue una tontera. Ahora último me dio risa porque le mande un mensaje a través de un programa de la Pame Díaz al que fui invitada. Entonces yo le dije que, de verdad, desde que ella fue mamá para mí las cosas cambiaron absolutamente, porque yo no la podría agredir. No me gustaría que mi hija viera a una persona hacerme algo malo, entonces tampoco se lo haría a ella.

“Yo le mandé ese mensaje y ella va, yo no sé si no entendió nada o estaba viendo otro programa, le contaron mal, no tengo idea. Pero me mandó una pachotada de este tamaño. Me persiguieron todos para que le respondiera. Por supuesto yo no lo hice y no lo voy a hacer tampoco. Porque siento que hay que aprender a crecer y, en ese sentido, yo soy mamá, estoy en otra. Yo me siento feliz. Imagínate.

«No lo iba a contar, pero lo voy a contar igual. Estábamos en el funeral de René. De repente se para la María Eugenia, en el momento cuando tú te das la paz. Yo estaba al frente, al otro lado, mucho más adelante, y llega y me dice ‘¿ahora estás preparada para darme la paz?’.

«Yo estaba llorando mal, estaba triste. Y fue como… Le di la mano y le di un beso, como diciendo ‘¡por favor!’. No, no le di la mano, le di un beso, y ella me dice ‘¿me vas a dejar con la mano estirada?’. Ahí yo dije ‘este no es el momento ni el lugar’

“Si tú me preguntas, yo no me sentaría con ella a tomarme un café, a conversar de la vida ni a limar asperezas, porque no tenemos nada que limar, porque no volveríamos a ser amigas. Y no le deseo mal para nada. Ojalá que tenga una vida linda, que su hija crezca preciosa, maravillosa, sana.

«No tengo ningún deseo malo para ella. Y las peleas fueron de cabra chica y que todos nos reímos. Por eso lo que pasó en el funeral fue como que lata, porque me la carga a mi y no soy yo. Pero, bueno, son situaciones”.