Glamorama
Andrés Caniulef en una imagen tomada de la pantalla de Lo Que Se Ve No Se Pregunta, de TV+.

Andrés Caniulef y sus inicios en Canal 13: «El apellido pesaba más que la condición sexual en el sentido peyorativo de mirar en menos. Había gente que me preguntaba si mi apellido era francés…»

Autor: C. F. R. / 22 diciembre, 2019

Andrés Caniulef reapareció luego de un extenso período internado en centros de rehabilitación tras excesos y depresión.

El periodista de 42 años salió de Canal 13 a comienzos del otoño pasado y ahora permanece, de lunes a viernes, en un centro de Chicureo. Los fines de semana sale y se reúne con sus padres.

Caniulef lo perdió todo.

Ahora, en la entrevista que emitió el canal TV+ -en su programa Lo Que Se Ve No Se Pregunta, conducido por Juan Pablo de la Hoz- demuestra lo que ha logrado en la avanzada etapa del tratamiento que vive.

En un tono tranquilo y optimista el profesional hizo un repaso de su vida, desde sus humilde niñez, sus esfuerzos para entrar a la universidad y como fueron sus inicios a Canal 13, donde comenzó haciendo la práctica en 2002. Entonces la señal era propiedad de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Este es parte de su relato:

Juan Pablo de la Hoz: «¿Qué pasaba contigo en un canal católico y teniendo claro, para ti, la homosexualidad?»

Andrés Caniulef: «Reprimido. Me sentía súper coartado, súper poco libre. Y algunas veces me sentía falso…

«Nunca inventé historias heterosexuales, nunca tuve pololas ficticias. Simplemente no hablaba cuando no había que hablar.

«Afortunadamente yo venía en la transición desde los Honorato a la nueva generación de Coni Santa María y Daniel Matamala, que era una generación súper pro, súper cool, y ahí me sentí cómodo y bien acogido».

De la Hoz: «¿En algún momento te sentiste mirado en menos por la idea que tenían de que eras homosexual?»

Caniulef: «El apellido pesaba más que la condición sexual en el sentido peyorativo de mirar en menos. Había gente que me preguntaba si mi apellido era francés. Entonces yo lo miraba con cara de ‘¿me estás weviando, me estás hablando en serio o te estás burlando de mi?’.

«Nunca nadie se pudo imaginar que había un apellido mapuche trabajando en Canal 13. Eso fue lo que pasaba.

«Nunca me sentí relegado por la condición sexual. Al contrario, creo que le supe sacar provecho. El ser distinto en varios sentidos lo tomé como una fuerza y como potenciar.

«Lo que hice fue hacerme aún más distintivo. Mis corbata ya no era azules… Eran verde fluorescente, eran naranjo, eran pistacho, eran rojas. Alguno me dijo ‘pero tus corbatas son muy coloridas’. Después vendrían las humitas»