Glamorama
Wilma González junto a su pololo Nicolás Seguel y la familia de él en el hogar donde pasan la cuarentena, en una foto compartida por ella en su instagram @wilmagonzalezfit

Wilma González sobre su cuarentena en el hogar de la suegra: «Somos todos bastantes hippies, no nos hacemos mucho problema, si uno quiere pasar la aspiradora, la pasa y listo…»

Autor: Fran Varela / 23 junio, 2020

“Lejos de victimizarme ni nada, porque sí, no me ha ido bien en lo económico, pero eso se recupera. La parte de la familia, del cariño, de la gente linda, no me puedo quejar», dice Wilma González.

La figura televisiva española radicada en Chile realizó un contacto con el programa que Nataly Chilet emite en vivo a través de Instagram.

La ex participante de los realitys Mundos Opuestos y Pareja Perfecta sufrió la pérdida de sus trabajos y estancamiento proyectos laborales tras el estallido social y la llegada del coronavirus.

Entonces, González aceptó la ayuda de se suegra, madre de su pololo Nicolás Seguel, estudiante de ingeniería de 24 años. Dejó el departamento que arrendaba y está viviendo, junto a su hijo Noah, de nueve años, en el hogar de la familia de Seguel.

La también preparadora física de 36 años se refirió, entre otros temas, a este proceso durante la conversación por la red social:

Nataly Chilet: “Decías que tu suegra te había invitado, ella te dijo ‘si quieren vénganse para acá’”

Wilma González: “En un minuto Nico y yo estábamos muy agobiados, al final no lo decíamos mucho, pero yo creo que se notaba. Estábamos acá unas semanas pasando la cuarentena y ya fue como ‘¿para qué van a estar gastando en el alquiler y en todo?’. Es mucho gasto y al final pasábamos durmiendo acá. Como que pasamos la cuarentena mejor todos juntos”

Chilet: “¿Y en la práctica cómo lo hacen? En la limpieza, las cosas cotidianas, ¿cómo se organizan?”

González: “Entre todos, cada día uno lava los platos, cocinar, últimamente está cocinando mucho la abuelita de Nico, la mami que le llamamos nosotros. Por lo menos yo no tengo tiempo, estoy con muchos personalizados, ya a esta hora estoy con unas ojeras.

“Pero en verdad somos todos bastantes hippies, no nos hacemos mucho problema, si uno quiere un día pasar la aspiradora, la pasa y listo. Nos vamos organizando, pero no hay una obligación estricta, cada uno lo hace y todos aportamos el granito de arena. Es bastante fácil convivir, la gente se hace mucho problema”

Chilet: “Tuviste suerte, porque a veces no es tan fácil”

González: «Claro. Además siempre está ese chiste que hacen de la suegra y no sé qué.  No es mi caso”

Chilet: “Uno tiene la imagen, totalmente distinta en este caso, que es la mujer autoritaria, que puede tratar de quitarte espacio, que puede tener celos con su hijo”

González: “Claro, y más porque es más pequeño que yo, entonces puede haber como una protección mayor. Pero no, al contrario.

“Siempre viví sola y esa parte me costó, pero a mí me encanta convivir con gente, si en verdad no me gusta tanto estar sola y soy bastante fácil para convivir. Pero la frustración de ‘ay, no me la pude’, de no me la pude sola con Noah, igual necesito ayuda.

“Me cuesta mucho el tema de pedir ayuda, con los años he ido aprendiendo, de hecho ahora de algún modo yo pedí ayuda y la acepté»

Chilet: “Tienes planes en lo profesional y en el mundo de los negocios, en los empresarial, te compraste un carro”

González: “Es que me coincidió todo, porque nos compramos un food truck, pedimos un crédito los dos. Yo nunca había pedido, me estresa mucho el tema de tener deudas, nunca había tenido deudas. Esa presión de tener que pagar algo, lo pasó mal.

“Nos embarcamos en eso porque funciona, la comida es un negocio que funciona, es algo primordial. A partir del estallido social nos pusimos a hacer comida, la vendimos y nos fue súper bien. Así que dije ‘bueno, formalicemos esto’, porque fue muy al lote por esos días.

“Entonces pedimos el crédito, nos lo aprobaron, compramos el food truck, estuvimos todo el verano haciendo burocracia, porque tampoco es tan simple, y está bien porque es comida. Y justo viene la pandemia.

«Donde lo íbamos a abrir claramente no lo podemos abrir, porque es afuera de un Duoc y de un centro deportivo y este tipo de establecimientos fueron los primeros que entraron en cuarentena. Y está bien que así sea, pero a uno como emprendedor…”

Chilet: “Es duro. ¿Y qué estaban vendiendo? Me contabas que antes de comprar el carro estaban vendiendo”

González: “Hamburguesas veganas de todo tipo, mucha comida vegana y curiosamente era lo que más se vendía”

Chilet: “¿Y tú cocinas?”

González: “Sí, cocino harto. Mi mamá se dedicó, fue chef muchos años, me enseñó harto, tengo una buena escuela. Y sí, se me da súper bien. No soy chef ni nada, pero sí se me da muy bien cocinar”

Chilet:: “Y delivery en estos tiempos, ¿lo has pensado como una alternativa?”

González: “Lo pensé, pero y al principio estaba un poquito negativa, hace dos meses atrás no hallaba qué hacer, no sabía si hacer delivery.

“Hablé con un amigo, que él sí que está en la gastronomía hace por lo menos 20 años, de hecho él iba a ser nuestro socio, porque yo sé cocinar, pero las personas que se dedican a esto saben las cantidades y cuanto hay que comprar. Y justo tengo un gran amigo que va a hacer nuestro socio cuando esto pase.

“Pero me he puesto a dar personalizados y estoy ahora sin tiempo de nada. Hace como dos meses me vino este bajón que no sabía qué hacer, que dejé a mi amigo sin pega, que yo no podía ejercer en lo que había invertido, que ahora en julio tengo que empezar a pagar.

“Y mi suegra me dice ‘¿por qué no te poner a dar clases personalizadas por Zoom?’. Le dije ‘no creo que resulte, porque muchas veces he tratado de vender cosas por Instagram y tampoco me ha funcionado’. Estaba muy en esa parada negativa.

“Me convencieron y he hecho como siete personalizados. Entonces no me da tiempo, o hago delivery o los personalizados, y me voy a enfocar en los entrenamientos por Zoom, que es lo que estudié. De momento voy a estar con eso.

“Estuve en Prodep, una escuela profesionalizada de varias ciencias del deporte, la mía es preparador físico y coach fitness, terminé el 2018.

«Trabajaba con empresas, haciendo pausas activas y muchas cosas. Pero con el estallido social todo el dinero que me entraba fijo se cayó. Porque muchas empresas, que el toque de queda, que después la gente se iba antes a sus casas y mis actividades siempre eran después del trabajo.

“Se paró todo con el estallido social y la pandemia tampoco deja reactivar mucho toda esta parte de trabajo que yo tenía”.