El ministro Monckeberg invitó a Maca Ramis a ver a Luis Miguel
Nicolás Monckeberg y Gabi Hernández fueron las grandes figuras del último capítulo de La Divina Comida.
El ministro del Trabajado y la actriz que protagoniza Casa de Muñecos, en Mega, derrocharon simpatía y anécdotas.
Monckeberg presentó a su esposa y le cantó, y sufrió un divertido percance mientras cocinaba para el grupo de participantes que también incluyó a Maca Ramis y Daniel Morón –VEA AQUI EL IMPASSE DEL MINISTRO EN LA COCINA-.
Fue tan buena onda, que incluso se comprometió a regalarle entradas a Maca Ramis y al marido de ella para ver a Luis Miguel.
En el el tradicional segmento del programa de Chilevisión donde los invitados le entregan regalos al dueño o dueña de casa, el ministro le obsequió merchandising de Luis Miguel a Ramis:
Nicolás Moncckeberg: «Oiga, ¿yo le puedo entregar un regalo?»
Maca Ramis: «Que emocionante que el ministro me entregue un regalo. Esto va a quedar para la historia»
Monckeberg: «Pero yo pensé que habíamos dejado lo de ‘ministro'»
Ramis: «Ah, verdad, es que ahora somos amigos. Somos íntimos (Maca se refiere a que el grupo ya había compartido en dos comidas del programa, en las casas de Gabi Hernández y Daniel Morón)»
Jani Dueñas, voz en off del programa: «Sí poh, ¿somos o no somos amigos?»
Ramis, tras abrir el regalo: «Ay, yo soy fan. De hecho, ahora estoy viendo la serie. Buenísima. El padre era un maldito»
Monckeberg: «¡Qué salvaje!»
Ramis: «Fanática. Te lo juro or Dios que yo creo que fue mi primer amor»
Monckeberg: «‘No sé tú…’ Viene ahora. Viene a fin de año (se ha publicado que Luis Miguel estaría en negociaciones para actuar en Santiago en diciembre y luego en el Festival de Viña)»
Ramis: «Yo lo amaba»
Monckeberg: «¿Tú sabes lo que es todo eso?»
Ramis: «Para que yo vaya al concierto»
Monckeberg: «Exactamente»
Ramis: «Todo el rato»
Monckeberg: «Es más, en cámara me comprometo a invitarla al concierto a usted, a su marido, cuando se vendan las entradas, que son a fin de año
Ramis: «Están ustedes de testigo, ¿cierto? ¡Eh, eh, eh! Te lo juro por Dios que yo, todas las veces que he ido a verlo, soñaba con que me hiciera un guiñito, alguna cosa.
«Debo reconocer que también siempre estuve muy adelante en los conciertos. Entonces, siempre yo tenía la sensación que me miraba. Al que estuviera al lado mío le decía ‘¡me está cantando a mií’. ¡Pobre! Da lo mismo, era mi engrupía, yo estaba chica» –MIRE AQUI EL VIDEO. PARTE 3. MINUTO 47-.