Glamorama
Savka Pollak en una imagen de archivo.

El tercer quiebre matrimonial de Savka Pollak: “Yo creo en el amor. Entonces me caso, tengo hijos. Pucha, no me resulta, me han gorreado…»

Autor: Carlos Zúñiga Jara / 23 enero, 2020

“Yo creo en el amor. Entonces me caso, tengo hijos. Pucha, no me resulta, me han gorreado. He sido bien adicta a relaciones tóxicas. He tenido un tema con eso que lo he trabajado siempre», cuenta Savka Pollak.

La animadora y panelista de 46 años, con más de 25 de trayectoria televisiva, se divorció de su tercer marido, José Manuel Brañes, traumatólogo con quien se casó en 2014 y padre de la menor de sus cuatro hijos.

«El matrimonio étnico de Savka Pollak, con Alvaro Scaramelli tocando cuencos tibetanos», tituló entonces Glamorama sobre la boda donde la novia dio el «sí» mientras vivía su quinto mes de embarazo.

La separación legal de Brañes se oficializó en septiembre pasado y hoy Pollak dice que este tercer quiebre matrimonial le ha reflexionado y ha crecido.

«Te abre el camino a la creatividad, a conectarte contigo, crecer, explorarte, mirar el por qué. Tener tiempo para mí, espacio para mis pensamientos, para mis ideas”, explica sobre el proceso que además comparte en sus charlas motivacionales, el giro que le dio a su carrera y del cual habla en extenso en otra parte de esta entrevista -LEALO AQUI-.

El rostro de programa clásicos de los años ’90 como El Club de Amigos de La Red o Video Loco habla con pausa y una dosis de humor sobre su separación:

Glamorama: ¿Cómo ha canalizado este proceso en las charlas que realiza actualmente?

Savka Pollak: “Llevo separada un rato, casi dos años. Y ha sido un período re choro porque también he estado viviendo las cosas y tratando de entenderlas desde mí.

«No quiero meterme en el tema puntual de la relación de pareja, pero evidentemente el quiebre motiva. Aunque este movimiento parte antes, pero termina dándole sentido, porque te vas encontrando con mujeres que realmente traspasan, emprenden o se atreven frente a situaciones de vida que las ponen en esos lugares. En algunos casos puede ser la muerte del marido, que los niños crecieron, una separación, de repente te echan del trabajo.

«Los períodos de quiebre emocional te abren el camino a la creatividad, a conectarte contigo, crecer, explorarte, mirar el por qué. Tener tiempo para mí, espacio para mis pensamientos, para mis ideas”

¿También es perderle miedo a fracasar en el compromiso?

“Yo cierro mil veces las puertas a todo. Pero cada vez que me equivoco vuelvo a intentarlo en todo sentido”

Ahora que está bien nuevamente, ¿hay quizá también un poco de humor en la mirada? 

“No tengo ninguna duda de que sirvió. He amado con todo mi corazón, me he entregado y he soñado. Lo he pasado bien en mis relaciones, como todo el mundo. He pasado por momentos buenos, malos. Y llegan momentos de quiebre que tiene que ver más con situaciones personales. Después se pasa y vamos de nuevo… (ríe)”

¿Le hacen bromas por esto? Porque uno recuerda el ejemplo de Elizabeth Taylor (la famosa actriz fallecida en 2011 que se casó ocho veces)»

“Ah, sí poh, todo el tiempo. Hace tiempo que todo en la vida me lo tomo con humor. Soy la primera en reírme de mí misma. De hecho, cuando doy mis charlas es lo primero que digo. Y el emprendimiento… Dicen que tienen que ser 10 emprendimientos y en el décimo resulta (ríe). Juego con eso, con la broma, y lo tomo de la mejor manera.

“Yo me río, pero lo analizo. Tampoco me da lo mismo. Siempre trato de ver donde estuve. Uno se hace un análisis y no solamente en este tema, sino que en todos. Cuando uno va soltando relaciones laborales, cuando van los chicos creciendo, toda la vida es un crecimiento constante y de acomodarse entre una situación y otra”.