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Cómo se hace Manos al Fuego, el exitoso y controversial espacio de CHV

Autor: admin_copesa / 3 julio, 2014

Ha llegado carta, Talento Chileno y El Club de la Comedia son algunos de los estelares que Chilevisión puso en pantalla durante el primer semestre del año y que no dieron los resultados esperados en rating. Pero la semana pasada, el prime de la señal vivió un respiro gracias al estreno de la segunda temporada de Manos al Fuego, espacio que conducen Eva Gómez y César Antonio Campos.

 

El programa es del género de telerrealidad y cámaras ocultas, donde personas comunes y corrientes deciden probar a sus parejas en fidelidad. La producción se encarga de poner tentaciones en el camino. Si todo sale bien, los participantes ganan 500 mil pesos. La semana pasada, todo salió mal y los tres hombres puestos a prueba les fueron infieles a sus mujeres en pantalla.

 

El capítulo fue de lo más comentado en las redes sociales, y registró 18,7 puntos de rating, siendo lo más visto del horario prime. En lo que va de 2014, CHV ha experimentado esa situación, únicamente, con el Festival de Viña y con los partidos de la selección chilena.

 

El desafío del regreso

 

“No era obvio que nos iba a ir bien sólo porque en la primera temporada nos fue bien”, dice Andrea Vargas, productora ejecutiva de Manos al Fuego. “Una de nuestras ideas fue hacer cambios para este año y hasta ahora ha funcionado”.

 

El cambio más importante es la prueba del beso, ya que antes la prueba de fidelidad era una mirada. Vargas recuerda que el año pasado sólo una de las parejas puestas a prueba, y sin mucha presión, llegó a besar al “anzuelo” -seudónimo que les dan a los actores-tentación en Manos al fuego-.

 

El casting de esta temporada tuvo como foco conseguir “anzuelos más seductores”, tal como lo explica Vargas. Son cinco mujeres extranjeras, y cuatro hombres, los encargados de “hacer caer” a las parejas. Y, según lo comprobado por la producción, los extranjeros tienen mejor llegada con los chilenos, porque son vistos, según ellos, como “personas desvalidas”.

 

Los “anzuelos” también deben ser capaces de seguir instrucciones al pie de la letra. Esto porque el director Diego López es quien les indica qué hacer y qué decir; él es el hombre que maneja toda la situación durante las casi dos horas de grabación. Nada es improvisado desde el lado de la producción, advierten. (Lea la nota completa en La Tercera)