Eliseo Salazar repasó a los famosos que evitan hablar de su “vida privada”
Eliseo Salazar debe ser uno de los primeros personajes en Chile que no solo hicieron ruido por su carrera deportiva. El ex piloto de carreras también copó página de la prensa rosa por su matrimonio con Raquel Argandoña, uno de los episodios más recordados de la farándula ochentera.
La noche del 10 de marzo de 1984, Raquel y el entonces piloto de Fórmula se casaron en la Iglesia San Francisco, con 15 mil curiosos fuera del recinto religioso y el resto del país viendo las alternativas del enlace por diarios, revistas y televisión.
Luego lo siguieron una serie de polémica y escándalos. El episodio más recordado fue la “balacera” que ocurrió en la casa que compartían, noticia que fue abordada por la prensa de la época. Su separación, a dos años de su matrimonio, también provocó revuelo en la opinión pública.
Eliseo se tuvo que acostumbrar a ser blanco de la prensa rosa. Y hoy, casado con Evelyn Galdames, 30 años menor que él y con quien tiene dos hijos, hace una feroz crítica a los famosos que evitan hablar de su “vida privada” como si fuera algo prohibido.
En conversación con Intrusos, durante la gala de la película Mi Amigo Alexis, el ex piloto se refirió a las revelaciones que Argandoña ha hecho en el matinal Bienvenidos. Fue en ese instante que Eliseo criticó a los rostros que evitan la farándula:
Eliseo Salazar: “Lo he dicho siempre: no estoy muy de acuerdo en eso. No me gusta cuando uno, que es público, decir ‘no quiero que hablen de mi vida privada’, porque si uno está en algo público, es parte del juego… En ese sentido, es algo inevitable.
“No creo cuando algunos famosillos dicen ‘no me gusta que hablen de mi vida privada’. Si no les gusta, que se dediquen a algo que no sea tan público. Y no es que te guste, pero tienes que hacer un balance. Y muchas veces no son costos, porque cuando algunos de nosotros vamos a un restaurante, y no hay mesas, te buscan una. Tiene pros y contras. No todo es negativo ni mucho menos.
“Tiene un límite cuando son cosas demasiado añejas. Pero ya te digo, es parte de mi vida. Pero ya pasó, tenemos dos hijos. Entonces, hay momentos y momentos. Pero es un balance…”.
