Glamorama
Yazmín Vásquez en una imagen tomada de la pantalla de Vértigo, Canal 13, en 2018.

Yazmín Vásquez: «Tenía miedo de decirle a mis papás que había quedado embarazada (a los 32 años) sin estar casada…”

Autor: C. Z. / 25 septiembre, 2020

«Me volví loca. Qué terrible. Me largué a llorar. Debo haber estado llorando tres horas y él me decía ‘pero si yo te amo, voy a aperrar contigo’. ‘No, es que yo no puedo tener un hijo contigo, si llevamos cinco meses pololeando. Nadie sabe lo que va a pasar’».

Estas fueron parte de las palabras de Yazmín Vásquez al recordar cuando supo de su primer embarazo, a los 32 años, cuando llevaba cinco meses de pololeo con su marido.

Este fue el relato del rostro del programa MILF:

“Voy al cumpleaños de Pato Sotomayor, sábado en la noche, y estoy con la Vero Díaz, una periodista que trabajó en el 13. Le digo ‘oye Verito, me duelen tantos las pechugas’. ‘Weona, estás embarazada’. Te juro que quedé craquelada. Le digo ‘estai loca, imposible’.

“Y me quedó dando vueltas. Al otro día le digo a Andrés ‘¿sabes qué? Capaz que esté embarazada’. ‘No’, me dijo, ‘imposible’. Y le digo ‘pucha, ¿es que sabes qué? Me duelen demasiado las pechugas. Nunca había sentido ese dolor’. Porque hay gente que cuando le llega la regla siente dolores, pero yo nada, nunca nada.

“Y le digo ‘por qué no te compras un test y me lo hago’. Y llega un domingo 7 con el test, me lo pasa y le digo ‘lo voy a dejar en el baño porque tengo arcadas, tengo miedo de ir a verlo’. ‘Ay que le poní color. Yo voy’. Y no salía más del baño.

«Le digo ‘¿estás bien?’, y me dice ‘no. Ven’. Veo esto y le digo ‘no. Esta weá está mala, está mala de verdad’. Estaba como desmayándome. Entonces me dice ‘¿tú crees que está malo?’. ‘Pero 100%. Anda y cómprate otro’. Va urgido. Lo compra. Lo hacemos. Lo vemos los dos y me dice ‘estás embarazada’.

“Le digo ‘no, no, esto no puede ser. Pucha, sorry, pero yo no puedo. ¡No!’. Me volví loca. Qué terrible. Me largué a llorar. Debo haber estado llorando tres horas y él me decía ‘pero si yo te amo, voy a aperrar contigo’. ‘No, es que yo no puedo tener un hijo contigo, si llevamos cinco meses pololeando. Nadie sabe lo que va a pasar’. ‘Bueno, regálamelo a mí’, me decía. ‘¿Cómo te lo voy a dar? Si lo tengo que tener adentro de la guata’.

“Cuento corto, me quedé dormida llorando. Tenía miedo de decirle a mis papás que había quedado embarazada sin estar casada”

Martín Carcamo: “A los 32 años”

Vásquez: “Además poh, vieja. Despierto al otro día y Andrés, maduro, lindo mi marido, me dice ‘¿sabes qué? Yo voy a ir a hablar con tus papás a Villarrica, porque si a ti te llega a pasar algo tus papás no me lo van a perdonar nunca. Entonces el próximo fin de semana nos vamos’.

“Yo llamo a mi mamá. Se los había presentado una vez, lo había traído para Año Nuevo. La primera vez lo vieron para el Año Nuevo. Y domigno 7 de febrero lo vieron para decirles que íbamos a ser papás.

“Entonces partimos en el auto. Yo ‘¿cómo les vas a decir?, ¿qué les vas a decir?’. Me dijo ‘bájate, no te soporto. Déjame, voy a llegar allá y voy a ver cómo le digo’. Llegamos y mis papás durmiendo, porque nos perdimos. Me equivoqué de nervios. Le digo ‘métete por acá’ y nada que ver. La cosa es que llegamos a las 3 de la mañana y no los alcanzamos a ver, y había que esperar hasta el otro día.

“Cuando nos despertamos, mis papás se habían ido a trabajar. Había que esperar hasta la hora de almuerzo. Y le digo a mi hermano que aparece en la casa ‘me van a matar mis papás. Estoy embarazada’. ‘Te van a matar’, me dice. ‘¡¿Pero cómo me dices eso?!’. Y me dice ‘se van a enojar’.

«Llegan mis papás, estamos en el almuerzo, yo transpirando helado, no podía comer, ‘¿por qué Andrés no les dice rápido’. En un minuto le pego una patada y les digo a mis papás ‘nosotros queremos hablar con ustedes’. Y qué triste. Mis papás tenían una sonrisa tan grande porque juraban que Andrés me iba a pedir matrimonio. Estoy segura que juraban que me iba a casar. Y Andrés, tierno, ‘quiero contarles que yo estoy enamorado de su hija y nos hubiera gustado que esto hubiera sido al revés, yo pedirle matrimonio, pero se nos adelantó y vamos a tener una guagua’.

“Mi papá se deformó un poco. No fue pesado, pero lo vi triste. Mi mamá, que nunca lo esperé, gritó ‘¡eh, por fin voy a ser abuela!’. Yo creo que ella distendió ese momento. Mi papá se largó a llorar casi como abuelo. Y me dijo ‘felicidades’.

“En ese minuto me salió así la guata. Había estado con la guata plana y del relajo me salió guata. Y empezó a llegar mi familia. ‘Feliciten a la Yazmín, que está embarazada’. ‘¿De quién?’, decían. ‘De él’. Nadie conocía a Andrés. Qué vergüenza. Desconocido para la familia. Pero se dio y todos lo empezaron a querer”.