Erika Olivera: «Lo más tragicómico aquí es que yo soy la que está tomada por el demonio»
Uno de los testimonios de figuras públicas más golpeadores que se han dado este año es el de Erika Olivera. La abanderada chilena en los pasado Juegos Olímpicos de Río denunció a la PDI a su padrastro, el pastor evangélico transandino Ricardo Olivera, por haber abusado sexualmente de ella desde los 5 a los 17 años.
La deportista top entregó su testimonio a comienzos de julio, antes de viajar a Brasil. Luego hizo público su desconcierto porque, tras la denuncia, su padre viajó a Argentina junto a la madre de la atleta, quien nuevamente le fallaba a su hija.
Pero el pastor volvió y, en un contacto con el matinal de Chilevisión –MIRE AQUI EL VIDEO-, Erika contó en qué val el caso. Estas fueron sus palabras en La Mañana:
Rafael Araneda: “Se había ido del país y luego nos sorprendimos con que él había regresado. ¿Cuándo y cómo te enteras que tu padrastro había regresado?”
Erika Olivera: “Yo me enteré hace casi dos jueves, porque me tocó ir a declarar y, antes de dar mi declaración, el fiscal me leyó la declaraciones de las personas que ya habían ido. Ahí me enteré que había ido este personaje y que obviamente ya estaba en Chile”
Araneda: “¿Tú supiste lo que él declaró? ¿Podrías contar cómo abordó este tema, esta acusación de abuso?”
Olivera: “Lo afrontó como todo cobarde nomás, que niegan. Y lo más tragicómico aquí es que yo soy la que está tomada por el demonio…”
Araneda: “¡Ah, ya!”
Olivera: “Entonces, hay que esperar ahora que la fiscalía y todas las personas que están trabajando en esta investigación continúen en lo que ellos creen que es necesario. Yo muy agradecida de las gestiones y de todo lo que están haciendo, y dispuesta a colaborar en lo que sea necesario. Y dispuesto a declarar nuevamente, si tengo que hacerlo. Y si tengo que hacerlo frente a él, no tengo ningún problema».
Carolina De Moras: “El otro día aparecía una nota donde aparecen cercanos a tu padrastro ¡que lo defienden! Pero lo defienden a brazo torcido. Con una categoría de decir ‘yo sé que él nunca hizo esto. Sería incapaz de hacerlo’. Y se apoyan mucho en que, en realidad, ellos se deberían que haber enterado antes de que tú estabas siendo abusada. Relatos que a mí me parecen bastante fuera de lugar. ¿Qué opinas tú que haya gente que tiene las ganas de defenderlo?”
Olivera: «La gente está en su derecho de defender, o de estar en contra, porque de eso se tratan siempre los problemas que uno enfrenta. Pero sí me llama mucho la atención que personas que no vivieron nunca con nosotros estén dando opinión hoy día, y estén poco menos que asegurando que ellos conocen muy bien nuestra realidad. Cuando eso no es así. Yo mantengo mi postura, porque no estoy contando una mentira, estoy diciendo mí verdad; por lo tanto, el que quiera es libre de creer o no creer”
Pamela Jiles: “La gente, con justa razón, Erika, te cree, y están bastante atemorizados los vecinos de que esta persona esté. Porque además tiene contacto, aparte de que los niños jugando, es un peligro que esté esta persona con estas características. Pero además él aparentemente vende bebidas, vende cosas, lo cual podría producir un contacto con menores de edad, particularmente muy peligroso. ¿Te produce temor saber que están todos esos niños expuestos al contacto con este personaje?”
Olivera: “Me produce mucha preocupación saber que en ese lugar hay muchos niños. Me enteré a través de las noticias que son los vecinos los que están haciendo este llamado a que él salga de ese lugar. Como mamá, me pongo en el lugar de todas esas mamás que están ahí y obviamente yo haría lo mismo. Si veo que mis hijos están en el lugar donde ellos viven y están amenazados por una persona que está acusada de violación, porque aquí no hablemos de abuso sexual, hablemos de una violación, y de violación reiterada; también me sentiría con esa inseguridad. Trataría de todos los medios de que esta persona salga de ahí”.