Glamorama
Pancho Saavedra en el primer capítulo de la nueva temporada. IMAGEN: CANAL 13

Pancho Saavedra habla de los casos más duros de la nueva temporada de Contra Viento y Marea

Autor: Francisca Varela / 27 junio, 2019

Contra Viento y Marea es uno de los proyectos más queridos de Pancho Saavedra en Canal 13. El espacio, que ayuda a parejas a casarse, estrena este domingo su tercera temporada. El abandono, la discriminación, la drogadicción y nuevamente la muerte de uno de los novios son parte de las dramáticas historias que se vivirán.

La novedad de esta temporada es la historia de dos mujeres que quieren llegar a concreta el Acuerdo de Unión Civil (AUC). Mientras que el primer capítulo tratará la historia de dos jóvenes de Valparaíso que quieren contraer matrimonio, pero sus familias están en contra.

Pancho Saavedra adelantó a Glamorama detalles sobre este primer episodio. Además, reveló los momentos más duros que le tocó vivir en los 13 capítulos que tiene esta nueva temporada:

Pancho Saavedra: “En el primer capítulo, conocemos la historia de la mamá de la novia. Es bastante estremecedor lo que pasa, porque es una mujer que está metida en las drogas, que además tiene un hijo de dos años. Y lo que se provoca es tremendo, porque nosotros, al final del capítulo, logramos meter a la mamá a rehabilitación.

“De alguna manera, este Contra Viento y Marea fue dando un giro social y ya no es solamente la anécdota del vestido, del matrimonio. No. Ahora nos metimos a tratar de intervenir y por eso también decidimos regalarles un auto a los novios. Porque si ellos habían tenido la generosidad de contarnos su historia, queríamos intentar dejar una huella. Y si podíamos apoyarlos de esa forma, bienvenido sea”

¿Qué más vamos a ver en esta nueva temporada?

“Yo creo que en esta temporada nos pegamos un avance en nuestro humilde aporte en la lucha por la diversidad, por lo derechos LGTB. Hay un Acuerdo de Unión Civil entre dos mujeres. Yo creo que este programa, cada capítulo es una biografía social de muchos problemas que estamos hoy día viviendo en nuestra sociedad.

“Estamos también trabajando en una historia en tiempo real. Unos chiquillos, que son vendedores ambulantes y salieron a pedir pega, tuvieron un accidente en moto y él quedó parapléjico. Se tiró encima de la novia para protegerla. A la novia no le pasó nada. Y lo primero que hizo al abrir los ojos en la UTI fue decirle ‘cásate conmigo’. Estamos haciendo historias en tiempo real, dos a tres en paralelo y la realidad a veces supera la ficción.

“Nosotros, creo que a través de los capítulos vamos visibilizando situaciones que pasan, pero que no nos damos el tiempo ni nos detenemos a analizarlas. Estamos mucho más preocupados de agredirnos en Twitter, de lo que está pasando con el partido. Y de repente no nos damos cuenta que, al lado, que a dos horas de tu casa hay una persona que está sufriendo, que está sufriendo maltrato.

“Entonces, yo creo que este programa tiene eso. Y que a mí me ha permitido desarrollarme y sentirme feliz. Porque finalmente hoy día hay una búsqueda social importante y uno puede ser una radiografía social, que a mí me tiene contento y me siento realizado. Me gusta lo social, cuando está el regalo del auto y todas esas cosas. Yo digo ‘que rico pasar por la vida de una persona y que recuerden como alguien que no fue solamente a grabar su historia’. A mí me daría pudor y sentiría que es morboso pasar por la vida de una persona sin tocarla, sin hacer un cambio, ¿cachai?

¿Ese era el objetivo inicial del programa?

“No, al principio el Contra Viento y Marea era volver a vivir el Cásate Conmigo. Pero yo sentí que hacer historias que finalmente… En Cásate Conmigo era como anecdotario, nada más. Y cuando acá empiezan a pasar historias, me acuerdo que me topé con el primer caso de un novio que tenía cáncer. Yo le dije a Mariano, al editor, ‘ni cagando hago este caso, si nosotros no ayudamos, si no le cambiamos la vida, si no le ayudamos con su terapia, si no hacemos un llamado telefónico al ministro, ni cagando’.

“Así fue naciendo este giro que, de alguna manera, convierte al Contra Viento y Marea en un programa del área de docurrealidad, en un programa que es como una película. O sea, tú lo viste, es como una teleserie, como una película, ¿cachai? Tiene todos los elementos. Hay finales tristes, hay finales alegres, hay misiones que se cumplen, otras que se abortan en la mitad.

“Pero eso es al final este programa. Y además es un reflejo y una radiografía de lo que está pasando. La violencia, el maltrato, las drogas, las enfermedades, los prejuicios, la discriminación, el abandono, no es… A mí me gusta mucho hacerlo. Me emociona hacerlo”

¿En esta temporada qué fue lo más fuerte que tuvieron que enfrentar?

“La muerte de un novio, de Ricardo, que es el segundo capítulo. Me agarré en la calle con un funcionario del Ministerio de Hacienda que discriminó a las dos lesbianas en la calle. Yo lo salí siguiendo y fue heavy, un agarrón muy heavy. Y el rechazo del papá a este novio, el del primer capítulo, me dio mucha pena, mucha pena, porque no hubo cómo hacerlo entender. Yole dije en un momento ‘después, si a su hijo le pasa algo, no vaya a llorar arriba de su cajón, porque esas lágrimas de cocodrilo no se las creo’.

“Entonces, hay momentos que son bien rudos. O sea, el tema de la adicción de la mamá, el lograr convencerla, ver que estaba a cargo de una guagüita de dos años. Y hoy día la novia se encargó de su hermana de 17 y de la guagua de dos años. Cómo no ibas a ayudar a una familia así.

“Estoy contento, ansioso. Pero igual tengo un cierto grado de tranquilidad, porque siento que la gente igual conecta con estas historias. Y yo siento que la gente espera el programa, lo ve, la gente conecta con este programa y le gusta. Entonces, estoy tranquilo, nervioso, pero ansioso, más que todo, ansioso.

“Nos preocupamos de que el look de este primer capítulo fuese en otro lugar que no sea Santiago. Mostrar Valparaíso, mostrar otro entorno y de tocar distintos temas. Así que nada, yo estoy contento, bacán”.