Maca Tondreau trató de «bestias» a delincuentes ecuatorianos y María Luisa Godoy la comparó con Hitler
Fue una semana intensa como pocas en cuanto a las opiniones de personajes públicos. Desde Tonka Tomicic al futbolista Claudio Bravo manifestaron fuertes puntos de vista frente al brutal asesinato de una chilena que se dirigía a su trabajo por parte de un grupo de ciudadanos ecuatorianos, los cuales luego, en la cárcel, fueron torturados por otros reclusos.
En Muy Buenos Días el asunto se discutió durante gran parte de la edición del viernes. Hubo palabras y opiniones delicadas. Esto fue parte de lo que se dijo en el matinal de TVN:
Maca Tondreau: “Voy a tratar de hablar con el mayor respeto posible, porque sé que hay gente que opina distinto a mí. Yo creo que como sociedad estamos aburridos de no creer en la justicia. Yo estoy aburrida de ver como una mujer la golpeen a palos, la maten y se rían. A mí no me pasó absolutamente nada viendo este video. ¡Nada!”
María Luisa Godoy: “¿No te dio pena (el video de la tortura a los delincuentes)?”
Tondreau: “Yo apoyo los derechos humanos, apoyo el derecho de los animales, pero no el de las bestias. Para mí estas personas son bestias, y los golpearon otras bestias”
Nacho Gutiérrez: “Pero cuando viste el video en esa instancia. ¿Es como de alivio? ¿De justicia? ¿Qué te pasó?”
Tondreau: “De que yo hubiese hecho lo mismo, a lo mejor no con mis manos porque puedo ser cobarde…”
Gutiérrez: “O sea te alegraste”
Tondreau: “No sé si me alegré, me dio alivio. Me dio alivio darme cuenta que estos tipos no van a salir libres a la calle sin por lo menos un castigo”
Godoy: “Maca, yo entiendo lo que tú estás sintiendo, y yo entiendo que alguien puede verlo y decir ‘se lo merece’. Pero yo creo que es muy peligroso y que uno nunca puede justificar una tortura ¡nunca!
«A mí me pasó que cuando yo lo vi, a mí me dio pena. Me dio pena, independiente que yo supiera lo que ellos habían hecho, que está muy mal, por eso tienen que ser condenados y tienen que ser castigados. Pero ellos están privados de libertad, no de dignidad.
“O sea, si uno empieza a justificar estas cosas, a mí me parece… ¿Sabes qué? Me pareció peligroso que lo empecemos a justificar. Yo dije ‘chuta’… Probablemente, si es la familia de uno, o la mamá de uno, uno dice ‘que ganas’, claro, de la venganza.
“Lo que pasa es que cuando uno toma la justicia con sus propias manos, eso es venganza y al final del día, la venganza es la justicia de los delincuentes»
Tondreau: “¿Pero tú crees en la justicia?”
Godoy: “Yo creo en la justicia, y si no creemos en la justicia, estamos súper mal como país. De verdad yo creo que nunca se puede justificar una tortura y que de verdad la venganza es la justicia de los delincuentes. Ellos sí, tienen que pagar duro con cárcel, pero no con falta de dignidad”
Andrea Aristegui: “¿No te pasa Maca, o al menos yo en mi reflexión que hago, que cuando uno le desea esto a gente, se transforma en esas mismas bestias que tú estás condenando?”
Tondreau: “Y lo encuentro terrible Andrea y me duele”
Aristegui: “Cuando dices ‘esas personas no son personas, son bestias’. Finalmente, cuando tú avalas eso, te transformas en una bestia. Te diferencia de lo que es una persona, porque tenemos que tener parámetros mínimos si queremos ser una sociedad civilizada. Eso es algo a lo que todos queremos apuntar, y eso implica que vamos a respetar ciertas cosas y el derecho a la vida. Los derechos humanos son inalienables.
«Aunque hayas cometido el peor crimen, eso no te transforma en una persona sin derechos humanos. Nos guste o no nos guste, eso es así. Entonces, hay ciertas cuestiones básicas en las que no debiéramos jamás entrar a relativizar, porque eso es sumamente peligroso y, como dice la Mari, eso hizo que hace décadas en este país hubiese violaciones gravísimas a los derechos humanos, y que todavía hay gente que justifica, lamentablemente”
Tondreau: “Yo te entiendo y ojalá yo pudiese decir ‘estos tipos van a estar con cadena perpetua, van a ser más de cuarenta años, no van a tener beneficio a nada’. Ojalá yo pudiera dormir tranquila y sentir eso, pero no creo en eso. Lamentablemente yo ya no confío en la justicia”
Aristegui: “¿O sea, tú no crees en el estado de derecho?”
Tondreau: “Yo no creo en la justicia que hay hoy en día”
Más tarde:
Tondreau: “Es que yo estoy cansada de estar diciéndole todos los días a mis hijos: cuidado cuando salgan a la calle, no salgan después de la siete de la tarde, no tomen micro. Estoy hasta acá. No voy a aceptar por nada del mundo que ninguno de estos animales, ni siquiera animales, bestias, ninguna de estas bestias me sigan coartando mi libertad, al costo que sea”
Godoy: “Maca, si relativizamos lo que es un ser humano, si tú crees que va a haber ser humanos y bestias, estamos pésimo, y es muy grave lo que estás diciendo, porque Hitler pensaba así, que es un ícono de la maldad”
Tondreau: “Ojo con eso”
Godoy: “Sabí lo que pasa, es que de verdad te lo digo, Hitler ¿cómo justificaba las muertes? A los gitanos, a los judíos, porque para él no eran seres humanos”
Tondreau: “Estás comparando dos cosas completamente distintas”
Godoy: “¿Pero por qué? Porque como para Hitler eran los judíos, para ti son los delincuentes”
Tondreau: “¿O sea tú piensas que soy como Hitler?”
Godoy: “No, no estoy pensado eso. Es que el argumento es parecido. La lógica: si tú justificas que un delincuente es una bestia y no es un ser humano, entonces lo tienes que tratar de una distinta manera. Es la misma lógica”
Tondreau: “De verdad, de corazón es algo que yo no puedo manejar. Yo los veo y no me puedo conectar con ellos, no puedo sentir dolor. No es que yo quiera. Es una cuestión que me viene de la guata y no puedo manejar, y no sé si quiero manejar”.