Las fotos del viaje más salvaje de Kel Calderón, junto al «Rambito» Claudio Iturra
Kel Calderón puede haber pasado cuatro noches en la Amazonas boliviano sin señal y sin internet, y haberse lanzado a las aguas turbias del río mientras decenas de caimanes la observaban desde las orillas. Pero no perdió el estilo.
La abogada e «influencer» chilena, con un millón de seguidores en su cuenta Instagram, viajó con una mochila de 100 litros -40 litros más que la recomendada- a la selva boliviana. Llevó desde un vestidito de H&M a un bolsito de #vxkxngx, la colección que hizo junto a su amiga Vesta Lugg para la marca NGX.
«Fue un de los tres viajes más lindos que he hecho», cuenta la joven que suma miles y miles de millas, en esta entrevista publicada en la sección Glamorama del diario La Cuarta los días viernes –VEA ACA LA VERSION IMPRESA-.
Esta vez cambió los desfiles de Chanel en las semanas de la moda a las que la invitan, por las bellezas de La Paz y el encanto de los delfines rosados del Amazonas, en un periplo de una semana que realizó con la agencia Masai Travels, propiedad del «Rambito» Claudio Iturra, quien además fue el guía del viaje.
Kel Calderón: “Siempre viajo por pega y siempre uno está corriendo de un lado a otro, pegada al teléfono. Andas súper estresada, haciendo toda la logística. Acá la agencia se hace cargo de todo.
“Es uno de los tres viajes más lindos que he hecho, un destino muy multifacético. Pasamos por La Paz, un lugar que nunca me había imaginado conocer, súper bonito.
«Hay una línea de teleféricos que hacen como de Metro y conectan la ciudad, y tienen líneas de colores que usan por arriba de esta cuenca donde vive la gente.
“Después tomamos un avión a Rurrenabaque, mucho más rural, a la orilla del río, con unas puestas de sol maravillosas. Allí la gente se mueve full en moto. Nos subieron a unos jeep 4 x 4 y nos fuimos a tomar los botes. Fueron tres horas de navegación para llegar donde uno aloja en el Amazonas”
¿Qué fue lo más impactante del viaje para ti?
“No porque vayas a un lugar outdoor tienes tanto contacto con los animales. Depende de la suerte el verlos. En este caso, por la expertise de Claudio y los locales que nos recibieron allá y trabajan con él, vimos millones de caimanes.
«El primer día estábamos todos vueltos locos con el primer caimán y después veías que estaba lleno. Vimos delfines rosados, que yo no tenía idea que existían. Muchos tipos de monos.
“En un minuto estaba obsesionada con tirarme al agua, y Claudio me había contado que había lugares donde los locales se podían bañar. Los delfines rosados espantan a los animales.
«Igual es algo súper teórico, porque está lleno pirañas. No te puedes tirar si tienes alguna herida o sangre. Yo me hice la chora, porque pensé que me iban a decir que no. Pero Claudio me dice ‘ya, acá podemos saltar’.
«El agua es turbia, con cedimento. No ves hacia abajo y están los caimanes en la orilla. Si iluminas con la linterna el agua, a los caimanes le brillan los ojos naranjo fluorescente, y te das cuenta la cantidad que hay. Es para asustar. Te agarra la pata un caimán y chao.
“Tenía el pulso aceleradísimo, y cuando me tiré al agua se me escaparon varios garabatos de lo puro nerviosa estaba. De eso subí un video».
¿Te contactaste con Raquel? ¿estaba asustada?
“A mi mamá no le gusta mucho, me decía que por qué y para qué me exponía. Estaba preocupada. Aparte, hubo cinco días que no tuve nada de señal, cero conexión y era imposible avisar si estaba. Cuando recuperé el wifi, me llegaron 700 mensajes de mi mamá. Le mostré las fotos y quedó chocha. Ahora, a finales de agosto, me voy a Kenia, con Claudio también, y después me voy a India.
«Siempre me había gustado ir a África, era uno de mis sueños, entonces caché que tenían destino Kenia y apiñé altiro. Pero honestamente son destinos que no logras conocerlos como con un agencia que ya está trabajando, que tienen experiencia”.