Glamorama
Maca Venegas en La Divina Comida. IMAGEN: CHILEVISION

Se pasó para pituca Maca Venegas!

Autor: Cristián Farías Ravanal / 26 septiembre, 2016

La invitada más pituca de la última edición del programa de Chilevisión La Divina Comida fue Maca Venegas.

En el espacio de cocina más entretenido que ha surgido este año –MIRE AQUI EL VIDEO DEL EPISODIO COMPLETO– la guapa abogada compartió con María Luisa Cordero, Juan Falcón y Junior Playboy. Cada uno debió organizar una cena en su hogar para los demás. Y mientras la doctora disfrutó el festín cubano de Falcón, Junior Playboy se devoró un cóctel de camarones y hasta la doctora Cordero se puso unas orejas de conejita, como parte del juego del espacio, Maca se negó a todo esto.

«La verdad es que yo como invitada soy bastante simple. Soy poco exigente, con tal que me traten bien, que haya buena música, buen ambiente, buena conversación. Eso es lo más importante. El resto, lo que haya para comer o para tomar, creo que es bastante secundario», dijo Venegas al comienzo del programa.

En la primera cena, en la casa de Juan, bebió solo unos pocos sorbos de su mojito y se negó al plátano frito del aperitivo:

Juan Falcón: «¿No te gustan las frituras?»

Maca Venegas: «No»

Falcón: «Tení cara de que no comes mucho»

Venegas: «Sí, no como mucho»

Falcón: «Qué fome. ¿Qué vas a cocinar en tu casa?»

Venegas: «Fome poh»

Falcón: «Tofu y esas cosas…»

El anfitrión se quejó frente a la cámara: «La cagó, yo al que menos miedo le tenía era a Junior, y resulta que es una bomba. La Maca no comió, porque no come camarones, no come esto. Por eso pensé en unas cositas, en unos mariscos, unos camarones, pero no le gustó».

La abogada desistió de la entrada y la doctora Cordero hizo uno de sus comentarios:

María Luisa Cordero: «¿Tú tienes anorexia?»

Maca Venegas: «No doctora, lo que pasa es que no como ajo, y tiene mucho ajo la salsa»

Luego, la doctora opinó a la cámara: «La Maca Venegas es una anoréxica camuflá. Tiene anorexia desde su más tierna infancia… ¡No! Eso es mentira. Ella es delgada constitucional, esa es la verdad. No tiene anorexia, ella come lo justo y necesario. Yo hablo de picá que soy, porque soy gordita».

En el plato de fondo, Ropa Vieja Moros y Cristianos, optó por solo media palta, o al menos fue lo que se vio en pantalla. Se paró de la mesa y se fue a la terraza con Falcón, porque le afectó otro detalle:

Maca Venegas: «Es que yo creo que la doctora Cordero se lleva demasiado bien con Junior. Como que hay química ahí, hay onda. Y yo, la verdad, a veces no pego tanto en la conversación»

Juan Falcón: «¿En qué sentido?»

Venegas: «No sé. Como que Junior es bien volao para hablar y a la doctora Cordero le gusta seguirle la onda. Pero ahí como que me pierdo, entonces prefiero… Pero quiero estar contigo».

En la comida organizada por ella, optó por platos basados en verduras y salmón. Para el postre recurrió donde un chef del Santo Remedio, quien le enseñó a preparar una crema de maracuyá. Allí Maca se mostró escandalizada porque los ingredientes no eran light. Se deshizo en comentarios como:

«¿Esta crema de leche es light? ¿O tiene grasa? ¡Este es un pecado mortal entonces!»
«(La leche) ¡¿No es descremada?! ¡Qué maldad! ¡Esta es una maldad!»
«(El azúcar) ¿No podría ser Stevia?»

María Luisa celebró su fineza. Le llevó un regalo que la abogada agradeció:

María Luisa Cordero: «Tú eres tan elegante y tan fina, y tan espiritual y tan sensible, que te lo mereces»

«¡Linda! ¿Oye, mi amor, quieres tomar algo?», agradeció la anfitriona, que despachaba varios «¡qué tierno!», «¡te quiero mucho!» y «¡ay que eres amoroso!» a los comensales.

Finalmente, en la reunión en la casa de Junior Playboy, el chico reality pasó unas orejitas de conejo a los invitados. Falcón y Cordero no tuvieron mayores problemas en usarlas. Era solo un detalle, parte del juego. Pero Maca se negó tajantemente:

Maca Venegas: «¡Pero por qué! Yo no me atrevo. Porque ella (la doctora Cordero) es una mujer superada, yo no. No, no me sentiría cómoda, Junior. Yo te agradezco la atención.

«Ofuscamiento no, pero obviamente esas orejas, que representan como el ícono de las conejitas Playboy, no van conmigo. Y la verdad es que fui súper franca y le dije que no va conmigo y que no me las iba a poner, y yo creo que actué en consecuencia.

«Tiene una connotación que a mi no me acomoda. Piensa que es como Playboy, la conejita Playboy. Entonces, yo no me voy a sentir cómoda con eso».