Catalina Guerra: «No me imagino mi vida sin mi mamá…»
Catalina Guerra se refirió, hace unos días, a su madre, la también actriz, y muy reconocida, Gloria Münchmeyer, de 82 años.
La intérprete se comunicó con Pijama Party, el espacio que Diana Bolocco y Martín Cárcamo emiten por Instagram y estas fueron parte de sus palabras:
“A uno la vida le va enseñando y la certeza que tengo es que soy tremendamente capaz. Me he sorprendido de cosas que he dicho ‘no voy a salir de esta’ y he salido. Sí me produce una profunda angustia pensar en la muerte de mi mamá. Eso para mí no sé si es algo que se resuelva antes de que ocurra, pero no me imagino mi vida sin mi mamá.
“Tengo una relación con ella ultra cercana, hablamos diez veces al día, ¿cómo estás?, ¿cómo te sentiste?, ¿cómo dormiste?. De eso hasta entrar en las profundidades. Es la persona que más me conoce, yo soy la persona que más la conoce. Somos muy compinches. Ella es un ser muy iluminado, absolutamente una mujer moderna. Una mujer que hasta el día de hoy a mí me resuelve desde las cosas más cotidianas hasta mis angustias y mis incertidumbres. Me despeja la vía.
“Entonces eso es un tema que yo no quiero enfrentar. No me siento… No sé. Pero lo que tiene que ver con respecto a mí yo sé que puedo, sé que voy a poder”
Diana Bolocco: “Yo me acuerdo, y tenemos poca diferencia de edad, que desde chica te veía en las teleseries, o sea, partiste muy joven. Yendo a tus inicios en esos años más difíciles, más machistas, ¿cómo lo hiciste tan chica para entrar y si alguna vez te enfrentaste a alguna situación de acoso o abuso?”
Catalina Guerra: “Una de las razones por las que me fui a estudiar a Buenos Aires, primero porque era salir de Chile y dejar de ser la hija de Gloria Münchmeyer y de Jorge Guerra, que entraba a una escuela a estudiar con mis tíos, con gallos que carreteaban en mi casa. Y era muy complicado porque si me iba bien en la escuela iba a ser ‘claro, porque es la hija de la Gloria Münchmeyer’; y si me iba mal era ‘oye, no le llega ni a los talones a la mamá’. Que es lo que le pasa a todos los hijos que deciden estudiar lo mismo que los papás.
“Entonces dije ‘tengo que salir de esta comodidad y probarme’. Y la única manera de probarme, porque la escuela es para que tú te equivoques, mientras más te equivoques más vas aprender, era un lugar donde no tenía ni futuro ni pasado, solo presente.
“Mi mamá me dijo ‘anda a estudiar a Buenos Aires’, estaba la Vanesa Miller allá, yo no conocía a nadie, nunca había salido de Chile, había ido a ver a mi papá a Ecuador. Era un cambio muy rotundo y durante esos años pude saber qué era lo que quería y que no era mala, y la experiencia de vida que me dio vivir sola.
“Volví siendo la misma hija de la Gloria Münchmeyer, pero al menos sabiendo yo que tenía que algo que dar. Y ahí no paré de trabajar nunca más, he hecho 32 teleseries, más los programas de humor.
“Ahora, como episodio de abuso, yo creo que me respetaban mucho porque era la hija de mi mamá. No era niñita cualquiera en el sentido de que no había papá ni mamá, no era niñita vulnerable, además súper chora. Entonces cualquier cosa todos los directores conocían perfectamente a mi mamá y ni cagando se iban a pasar de listos porque era mensaje directo a la Gloria.
“Eso fue una protección. Ahora, había montones de situaciones que hoy día no se toleran. Situaciones que estaban súper cotidianizadas, que el director te agarrara de la cintura y te llevara a caminar por ahí. Hoy eso sería acoso, pero en ese momento no”.