“Hay días en que para mí hacerle el amor a Fran es prepararle la cena…”, dice el chef Sergi Arola quien contrajo el Acuerdo de Unión Civil con la enfermera chilena Francisca Laree
«Hay días que para mí hacerle el amor a Fran es prepararle la cena», dice Sergi Arola sobre su mujer, Francisca Laree.
El chef español de 52 años dio una entrevista en el espacio que Diana Bolocco y Martín Cárcamo emiten por Instagram. Allí se refirió a su historia de amor con la enfermera chilena de 34 que trabaja en la UCI de una clínica.
Se conocieron en Chile previo al estallido social del 18 de octubre de 2019. Posteriormente la figura de MasterChef, El Discípulo del Chef y Oye al Chef viajó a España y estuvieron separados durante siete meses debido a la pandemia.
Se reencontraron en Santiago en septiembre y a fines de diciembre contrajeron el Acuerdo de Unión Civil.
Este fue el relato del hispano sobre el extenso período que estuvieron separados debido al covid:
“En el ámbito de la pareja estuvimos separados por un océano, una cordillera, el Amazonas, que tampoco está mal. Sin embargo, en ningún momento en todo este tiempo me sentí solo. Porque realmente entendía, aparte que estábamos permanentemente conectados por videollamadas, mensajes, yo trataba de mandarle todo mi apoyo desde España, ella a su vez trataba de que en ningún momento me sintiera solo.
“Y me di cuenta de que en una relación, cuando fluye en ambos sentidos no existe la distancia. Cuando no fluye es cuando necesitas la proximidad, porque sin proximidad no hay nada. Cuando fluye una relación se va compactando en el día a día, en esos pequeños momentos, en esas opiniones comunes, te das cuenta que la distancia no es un enemigo. Al contrario, te permite estar mucho más unido.
“Nosotros hemos valorado a posteriori lo que hubiera sido que yo pasara toda la pandemia aquí. Para el trabajo de Francisca hubiera sido un problemón, porque está metida en su pega, tiene no sé cuántos pacientes críticos y estoy yo, que intentas hacer lo que puedes pero no hubiera sido en ese primer momento tan bueno”
Diana Bolocco: “Pero separación física, por mucha cercanía espiritual y de corazón que exista, igual la lejanía física cuesta. Siete meses estuviste lejos, ¿cómo lo hiciste?”
Arola: “Es que en ningún momento me sentí lejos”
Bolocco: “Ya, pero igual a uno le falta el cariñito, los besitos”
Arola: “No, en ningún momento me ha faltado. Porque al final la convivencia son pequeños gestos, evidentemente está el cariño, los mimos, la caricia”
Bolocco: “Y las otras cosas”
Arola: “Pero afortunadamente ya tengo una edad donde las otras cosas qué quieres que te diga. Prefiero un poco de calidad que andar regando de un lado para otro”
Martín Cárcamo: “Pero convengamos que una vez cada siete meses tampoco alcanza”
Arola: “No, pero al final tú lo puedes conseguir, por ejemplo, con cocinarle. Hay días que para mí hacerle el amor a Fran es prepararle la cena. Ella se levanta a las seis de la mañana para ir a trabajar, yo me levanto con ella, desayunamos juntos, le preparo el desayuno mientras ella se arregla y ya luego se va a trabajar.
“Durante la pandemia, imagínate, habían cinco horas de diferencia entre España y Chile, fíjate lo que yo hacía: si ella se levantaba a las seis de la mañana, a las 12 desayunaba yo, me preparaba mi café, me sentaba adelante, me ponía la mesita, ella se ponía la mesita, y era como si estuviéramos desayunando cara a cara. A la hora de comer lo mismo.
“Cuando ya tienes otra edad, el poder hablar, desahogarte del trabajo, de cosas que ves por la tele, también forma parte de esa terapia de pareja. Entonces me he sorprendido con una concepción muchísimo más madura, centrada y mejor armada de una relación de pareja de la que había tenido posiblemente en muchos años”.
