Glamorama
José Martínez y Javiera Acevedo en una imagen de archivo.

“No se dejen influir por las mujeres tanto”: José Martínez se sinceró sobre su quiebre con Javiera Acevedo

Autor: C. Z. / 3 octubre, 2019

José Martínez y Javiera Acevedo estaban a las puertas del altar. Pero todo se derrumbó. En enero de 2016 se confirmó que la rubia terminó la relación y se fue de la casa que compartían en Ñuñoa.

“Fue una decisión muy valiente… yo fui muy valiente al tener que tomar esta decisión. Lo más fácil es casarse estar un par de años y quien sabe. Y sentí de corazón que no era el momento. Fue mía (la decisión) absolutamente mía”, declaró meses después Acevedo.

Martínez, en tanto, fue más reservado. Luego del quiebre, el actor guardó silencio y pudo superar el término. Actualmente tiene una relación con Aurora, una artista visual y madre de Gaspar, su hijo de tres meses.

Pero el tema sigue latente a pesar del tiempo. A tres años del quiebre, José sacó la voz. En entrevista con el late Síganme Los Buenos, del canal Vive, el actor se sinceró sobre las razones de la ruptura y contó su verdad:

Julio César Rodríguez: “¿Te dio lata que la Javiera hablara en el programa este, La Divina Comida, de por qué habían terminado?”

José Martínez: “¿Dijo? ¿Y qué dijo?”

Rodríguez: “No, que ella había tomado la decisión, que no se sentía segura…”

Martínez: “Ah…”

Rodríguez: “¿Te dio lata?”

Martínez: “O sea, me estoy enterando ahora”

Rodríguez: “Ya, pero esto pasó en marzo poh, José”

Martínez: “Pero que no veo esas cuestiones”

Rodríguez: “Programa de cocina, de comida”

Martínez: “Ya, sí, pero, ¿qué me importa a mí? Yo estoy feliz poh”

Rodríguez: “Dijo algo bonito, dentro de todo es bonito. Dentro de todo, dijo que ella se había arrepentido de casarse porque creía que el matrimonio era para toda la vida y que la historia de ustedes no iba a ser para toda la vida”

Martínez: “Puede ser, puede ser… Tiene razón… No, absolutamente de acuerdo. Y yo estoy súper contento. Claro, y pasó harto tiempo. Súper feliz. De verdad, no éramos para estar juntos. Yo le deseo lo mejor”

Rodríguez: “Se la jugaron, pero…”

Martínez: “No, no…”

Rodríguez: “O sea, te diste cuenta, pero en el momento uno está ahí enamorado, metido en la relación”

Martínez: “Pero después estaba feliz”

Rodríguez: “¿Y cómo te dai cuenta de eso?”

Martínez: “Porque después de que sales de las relaciones te das cuenta en qué estabas metido. Y a veces uno también es medio… No sé”

Rodríguez: “Obsesivo…”

Martínez: “Y agacha el moño y está ahí. Hay que tener cuidado igual, porque las mujeres pueden ser…”

Voz en off: “Pueden ser gerentes de felicidad”

Martínez: “Claro, te manejan, si las mujeres tienen un buen manejo. No me ha pasado una vez. Me ha pasado varias. Entonces, hay que tener ojo, uno que a veces es medio… ¿Cómo se podría llamar? ¿Mamón? No, mamón no, porque…”

Voz en off: “Regalón, querendón…”

Martínez: “Claro, como medio aweonao (ríe)… Macabeo, esa es la palabra”

Rodríguez: “Dejémoslo en sumiso, tranquilo”

Martínez: “Y uno después se para. ‘Oye, ¡pero qué pelotudo que fui!’. No, ahora estoy más heavy. Me ha costado. Yo he tenido, ¡bu!, imagínate la cantidad de parejas que he tenido”

Rodríguez: “Y cuando terminan, ¿te sirvió para crecer en ese respecto, con la Javiera, para crecer, darte cuenta?”

Martínez: “Para darme cuenta, claro. No es la primera vez que me pasa”

Rodríguez: “O sea, repetías patrón. Es muy bueno trabajarse eso”

Martínez: “Yo fui al sicólogo. He hecho todas esas cuestiones. Pero estoy bien ahora. Ahora estoy así, como más clarito”

Muestran una imagen de José y Javiera.

Rodríguez: “Lo bueno es que la relación te sirvió para crecer, para darte cuenta. Es tu personalidad. ¿Y te trabajai eso? Estamos conversando algo súper importante para la gente: los patrones de conducta”

Martínez: “Es que a veces te agarran en un momento en que no estás muy bien, como de autoestima en el fondo, emocional. Entonces, en eso hay que tener claridad. A veces te bajan la autoestima. Hay que estar clarito de lo que pasa, porque las relaciones de pareja son súper complejas. Y justo en esa época estaba yendo al sicólogo. Además, se había muerto mi papá. Fueron varias cosas juntas”

Rodríguez: “¿Sentiste que con la Javiera te apagaste un poco?”

Martínez: “Sí, sí, en ese momento, sí. Culpa mía absolutamente. No estamos culpándola a ella. Pero uno tiene que estar claro en lo que es y lo que quiere hacer”

Rodríguez: “Y por eso después terminaron, porque lo habían anunciado. Después que se separaron, tú, ¡pa!, brillaste”

Martínez: “Absolutamente. Eso me pasa, en general, porque después tuve otra relación más, y así. Ahora tengo otra relación nueva. Acaba de nacer un hijo. Estoy feliz. Puedo hacer las cosas que quiera hacer, que eso es lo más importante en el fondo para uno, para sentirse contento, hacer las cosas y que nadie te juzgue ni te opine, porque te conocieron así y ya”

“En el fondo, como consejo, para cualquier hombre, es que no se dejen influir por las mujeres tanto, que realmente crean en lo que quieren hacer y sigan adelante. Que no les corten las alas. Eso más que nada”

Rodríguez: “Y con la Javiera, ¿tú sentiste eso?”

Martínez: “¡Y dale! ¡Pesao! (ríe)”

Rodríguez: “No, pero si en serio… Estoy preguntando. Si estamos todos metidos”

Martínez: “No, pero si un poco, así como así…”

Rodríguez: “Pero, a pesar de eso, tú no saliste de la relación. Si para allá voy. Lo mío es más profundo. Lo de ustedes (apunta al backstage), es farándula. Lo mío es sicología”

Martínez: “¡Mentiroso! Ellos lo sienten y están de acuerdo conmigo. Lo tuyo es copucha”

Rodríguez: “No, porque ya tenemos la historia, porque ella la contó y tú das la otra parte. La tenemos. Mi historia es que, a pesar de que tú te sentías así, tú no tomaste, tú seguías. Ese es mi compromiso con la conversación”

Martínez: “Sí, claro, digo que uno se apaga y se apaga tanto que quedas así como…”

Rodríguez: “Finalmente, ella tomó una buena decisión para los dos”

Martínez: “Absolutamente, pero absolutamente. Fue la mejor decisión. Hay gente que no se compatibiliza. Éramos compatibles para ser amigos, no pareja, puede ser. Ahora, tampoco somos amigos. Me la encontré hace poco. La saludé. Amorosa”.