El dramático presente de Italo Passalacqua y su pareja refugiados en Mantagua
En abril de 2014 cambió la vida de Italo Pasalacqua. El crítico de cine sufrió un fuerte accidente cuando iba camino a una función de prensa. Las consecuencias fueron negativas para el periodista. Hoy no puede caminar por sí solo, le cuesta hablar y vive un delicado presente económico.
Bienvenidos fue hasta la casa de Italo, en Mantagua, donde se instaló hace un tiempo por un tema de costos. En las imágenes quedó en evidencia el delicado estado de Passalacqua. Incluso su pareja, y único cuidador, esta colapsando por la crítica situación del periodista.
En la entrevista, Passalacqua reveló lo duro que ha sido vivir con todas limitantes. Y Herrera hizo un fuerte llamado por ayuda. Así fue el relato de Ítalo y su pareja para el matinal de Canal 13:
Ítalo Passalacqua: “Yo iba a ver una película al Hoyts de La Reina. Yo nunca me di cuenta. Iba apurado. De eso m acuerdo, que estaba esperando la verde para salir. Me faltaba media cuadra para llegar al Hoyts. Sabía que tenía que tomar la orilla del lado izquierdo, porque ahí hay una pasada y un semáforo. Y no me acuerdo ni siquiera de haber sentido el chancacazo.
“Yo pasé mucho miedo y creo que lloré. Más que nunca en mi vida. Yo me siento mal porque no puedo como antes agarrar el metro, una micro, un taxi, y manejar mis horarios y mis cosas. Si em hubieras visto en mi escritorio, tengo esos calendarios que te dan a principios de año. Y me preguntaban ‘¿en serio? ¿Esto es un chiste?’, porque decía ‘a las 12 una cosa, a las 1 otra cosa’. Y yo les decí que iba a todas esas cosas. Ahora no puedo.
“Al principio tuve mucho miedo, porque me costó volver a ser Italo Passalacqua mentalmente. Se me olvidaba todo. No me acordaba. De repente despertaba en la clínica convencido que estaba en mi casa. Unas confusiones tremendas. Tener sensación de invalidez. Recuerda que estuve mucho tiempo sin poder mover nada del lado izquierdo. Creo que es la peor experiencia que le puede pasar a un ser humano.
“Yo sé que ha sido muy importante lo que yo he recibido de él. El amor ha primado en todo esto. Si no, no sé qué hubiera hecho”.
Pato Herrera: “Nunca va a ser la persona que él era. El Ítalo nunca va a volver a ser la persona que yo admiraba, de la que yo me enamoré. El Ítalo era una persona súper llena de vida, con un sentido del humor, un gallo cultísimo, con tema de conversación para todo el día, con pila para todo el día. Y ahora verlo sonreír cuesta mucho.
“En este último tiempo estoy cometiendo más errores que aciertos. También me hace dudar en seguir en este cuento o no”.
Juan Pablo Queraltó: “Y si no estai tú, Pato, ¿quién va a estar?”
Herrera: “Esa es la otra pena. Yo pensé que iba a haber alguien”
Queraltó: “¿Alguien como quién?”
Herrera: “Como algunos de sus amigos que prometieron que lo iban a ayudar. Amigos de él que le dijeron que iban a estar. El Ítalo tiene cualquier primo, cualquier gente de su familia”
Queraltó: “¿Dónde están ellos?”
Herrera: “De repente llaman. Tú llegaste a mi casa. Si tú pudiste, y no tení auto, hay micro, hay transporte. Si viví en otra provincia, igual podí venir a verlo. A mí me cuesta mucho sacar al Ítalo. Yo no lo puedo andar llevando donde los pariente, porque me cuesta. Hay que andar con silla. No todos los accesos con sillas son fáciles”
“El Ítalo consume muchos remedios. Todos los insumos, que tienen que ver con su salud, son caros. Si no logramos solucionar algunas cosas, a partir de julio del próximo año, estaríamos en quiebra”
Passalacqua: “Cambias tan violentamente de un día para otro. Y los seres humanos creemos que nunca nos va a pasar lo que le pasó al de al lado, porque uno no piensa en eso.
“No te voy a mentir. Yo no soy de esa gente que dice ‘yo no echo de menos la tele, estoy haciendo esto y lo otro’. Y tú los escuchas y sabes que están mintiendo, porque lo único que les gustaría es estar en la televisión. No, la hecho mucho, mucho de menos”.