Glamorama
Daniella Campos viendo su participación en Miss Mundo 98. IMAGENES: CANAL 13

“Iba con toda la humanidad afuera…”: Daniella Campos desclasificó impasse con parte superior de su vestido tejido a crochet en el Miss Mundo 1998

Autor: C. Z. / 11 diciembre, 2019

Daniella Campos saltó a la fama a fines de los 90. Su romance con Iván Zamorano, junto al recordado episodio en la discoteque Skuba con Titi Ahubert, hito fundacional de la farándula nacional, se suman a su éxito en los concursos de belleza.

El más destacado fue su participación en el Miss Mundo 1998. Daniella representó a Chile en la competencia realizada en un lujoso resort de las islas Seychelles. Allí llegó a ser una de las 10 finalistas del certamen.

En medio del concurso, vivió situaciones anecdóticas. Una de ellas la desclasificó este martes en el late Sigamos de Largo:

Daniella Campos: “Tengo una anécdota que nunca la he contado. ¿La cuento? De verdad me pasó. No sé si ustedes vieron el traje que recién pasó. Tenía el tajo acá al lado. Y arriba era tejido, era tejido a crochet. Entonces se mandaron a hacer unos parches para mis pechuguillas, unos parches especiales del mismo color de mi piel, que iban enganchado al vestido y todo.

“Y eso que cuentan, que las gallas se meten donde están las bodegas y te cortan los zapatos, te rompen… Bueno, a mí me quitaron los parches. ¡Me los robaron!”

Maly Jorquiera: “¿Y de dónde era esa weona?”

Campos: “No tengo idea. Y no sé si era una weona. Y la verdad es que tuve que ponerme… Yo tenía una entrevista con el jurado, entre ellos el señor Morley. Tenía ochenta y pico años… ¡Y no, galla! Me tuve que poner el vestido así (se para). Así, con el tejido a crochet. Entonces, como que iba con toda la humanidad afuera.

“Entonces, llegó, me siento, porque eran unas mesitas con un reloj, de estos relojes antiguos. Entonces, tenías un tiempo para contestar- Iba sonando y tienes que cambiarte de mesa. Entonces, yo me quedo sentada y el señor Morley estaba ahí. Me hablaba y sonó el timbre. El señor me decía ‘quédese’. ¡Y yo estaba absolutamente segura que me estaba mirando las pechugas y todo!

“Estaba entre indignada, pero tampoco podía hacer nada, pero compuesta. No se me movía un pelo”.