Glamorama
Cristián Arriagada junto a Yamna Lobos. IMAGEN DE ARCHIVO

“Psicopateo… locura por amor”: Yamna Lobos confesó todo lo que hizo para conquistar a Cristián “Monito” Arriagada

Autor: F. V. / 30 septiembre, 2019

Una historia digna de una película romántica. Así fue la forma en que Yamna Lobos conquistó el corazón de Cristián “Monito” Arriagada, con quien tuvo una relación de más de seis años.

Este viernes, en Podemos Hablar, Yamna reconoció que fue ella quien buscó a Arriagada hasta lograr enamorarlo. Y no de cualquier forma.

Según la ex coach de Rojo, lo hizo con una estrategia arriesgada. Lo siguió incansablemente, inventó eventos e incluso perdió dinero. Yamna reveló en el estelar de CHV detalles de cómo logró conquistarlo:

Yamna Lobos: “Yo he hecho hartas locuras, porque soy bien arrebatada y visceral cuando me gusta alguien. Yo hago lo primero que me viene la mente. Pero sí hice una locura muy grande por amor hace tiempo atrás, mucho tiempo atrás y yo creo que ha sido como la más épica en mi vida”

Julián Elfenbein: “¿Épica? Me gustó eso”

Lobos: “Sí, es toda una historia, duró mucho tiempo, más o menos un año. Yo una vez estaba saliendo con alguien y lo estaba pasando súper mal. Fui a llorar a un bar con unas amigas y de repente una amiga me dice ‘oye, acompáñame a esta discoteque’. Al final le dije que no, ‘pero te voy a dejar’.

“Yo andaba con buzo después de haber llorado toda la noche, fatal. Entro, la voy a dejar, me encontré con una persona y al final me quedé conversando con él en el vip, así con buzo, llorando y salí enamorada de él. Entonces, yo dije ‘esta persona es el hombre que yo quiero, el hombre de mi vida’. Y ahí empezó toda mi locura por amor. ¿Y qué no hice por ese hombre? Hice muchas cosas”

“Lo primero fue al día siguiente: terminar con quien yo tenía mi relación actual. Terminé con él por teléfono. Era más niña, así que lo mandé a cambiar por teléfono. Y ahí empezó mi locura media psicópata sí, la verdad.

“Lo que pasa es que tenía cero contacto. Nuestros mundos eran súper distintos. Hice como todo un mapa de su vida y me empecé a hacer amiga de sus amigos y frecuentar los lugares donde él estaba”

Marcelo Comparini: “¿Esto antes de que partiera una relación entre ustedes? Lo ‘psicopatíaste’ heavy”

Lobos: “¡Antes! Yo quería entrar en su mundo porque él no me conocía y yo quería que él me conociera de verdad. Como era yo, mi esencia, y toda esas cosas que se nos ocurren a las mujeres. Y empecé a hacerme amiga de sus amigas, inventar cosas, fiestas, para poder encontrarme con él. Nosotros trabajamos en el mismo rubro… “

Elfenbein: “¿Él era del programa o a qué se dedica?”

Lobos: “No está presente y no es necesario llamarlo, porque no es con quién, sino qué hice”

Comparini: “Pero, ¿qué fue lo más loco?”

Lobos: “Por ejemplo yo, para empezar a conocerlo, inventaba eventos. De repente me contrataban a mí y yo decía ‘oye, ¿puedo ir con tal persona? Él puede animar, qué sé yo’, ‘no’, ‘ya, pero igual yo te lo traigo, no te preocupes, los dos por el mismo valor’.

“Entonces, después, yo le ofrecía ir a un evento a él y yo iba cero pesos, porque cobraba harto. Entonces, me quedaba cero pesos. Pero era solo para estar con él, conversar. Yo decía ‘ya, son tres o cuatro horas’.

“Por ejemplo, un día yo me acuerdo que busqué, era 18, ‘¿dónde va a estar?’ Buscando, no sabía. Investigué que iba a Algarrobo. ‘Ya, vámonos para Algarrobo’ le dije a una amiga. Justo nos habían invitado y él va a estar allá. Le mandé un mensaje de texto en ese tiempo y le puse ‘feliz 18’ y me pone, me acuerdo clarito, ‘¡tiki tiki ti! Qué buenas son las fondas’.

“Le digo a mi amiga ‘está en una fonda’. Partí a buscarlo fonda por fonda. Yo miraba, tenía ojo biónico, ahora estoy piti, pero en ese tiempo no, y miraba hasta que lo encontré en la fonda oficial, lo vi porque andaba con un gorro rojo y dije ‘ahí está’.

“Entré, él estaba bailando con una chiquilla y yo entré así (agachada). ‘Hola’. Él me mira y me dice ‘¿qué estás haciendo acá?’. Porque a todo esto, en mi psicopateo, él ya me había tomado un poco de rechazo, porque estaba en los lugares más extraños.

“Me dice ‘¿qué te pasó? ¿Qué estás haciendo acá?’. Yo empecé a bailar. Justo tocan una ranchera. Lo agarré y le dije ‘¿bailemos?’ y se enojó. Fue nuestra primera pelea sin tener nada poh. Nos mandamos a la cresta. ‘¡Ya no te quiero ver!’. Me fui para Santiago y así pasó un año.

“Yo inventaba todas las técnicas para conquistarlo y todas esas cosas de frecuentar lugares al final me terminó odiando”

Beto Espinoza: “¡¿No sé por qué?!”

Comparini: “No estaba resultando”

Lobos: “No estaba resultando. Entonces yo dije ‘lo voy a dejar tranquilo’, pero le voy a mandar mensajes, un chiste un día. Al otro día: ‘hola, ¿cómo estai?’, así como para que pasara piola, pero estar ahí vigente, siempre presente.

“Hasta el Año Nuevo que un día llegué a la fiesta, hice lo mismo que para el 18. Sabía dónde estaba, pagué una entrada carísima y de entrada me dice ‘¡¿qué haces aquí?!’. Ya había pasado un año. Me dice ‘¡me cagaste el año nuevo! ¡No te quiero ver, aléjate de mí!’.

“Me fui llorando a mi casa. Fue el peor Año Nuevo de mi vida. Lloraba en el piso porque yo soy media intensa, dramática. Lloraba. Dije ‘nunca más, nunca más’. Pasaron tres semanas, le dejé de hablar. ‘No lo quiero ver, es un tal por cual’. Con mi amiga, mi amiga me acompañó todo ese año. Y me puso ‘hola’…”

Elfenbein: “¡Le puso ‘hola’! (aplauden)”

Lobos: “¿Qué pasó? Como no le mandé mensajes durante tres semanas después de un año, me extrañó poh. Se había acostumbrado y listo”

Espinoza: “El síndrome de Estocolmo”

Lobos: “Nos pusimos a conversar y, por casualidad, la primera casualidad en un año, teníamos un amigo en común que era mi mejor amigo de infancia, su compañero de colegio y nos encontramos en un asado.

“Y ahí yo le digo ‘oye, tengo una pega’. Esto era verdad. ‘Me voy de gira al sur y necesitan un animador’. Te lo juro que era cierto. Ahí ya no perdía plata, ya había perdido mucho. ‘¿Te animas? Hagamos el contacto’. Y al otro día me dice ‘sí, voy’. Nos fuimos 15 días. Como la última semana dijo ‘¿sabes qué? De verdad, tengo que reconocerlo, me gustas y me enamoré’”

Elfenbein: “¿Estuvieron juntos cuántos años?”

Lobos: “Muchos años”

Elfenbein: “Muchos años. Le mandó un saludo a Cristián Arriagada”.