Glamorama
Rayén Araya en un tomada de la pantalla de La Divina Comida, en CHV, en 2019.

Rayén Araya y su hija mayor en medio de la cuarentena: «Tomamos la decisión de sacarla del sistema escolar… Entendiendo que no íbamos a poder seguir el ritmo que hoy día se estaba llevando»

Autor: F. V. / 19 julio, 2020

Rayén Araya realizó una reflexión sobre el sistema de educación a distancia que están practicando los establecimientos educacionales desde que se iniciaron las cuarentenas.

La periodista contó su experiencia con la mayor de sus dos hijas, durante un contacto con el espacio que Nataly Chile transmite en vivo a través de su instagram.

Durante la conversación Araya se refirió a temas como su estada en Panamá, su vocación por el Periodismo o su visión sobre la televisión hoy.

En tanto, estas fueron parte de sus palabras sobre la educación de los niños en tiempos de encierro y ante un futuro regreso a una nueva normalidad:

“Es súper difícil el tema, porque pensar en un regreso implica muchas cosas, no solamente desde lo que físicamente esos lugares tienen que asumir para poder integrar a los niños, que claramente son condiciones que no son fáciles de abordar en nuestro país. Hay temas, sobre todo económicos, muy complejos.

“Pensar que las salas de clases están ideadas para tener más o menos entre 30 y 40 niños, y que de pronto haya que acortar la jornada escolar, como se ha hecho en otros países. Que vayan por turnos, un grupo va lunes, miércoles y viernes, y el otro va martes, jueves y sábado.

“Adecuaciones como esas van a ser un poco obligatorias si es que queremos asumir ese retorno. Y creo que todavía no está en los planes, porque implica un costo económico súper alto de implementar.

“Por otro lado, está la confianza de los papás de enviar a los niños a un espacio donde todavía no tenemos ninguna certeza de como va a estar funcionando. Tú imaginas a los niños de 5 años con la mascarilla y que se les caiga, que el otro la agarra… O sea, me puedo imaginar el desastre que llegaría a ser algo como eso y la complejidad.

“Pero mientras tanto eso llega, que espero que sea un futuro no muy lejano, había que sobrellevar esto. Yo hace un tiempo atrás, cuando esta cuestión empezó ya de manera decidida y con una mirada que iba a durar más tiempo, por ahí a principios de abril tomamos la decisión en casa de no hacer guías escolares.

“Entender que es una niña de segundo básico, hay cosas obviamente relevantes que aprender, pero eso implicaba para esta rutina familiar algo muy difícil de llevar. Era un minuto donde además teníamos mucho menos conocimiento de lo que estábamos viviendo. Y al poco andar, en las mismas decisiones de los colegios, la exigencia que uno veía.

«Por otro lado, la dificultad, sobre todo para los niños más pequeños, de conservar esa vinculación con el colegio a través de la pantalla y por una conexión de Zoom, que no les resulta tan natural para las clases, la atención dura poquitos minutos. Entonces era muy difícil.

“Al final tomamos la decisión de sacarla del sistema escolar. Fue una decisión súper pensada, entendiendo que no íbamos a poder seguir el ritmo que hoy día se estaba llevando.

“Y nos llevamos una gran sorpresa al intentar hacer una versión de homeschooling para eventualmente rendir exámenes libres. Todavía no sabemos como se van a desarrollar, se rinden en octubre, así que sepa Moya como va estar la situación para ese momento.

“Nos llevamos una súper buena sorpresa de que el material educativo que está en el sitio del Ministerio de Educación tuvo adecuaciones para alivianar la carga académica, sobre todo de los más chicos. Y era mucho más sencillo, había videos bien explicados, empezamos a hacer eso en casa y empezó a resultar.

“Resultó de una manera mucho más natural que esta cosa forzada de todos los días a cierta hora, una cantidad de tiempo y que la profe y las guías. Fue a otro ritmo y eso nos ha dado buen resultado.

“Pero igual es como un salto al vacío, porque no sabemos lo que eso pueda significar para el otro año.

“Yo creo que este año mucho se ha debatido, y en las casas también, sobre todo las mamás y los papás, que deben estar pensando este es un año perdido. O cuesta pensar que porque no está el sistema escolar en el formato tradicional no está perdido, sino que es un año de otros aprendizajes.

“Me ha tocado conversar mucho con gente del mundo de la educación y, de alguna manera, todas esas voces a lo que nos llevan es a pensar en la necesidad de una educación un poco más humanizada, donde el desarrollo también emocional de los niños sea el centro. Y por lo tanto, pensar que en estos días es más necesario pensar en la contención, en la calma, tal vez más juegos en casa que tanta instrucción educativa.

“Ojalá esta sea la oportunidad de generar cambios más profundos en el sistema escolar. Y por lo menos para mí está lejos de ser un año perdido”.