Doctora Cordero: «El Chino Ríos es un ególatra, producto la niñez horrenda que tuvo»
Cada aparición televisiva de María Luis Cordero es un cúmulo de observaciones sobre el Chile actual y sus personajes en todo ámbito.
A los 74 años, la siquiatra vive un nuevo renacer en los medios tras su reincorporación a Chilevisión, como panelista de Primer Plano. Pero esta vez no fue en el estelar de farándula donde emitió opiniones que llaman la atención, sino que en el programa Conciencia de Valores.
El espacio conducido por Agustín Zamora va todos los sábados, a las 17 horas, en UCV-TV, y ese mismo día, a las 20 horas, en el Canal 47 VIVE, en VTR.
Cordero fue invitada para hablar sobre el egoísmo, a nivel personal y en la sociedad. Su diagnóstico fue lapidario. «El siglo XXI es un basural, una involución, un horror», manifestó, debido a una supuesta falta de empatía y generosidad, entre otras cosas, de estos tiempos.
Para ejemplificar utilizó al personaje «Yerko Puchento», su disputa con la ex ministra Cecilia Pérez. De ese tema surgió una brever pero fuerte opinión sobre Marcelo «Chino» Ríos –MIRE AQUI EL VIDEO. MINUTOS 22, 35 y 41-. Estos fueron parte de los dichos de la doctora:
María Luis Cordero: «Entonces tú tienes un personaje, entre comillas, un seudo cómico, que se dedica al escarnio, los días jueves en la noche, y todo el mundo lo aplaude. Entonces, ese es el siglo XXI, un basural, una involución, un horror.
“Por ejemplo lo que pasó con la Cecilia Pérez. Este seudo cómico le hizo un escarnio, la transformó en un mono, en una mona fea. ¿Qué hubiera esperado yo? La paradoja. Yo hubiera sido tan humilde y le hubiera dicho ‘yo lo perdono, él se mueve en un mundo tan ajeno al mío, yo he sido ayudante de un Gobierno, yo he conocido la pobreza de cerca’. Para no decir garabatos, en vez de decirle me lo defeco, parto al otro por la mitad. Para eso sirve la paradoja, yo estudié la paradoja desde el punto de vista sicológico. Lo recomiendo. Cuando usas el contra argumento desarmas al otro.
Antonio Neme (panelista de Conciencia de Valores): “¿Sabe qué es lo mejor, doctora, en esos casos?. Yo soy un modesto asesor comunicacional… La indiferencia, si usted no pesca… Ella agrandó esta cuestión”
Cordero: “No. Estás borrando con tu codo lo que acabas de decir. La nefasta frase del Chino Ríos (‘no estoy ni ahí’), que es un ególatra, producto de la niñez horrenda que tuvo. Su papá a las cinco de la mañana lo sacaba a jugar tenis. No tuvo niñez, no tiene empatía”
Neme: “Yo hablé del Chino Ríos la otra vez, lo critiqué cuando chocó…”
Cordero: “No, pero dijiste ‘estoy ni ahí’. La indiferencia nunca ha sido buena ¡Virgen santísima… !
Luego, volviendo a la disputa de Cecilia Pérez y «Yerko»: «‘¡Ah, ella lo perdonó!’ Aparece la palabra ‘perdón’ en los textos de occidente, y a mí… Y ustedes dirán ‘la doctora Cordero está trabajando en Chilevisión, donde le hicieron las cámaras el 2003’. Sí pues. Dentro del proceso de perdón está eso. Esto lo digo sin soberbia. El día que yo entré a trabajar en Chilevisión (el año pasado, a Primer Plano), echaron a un jefe de prensa de Chilevisión que había participado en la conjura, y yo dije ‘gracias, Señor’. Existe la sincronía de Dios. ¡Pero calladita! Primera vez que lo estoy diciendo en público ahora.
«Porque cuando tú tienes tus momentos, cuando tienes tu propio Getsemaní, la pena, cuando estás sufriendo, ¿a quién recurres? Los que somos creyentes, al Hacedor. No le pongo nombre. Entonces, hubiera sido un gesto genial de la señora Pérez. ‘Yo lo perdono’. Y no perdono al payaso Yerko, que está manipulado por un señor López (Jorge López, libretista del personaje), allá adentro. Perdono a los dos. Los perdono a los dos».