La cruda confesión de Paty Maldonado sobre posesión de armas
Todos los días en el matinal de Mega el panel se reúne en una gran mesa para discutir un tema de actualidad. Este miércoles fue la formalización de un padre y su hijo por homicidio. Ambos sufrieron el robo de un automóvil en su domicilio en San Bernardo, a través de un «portonazo». Salieron persiguiendo al ladrón en otro vehículo, le dieron alcance, lo enfrentaron, golpearon, y, en hechos aún no esclarecidos, le dieron muerte.
En Mucho Gusto hubo diversas opiniones sobre la delincuencia. El un comentario de Paty Maldonado llamó la atención:
Paty Maldonado: “Quiero hacer una pregunta, y que seamos súper transparentes ante la cámara de televisión. Vamos a jugar al Despierta Chile, la obra que yo tengo. Tú tienes un arma en tu casa, un revólver. Yo tengo. Lo quiero decir. Lo tengo legalmente inscrito. Y no lo tengo para jugar al yoyó. Se los digo altiro. No lo tengo para jugar el día domingo con botellas y dispara. No. Lo tengo para defenderme, porque vivo en una parcela.
“Entran tres, cuatro delincuentes a tu casa, armados. ¿Qué haces tú con ese revólver? Una pregunta que les hago a todos. Te la hago a ti (Ivette Vergara). ¿Qué haces tú con tú revolver?”
Ivette Vergara: “Yo no hago nada. No tendría un revolver en mi casa, primero que todo”
Maldonado: “Estamos hablando si tuvieras un revolver. No estoy diciendo que lo tuvieras”
Vergara: “Es que no puedo“
Maldonado: “Es un ejemplo”
Lucho Jara: “Lo he pensado. No tengo ese impulso. No tengo el impulso. Pero si lo tuviera, es probable de que tome la decisión de sacarlo”
Rodrigo Herrera: “Yo tampoco tengo planificado tener un revólver. Pero si me llegara a comprar, es para usarlo. Si tomo esa decisión, que la veo difícil, aprendo a ocuparlo”
Jara: “Me pasa absolutamente lo mismo. Lo que pasa es que me es más difícil responder, Patricia, porque todavía no tengo ese impulso de tener el revólver. Porque si lo tengo, y me sucede, es probable que lo use”
Maldonado: “¿Sabes por qué te digo esto? Porque cuando uno dice, por ejemplo, ‘yo tengo un arma en mi casa’, y me dicen ‘ay, qué atroz, un arma’. Pero yo vivo en una parcela. Yo vivo en un lugar donde es posible. Y espero y confío en la vida que no ocurra. Pero ya le ha ocurrido a gente en Curacaví, que han entrado cuatro, cinco weones. Les han sacado la cresta a la gente que está adentro, incluidos niños, nanas, de todo, apuntados con un revólver, y no han podido hacer nada
“Yo te lo digo de corazón, y no tengo empacho en decirlo. Y no voy a decir una cosa políticamente correcta. Voy a decir lo que siento y lo que pienso. Yo me compré esa arma sabiendo disparar, porque yo aprendí a disparar muy cabra. Me enseñaron en un reportaje de La Mujer Policía. Aprendí a disparar armamento liviano y pesado, que es más metralleta. ¿Resultado? Que si yo me veo frente a esta situación, donde corre riesgo mi familia, no tengo empacho en pegarle un balazo, le pego un balazo. ¿Me entendí?
“Asumiendo todos los costos. Está legalmente inscrita. No voy a salir tres cuadras, cinco cuadras persiguiendo al gallo para pegarle un balazo. Está dentro de mi propiedad”
Vergara: “¿Qué pasa si tú no estás y entran los delincuentes?
Maldonado: “Te quiero decir algo. Y lo voy a confesar hidalgamente. Yo le enseñé a mis hijos a disparar estando chicos, a los dos, porque yo nací en una familia donde había armas, porque mi padre era policía y dejaba todos los días el revólver colgado en la cocina. Nosotros sabíamos que no teníamos que tomar ese armamento. Por ningún motivo. Ahí no hubo problema en que un niño lo tomara o se pegara un balazo. No. ‘Esto no se toca, que quede claro’. Mi papá era policía”.
“Entonces, aprendimos desde niños que eso era una cosa muy delicada. A mis hijos, cuando yo me compré la parcela, les dije ‘me encanta, me fascina, me trastorna’. Pero chupalla, chupalla el Gobierno. ¿Cachai o no? Entonces a mi hijo le enseñe cuando tenía 12 años”
Jara: “Hay un punto de inflexión en el caso que estamos hablando acá, que es cómo entender. Lamentablemente, hoy en día uno tiene que aprender a convivir con la delincuencia. O sea, salgo de mi casa o estoy en mi casa, y eso podría llegar a suceder. Hay un punto de inflexión, que marca la diferencia completa, que es cuándo es legítima defensa y cuándo no. Si una persona sale de la puerta de su casa y emprende una especie de carrera, eso ya cambia el escenario completamente. Eso es algo que nosotros tenemos que aprender a reconocer. ¿O no?”.