Glamorama

“No tenía qué comer. Hacía cundir un tarro de jurel una semana…”: Carolina Molina, «La Rancherita”, contó el período de pobreza que vivió tras salir de Rojo

Autor: C. Z. / 16 marzo, 2020

Carolina Molina cocinó, cantó y habló sobre diferentes momentos de su vida en La Divina Comida.

La cantante de 38 años -que se hizo conocida como «La Rancherita» en la primera versión del programa de talentos Rojo, en TVN- hoy tiene su casa en México, donde consiguió hacer carrera. El año pasado estuvo en la versión de ese país del famoso show estadounidense The Voice.

En el programa de cocina y conversación de Chilevisión, Molina compartió con Adriana Barrientos, Ignacio Lastra y Stefano Massú.

En una de las sobremesas, Molina reveló el período de aflicción económica que vivió tras salir de Rojo:

“Un día voy de invitada a uno de los programas del canal, de TVN. Se me acerca un productor de Rojo, a mí y a mi representante de ese tiempo, porque empecé a tener representante.

«Entonces va este productor y le dice ‘va a venir un programa de talentos y queremos que Carolina esté ahí’. Y él va y le dice ‘no, porque ella ya es profesional’. Y ahí llamaron a la María José Quintanilla y salió para arriba la María José, con discos de platino. Y yo así como ‘¡no! ¡¿Por qué no acepté?!’.

“Pasó el tiempo y todo estaba enfocado en el programa Rojo. Invitaban a la gente de Rojo y nadie más. Y le digo a mi representante ‘yo me quiero meter’. Y me dijo ‘si tú entras, entonces ya no trabajamos más’. Y yo dije ‘voy a ir’. Y fui al casting. Quedé dentro de los 12 seleccionados para entrar a Rojo”

Ignacio Lastra: “¿Y cómo te fue?”

Molina: “Como el forro… No estaba preparada y, aparte de eso, generé muchos anticuerpos en mis compañeros. Cuando yo entro justo viene la gala de Rojo y ensayé con la María José para cantar una canción, pero mis compañeros me agarraron mala onda altiro, porque me estaban dando esa oportunidad.

“Salí de Rojo y se me acabó el mundo. Yo dije ‘es el programa de talentos y cantantes y que te echen de ahí como que no sabes de esto. Devuélvete y a tu casa’.

«Yo no me quería devolver a Quillota, porque si me devolvía, mis papás me iban a decir ‘quédate acá y ponte a trabajar con nosotros. No es lo tuyo’. Y para ellos era como un juego que yo cantara. Yo quería que ellos me vieran como profesional.

“Se me empezó a acabar la plata que tenía, los ahorros, y no tenía que comer. Hacía cundir un tarro de jurel una semana.

«No tenía qué comer. Y agarré una estrategia. Me iba a los restaurantes y yo tenía un celular de esos antiguos, y dejaba el teléfono con la alarma para que me sonara tres minutitos después. Y típico que vas a un restaurante, te pasan la carta, te ponen el pan, la mantequilla y el pebre, y yo me hacía el pan con la mantequilla y el pebre y me lo comía antes de que sonara la alarma del teléfono.

“Y sonaba y decía ‘¿aló?’, como que era una llamada. Y decía ‘ya, voy altiro, voy altiro’. Y le decía al garzón ‘perdón, me voy a tener que ir’, y me iba. Y ese era mi almuerzo. Me iba de restorán en restorán. Y todo este rato almorzando eso” –AQUI EL VIDEO-.