Glamorama
Domi Gallego en una foto que convirtió en su instagram @dominiquegallegooficial en febrero de 2019.

Domi Gallego: “Soy mujer y tengo dos guaguas. A los 28 empezó a quedar la embarrada, me di cuenta que mi genética hasta ahí había llegado. Y empecé a hacer dietas…»

Autor: Fran Varela / 23 noviembre, 2020

«A los 28 ya empezó a quedar la embarrada, como que me di cuenta que mi genética hasta ahí había llegado. Y ahí empecé a hacer dietas, dietas y nada me funcionaba», contó Domique Gallego en uno de los espacios emitidos en vivo por Giancarlo Petaccia desde Miami, donde reside, para hablar de alimentación y vida saludable.

La ex chica reality abandonó la televisión y, hace años, formó un hogar con el abogado Rodrigo Wainraihgt en Puerto Varas, ciudad donde el abogado se crió.

Petaccia estudió nutrición general y también deportiva y, según su página web, se certificó como health coach. Hoy está enfocado en su Código Petaccia, planes de alimentación personalizados para quienes lo soliciten, el cual ha sido implementado por un grupo de rostros de la pantalla chica, entre ellos Gallego.

En tanto, esta fue parte de la conversación:

Giancarlo Petaccia: “¿Cómo lo has hecho? Porque tú me llamaste hace tiempo, me dijiste ‘necesito mi código’”

Dominique Gallego: “Atroz. Pero es bueno el código”

Petaccia: “Estás regia, estás estupenda, te he visto en tus redes sociales. ¿Pasaste por un periodo difícil?”

Gallego: “No, el problema es la edad. Cuando se cumplen 30, yo cumplí recién 30”

Petaccia: “Yo tengo 52”

Gallego: “Yo tengo 30, pero soy mujer y tengo dos guaguas. A los 28 ya empezó a quedar la embarrá, como que me di cuenta que mi genética hasta ahí había llegado. Y ahí empecé a hacer dietas, dietas y nada me funcionaba.

“Empecé a entrenar en el gimnasio. Uno al principio baja en el gimnasio altiro pero después te estancas. Por lo menos eso me pasó a mí. Y eso, luchando con los kilos.

“Es difícil encontrar un plan de alimentación que sea sostenible, que uno no pase hambre, que se pueda comer variado, entonces por eso me ayudó el código Petaccia”

Petaccia: “¿Tú hiciste ayuno intermitente?”

Gallego: “Sí, hice ayuno intermitente”

Petaccia: “¿Y te acomodó? ¿Te costó?”

Gallego: “No me costó nada. Siempre yo desayuné. Desayunaba dos rebanadas de pan con palta. Después, cuando me puse a dieta una, pero a las 12 estaba muerta de hambre, entonces ahí ya me comía un plátano. Después al almuerzo me daba más hambre, vivía con hambre. Y cuando tú me propusiste hacer el ayuno intermitente los primeros dos días sentí hambre, pero hasta que almorcé. Pero te diría que el tercer día ya no sentía hambre. Nada”

Petaccia: “Eso porque uno tiene que pasar por un período de desintoxicación”

Gallego: “Pero no fue nada”

Petaccia: “Y durante este período, ¿qué cambios sentías con respecto a tu alimentación anterior?”

Gallego: “Por ejemplo, con mucha más energía. Porque los primeros dos o tres días antes del almuerzo sí pasé hambre, pero una vez que almorcé ya no tuve más hambre. Porque tú me diste todo calculado.

“Y eso fue fácil, porque si no pasas hambre y estás tratando de comer mejor, es mucho más fácil que hacerlo con hambre. Lo que me llamó la atención es que cuando almorcé a mí siempre me quedaba como una sensación de que necesitaba algo dulce. Pero las cantidades que tú me diste no me dieron las ganas del azúcar”

Petaccia: “La ansiedad tiene que ver con eso. Muchos estaban preguntando ahí (se refiere a los comentarios que los usuarios de Instagram conectados a la transmisión realizan en el momento), ¿cómo lo haces en el sur con la ansiedad?”

Gallego: “Al principio rico, porque cuando llegué los kuchenes, acá la gente te recibe con comida, con cositas ricas, empanaditas fritas, sopaipillas. Pero fue al principio, porque después ya caché que no se podía, que no estaba bien. La única forma de manejar la ansiedad es saber comer.

“Bajé altiro, en una semana perdí dos kilos y yo no es que tenga un exceso de peso importante, entonces cuando tienes que bajar pocos kilos es más difícil. Después bajé como un kilo por semana”

Petaccia: “¿Y hoy día lo tienes un estilo de vida? Mucha gente dice ‘¿qué hago después del ayuno?’. El plan dura seis semanas, pero yo lo practico hace años y mucha gente se queda con el estilo de vida”

Gallego: “A mí me acomoda mucho porque con el ayuno intermitente no paso hambre en la mañana. Entonces voy al gimnasio en la mañana, después voy a trabajar y todo ese rato tomo un café, o mate, y no me da hambre. Es cómodo.

“Después almuerzo. Mi primera comida es como a las dos o tres de la tarde y ahí ya tengo un poco de hambre, pero como y después bien. Después me como un snack y después en la noche trato de cenar temprano, que cuesta, pero trato.

“Yo me acuerdo que pasaba más hambre tomando desayuno que no tomando. Y lo que hago a veces cuando como muy liviano en la noche y amanezco con hambre, me como dos huevos revueltos o duros, tipo once, y ando súper bien, se me quita el hambre de inmediato”.