Glamorama
Kika Silva en una foto del archivo Glamorama, en un evento antes de la pandemia.

«Conocí a un hombre en el edificio… Veníamos prendidos cada uno por su lado, un sábado a las 3 AM»: cómo Kika Silva encontró compañía en plena cuarentena

Autor: Equipo Glamorama / 18 septiembre, 2020

«Por primera vez en mi vida tengo ganas de tener un pololo, para no estar tan sola en la noche”, contaba Kika Silva en abril pasado, cuando Santiago llevaba poco más de un mes en cuarentena y ella la vivía sola en su departamento y con serios problemas para dormir.

La figura televisiva finalmente logró superar esa situación. Así lo contó en un contacto que realizó esta semana con el espacio que Martín Cárcamo emite en vivo por instagram.

Silva habló sobre sobre su época de atleta y de los prejuicios que vivió en el colegio por dedicarse al modelaje, entre varios otros temas. En tanto, sobre como fue mejorando su vida de encierro en estos meses afirmó:

“Con respecto al tema de pareja, al principio de la cuarentena, cuando estaba en este hoyo negro por así decirlo, me sentía muy mal de estar sola. Como que mi cabeza decía ‘que lata seguir sola, ¿por qué siempre estoy sola?, ¿qué me pasa?, ¿por qué siempre sola?’.

“Ahora me pasa al revés, estoy como enamorada de estar sola, me encanta mi soledad. Sé que si algún día llega una persona, hasta ahí llegaste, me imagino que ahí voy a querer estar con alguien. Pero hoy día escojo estar sola, me encanta la etapa que estoy viviendo y me pasó todo al revés, dije ‘mejor estar sola en la cuarentena que acompañada’. Me estoy poniendo tan mañosa que no sé si aguantaría a alguien”

Martín Cárcamo: “Si es verdad, cuando pasan los años uno también se pone mañoso, tú todavía eres chica. Pero también tú habías tenido un período largo de pololeo, ¿cuánto duró tu pololeo?”

Kika Silva: “Sí, mucho, yo lo conocí a él a los once años, partí pololeando alrededor de los catorce. Hoy día tengo 28 y hoy día sé que ya estoy un mil porciento soltera. Fueron muchos años de seguir ahí en contacto”

Cárcamo: “¿Has conocido gente en modo pandemia?”

Silva: “Sí, he conocido gente. Incluso me pasó que un día me topé, como tipo tres de la mañana, con una persona que no conocía en mi edificio. A ese nivel. Como veo a mis vecinos constantemente, mis vecinos tienen amigos y había fin de semanas que quizás algún amigo del vecino se venía a dormir para acá. Y me tocó conocer gente en formato completamente encerrados. Incluso hace rato ya, cuando era cuarentena total”

Cárcamo: “Ahondemos, eso me llamó la atención, es como de película”

Silva ríe: “Es que no sé si quiero ahondar tanto. Conocí a un hombre en el edificio. Ya, voy a ser más directa. Pero buena onda, amistad, amigos. Pero me pasó que yo, que en verdad nunca conocía a nadie, o eso sentía, no podía creer que me pasó con la cuarentena total. Y he escuchado harta historia de distintas personas que también les ha pasado. Entonces a lo que voy es que nada es tan malo, todo siempre tiene su lado bueno”

Cárcamo: “Ya, pero entendiendo que hoy día estás soltera y que ese hombre no es tu pareja. Pero es interesante la historia, ¿cómo fue eso?”

Silva: “Veníamos prendidos cada uno por su lado, era un sábado a las tres de la mañana. Nada poh, buena onda (ríe)”

Cárcamo: “Algo pasó ahí…”

Silva: “Sí, después él ya era… Que atroz, estoy contando mucho. Pero él ya era como parte del edificio. El no vive acá, pero ya era como un vecino más. Y confianza poh, si al final cuando uno está en cuarentena… Y me ha pasado con otros amigos también, que en algunos momentos alguien se ha venido para acá o yo me he ido para algún lado, como para hacerse compañía.

«Uno finalmente entra en una dinámica distinta a la que uno tendría sin toque de queda o sin cuarentena. Finalmente el pasearte en pijama o tomar desayuno ya da lo mismo, es como parte de la rutina, por así decirlo”

Cárcamo: “Claro. Ahora si lo ves despertando y él te ve despertando, eso ya es otra cosa, eso ya no es cuarentena”

Silva ríe: “Es cuarentena total, Martín. Te digo la verdad: siento que estoy en mi mejor momento en ese sentido. Con mi edad, con mi vida, con mi libertad. Me siento en mi mejor momento”

Cárcamo: “Tú en algo andas, que no lo quieres contar, pero en algo andas”

Silva ríe: “No. Si hablamos de soltería, te puedo asegurar que estoy más soltera que nunca en mi vida”

Cárcamo: “¿Y si hablamos de pinchar?”

Silva: “A eso estoy más abierta que nunca en mi vida (ríe)”.