El desahogo de Juan Pedro Verdier sobre lo que vivió tras las fotos filtradas de su esposa Karen Bejarano: «Gastamos más de 15 millones de pesos en medicamentos. Yo estuve 40 días internado en un hospital de salud mental…»
A tres años de que robaran, intentaran extorsionar y finalmente filtraran fotos en topless privadas de Karen Bejarano, su esposo Juan Pablo Verdier entregó un sentido testimonio en Sigamos de Largo.
El año pasado una pareja ecuatoriana fue formalizada por el delito y, según afirmó Verdier en el late de Canal 13, quedaron libres.
El matrimonio ha contado en diversas oportunidad las fuertes consecuencias que el delito trajo a la familia -tienen un hijo de doce años-, pero esta vez el comunicador de origen uruguayo de 35 años reveló la gravedad de lo que él vivió:
Juan Pablo Verdier: “Me parece que no hay que hablar de decir ‘las fotos que se filtraron’ para que sea un tema que sea escuchado. Sino que hay que decir que nosotros gastamos más de 15 millones de pesos en medicamentos. Yo estuve 40 días internado en un hospital de salud mental y hoy hay gente muriéndose por problemas de salud mental porque no tienen acceso a nada de lo que yo tuve acceso gracias a mi familia, a mis amigos y las empresas para las que trabajaba que me apoyaron.
“Nadie en televisión, ningún programa, ningún medio de los que aprovecharon la situación que nos estaba ocurriendo para hablar basura… Yo les hubiese pegado a tanto gil de televisión. ¡Te lo juro! A tanto que se para: ‘hoy, imperdible, vamos a hablar de…’ Y tienen un coraje para hablar de la vida del resto y para llenarse la boca de argumentos y ‘estamos tratando de descifrar qué pasa’.
«¡Descifren lo que pasa con la salud, descifren que pasa con la gente que no tiene para comer, como vivir! En vez de estar hablando las idioteces que generan que al día siguiente se vendan diarios, y que esos diarios vendan programas, y que los programas vendan auspiciadores.
“Hoy estoy sano, me dieron el alta hace un mes. La frase que a mí me carcomía la vida era ‘no fui capaz de cuidar a mi familia’. Eso es lo que a mí me tuvo 40 días con personas con anorexia, con adicción a la cocaína, con intento de suicidios, con gritos a las 03 AM diciendo ‘mátenme, sáquenme de acá’, sin poder salir de ahí.
«Y yo me cruzaba en el casino de ese hospital con los mismos hijos de puta que hablaron mal de nosotros y que sin ningún coraje pasaban rapidito por al lado nuestro. Ninguno, ninguno de los que hablaban ahí, o los que hablaban en redes, se paró al frente mío a hablar, ni nunca lo van a hacer, porque son los mismos cagones de siempre.
“Me afectó, según el equipo psiquiátrico que me atendió, más que a las mujeres violadas que atendieron hacía un tiempo atrás. No sé por qué me afectó tanto. Será porque adoro a mi familia, porque no me gusta que dejen pasar este tipo de cosas.
«Y si hablamos de la salud mental, hablemos de la justicia también. Porque a la rata que hizo esto la encontraron y está en su casa tranquila. Y me tuvieron que ir a hacer leer las declaraciones de nosotros, y cuando dije ‘sí, es correcto, eso fue lo que nos pasó’. Y me dijero, b’bueno, pero como no hubo un daño físico ese hijo de puta va a quedar libre’.
“Entonces la gente funa en las redes sociales, así como yo veo que alguien funó al veterinario porque no le cuido el perro, yo tendría que ir a la casa de este hijo de puta y asesinarlo. Y no lo hice. Y soñé con esa pesadilla durante muchos años.
«Mi pesadilla era que yo mataba a ese weón y después me mataba yo. Entonces tuve que evitar todo eso, y tuve que comérmelo y dormir escondido durante tres años, y subir 40 kilos de peso y no poder hablar con nadie. Y ella (Karen Bejarano) tuvo los huevos más grandes que yo para quedarse al lado mío a apoyarme…”