Glamorama
Carmen Gloria Arroyo en una imagen tomada de la pantalla de Vértigo, Canal 13, en marzo de 2018.

“Cuando empecé en la televisión me llegaban a preguntar ‘¿oye, tú eres lesbiana? Por la forma en que hablas tan fuerte, tan ruda…’», recuerda Carmen Gloria Arroyo

Autor: C. Z. / 20 noviembre, 2020

Como «la mina que viene y te dice las cosas», describió Eva Gómez su forma de ser. «No llego y te pelo con todo el mundo», agregó.

En tanto, Carmen Gloria Arroyo respondió: «Es una virtud. Prefiero caerte mal por como soy que caerte mal por como finjo que soy. Es mucho mejor, más honesto».

Las animadoras hablaron sobre las reacciones que provocó su personalidad en el mundo televisivo cuando entraron a él.

Gómez y Arroyo se refirieron al tema en el espacio que realizan en Instagram, Entre la Pasión y la Razón, y esta fue parte de la conversación:

Eva Gómez: “He trabajado muchos años en televisión, he tenido alguna duda con el editor, el productor, e iba donde el editor, el productor y no iba donde el jefe para cagarme a las personas de abajo para que terminaran cortados. No. Y es lo que se suele hacer, porque no quedas mal con nadie; ibas para arriba y la hacías cortita. Jamás, en mis 16 años de carrera, jamás hice eso. Si tenía un problema contigo, iba y te decía ‘oye Carmen Gloria, sabí que entré el otro día al camarín y no me saludaste’. No llego y te pelo con todo el mundo.

“Y no es como ‘la mina que viene y te dice las cosas’, que para mí era una virtud hasta llegar a Chile. Pero hoy día, afortunadamente, muchas mujeres somos iguales”

Carmen Gloria Arroyo: “Insisto, es una virtud. Prefiero caerte mal por como soy que caerte mal por como finjo que soy. Es mucho mejor, más honesto.

“Pero cuando recién empecé en la televisión era súper cruda la crítica por eso. Me llegaban a preguntar ‘oye, ¿tú eres lesbiana?’. Y yo, ‘¿por qué? No tengo nada contra eso, ¿pero, por qué?’. ‘Por la forma en la que hablas, tan fuerte, tan ruda’. Y yo ‘ah, los hombres pueden ser así, las mujeres no’.

“Me acuerdo a uno de los programas que fui, Vértigo, que le hablé a Hernán Calderón. Recibí muchas críticas en redes sociales porque le había dicho las cosas. No lo insulté, no dije ningún garabato. Le dije lo que pensaba, pan-pan, vino-vino. Pero no, es que no lo dije en un tono dulce, porque las mujeres tienen que hablar ‘disculpa que te moleste’, ‘es que te quiero decir una cosita chiquitita’. Y yo jamás hablo así.

«Cuando uno no habla así la califican de ‘rota’, ‘dura’, ‘poco femenina’. Una mujer seria y fuerte es una idiota. En cambio el hombre es un estadista”

Gómez: “‘Está con la regla’, ‘no la han tocado’, ‘su marido no la pesca’. Hasta hace poco que uno dijera algo era como que no podía ser naturalmente tuyo, sino que tenía que ver con un contexto hostil para ti y tú lo pagabas con la gente. Tú ibas por la vida vengándote con la gente por lo que te había tocado”

Arroyo: “Como que las mujeres tuviéramos que cumplir un canon y ese canon es ser suavecita, hablar despacito, ser tiernucha. Pero no se puede tener carácter. Es como incompatible ser mujer y tener carácter. Y eso, además, te aleja de posibles relaciones. Me acuerdo que cuando estaba sola, sin pareja, te cuesta mucho más tener pareja porque como que asustas un poco”

Gómez: “Te estigmatiza. Cuando uno dice ‘tengo carácter’, y el otro está acostumbrado a que sean suaves, cariñosos, uno también puede serlo. Si uno no se levanta con el carácter y dice ‘¡me voy a lavar los dientes por la chucha!’. No. Te levantas, te lavas los dientes, tomas desayuno.

“En el fondo es el carácter cuando uno se siente que tiene que demostrar sus puntos de vista, que cree que el punto que muestra es el correcto, o que tiene que defender una cosa, en mi caso mis hijos, la gente que yo quiero. Ahí es cuando una saca el carácter. Pero también soy cariñosa, entretenida”

Arroyo: “Las mujeres que somos así somos intensas para todo, obvio que partimos con lo bueno que es esto de ser franca, directa, predecibles. Pero hay una parte muy mala, que es cuando a una le baja la weá, estás furiosa, una yehua suelta, ‘agárrenme porque voy desbocada”

“Prefiero, como una ya esta vieja, se va conociendo, porque a los 20 años era incontrolable, pero a los 55, cuando estoy muy, muy enojada con alguien, me voy. Prefiero esconderme, desaparecer, no hablar, porque sé que puedo terminar diciendo algo de lo que después me voy a arrepentir”.