“No era tan buena nuestra relación afuera del personaje… Pero esas duplas se transformen en esa cosa tan mágica para la gente que la ve”, recuerda Viviana Rodríguez sobre la pareja que formó con Pancho Melo en Iorana
«Andábamos todos en pelota en esa playa. Íbamos nosotros nomás», fue una de las historias que Viviana Rodríguez contó sobre Iorana, el clásico de las teleseries que TVN emitió en 1998.
La actriz de 56 años estuvo, hace semanas, en uno de los capítulos de Impacto en el Rostro, podcast de entrevistas a protagonistas, guionistas, directores y otros realizadores televisivos.
Rodríguez recordó episodios de su carrera y estas fueron sus palabras sobre la producción dramática dirigida por Vicente Sabatini y grabada en Rapa Nui:
“Te voy a contar un secreto de Isla de Pascua que a uno no le dicen, que desde la mitad de febrero, o desde marzo en adelante la Isla de Pascua es gris. Fría, fría, fría. El verano nos duró diciembre, enero, febrero, que fue maravilloso. Pasábamos el día entero guata al sol, minuto libre.
“Llegábamos y con Pablo Schwarz cuando nos bajábamos del avión arrendábamos un auto. Terminábamos de grabar y estábamos en Ovahe (playa de Rapa Nui), que ni siquiera es la grande o la típica. Íbamos, caminábamos y la cuestión. Me acuerdo porque andábamos todos en pelota en esa playa. Íbamos nosotros nomás y era maravilloso.
«Pero se acabó febrero y se acabó el sol en la Isla de Pascua. De repente aparecía el sol un día. Eso no me lo dijo nadie. Yo iba confiada a que iba a la eterna primavera. Entonces, obviamente al final odiaba la Isla de Pascua también (ríe).
“Qué personaje más lindo (‘Francisca Labbé Soublette’), porque era la niña que venía del continente y muy convencida de sus cosas. Quería desenterrar los moais, le importaba una raja, pero se enamoraba de este personaje (Francisco Melo interpretando a ‘Yorgo’) que era mágico, místico, una cuestión muy atractiva esa pareja hasta hoy.
“Es más, yo odié a Pancho Melo durante muchos años de mi vida por ponerme ‘Matakuri’, porque ese personaje no se llamaba Matakuri. Acordémonos. Es una cosa que inventó él. Y desde ahí en adelante, hasta ahora que apareció ‘María Luisa’ (en Verdades Ocultas) gracias a Dios, me llamé La Matakuri y fui recordada en este país como La Matakuri. No era un nombre muy bonito, digamosló, para qué vamos a decir una cosa por otra, no sonaba tan sexy.
“Pero sí, fui La Matakuri. Salía de Santiago y era La Matakuri. En la cuesta El Melón me llamaban Matakuri, de ahí en adelante.
“Curiosamente pasa que mis personajes prevalecen más que yo. Entonces yo me paso a llamar de esa manera de ahí en adelante y durante muchos años.
“Nosotros fuimos armando una dupla muy bonita, muy entretenida los dos (con Melo). Lo pasábamos muy bien haciendo el personaje. No era tan buena nuestra relación afuera del personaje, pero cuando esos personajes estaban era mágico lo que iba pasando también al trabajarlo.
“Entonces las subidas a los caballos era como si los dos hubiéramos sabido siempre subirnos así. Me agarraba de un ala y me subía al caballo como si pesara peso pluma y me decía que era natural y que todo el mundo lo podía hacer. Pero si lo trataba de hacer con otro, me caí del caballo más de una vez. Pero se iba produciendo eso.
“Cuando eso ocurre, cuando uno está actuando se ve para fuera y eso hace que esas duplas, esas relaciones amorosas se transformen en esa cosa tan mágica para la gente que la ve, porque nosotros lo vivíamos tan mágicamente cuando actuábamos.
“Y más allá de eso no había ningún tipo de atracción. En general dicen que ‘estas cosas cruzan las fronteras’. No era tal. No existía esa atracción. Nos llevábamos bien. Nos conocíamos desde la universidad con Pancho. A la hora de actuar, hablábamos un lenguaje parecido. Y por eso que esos personajes, juntos, engancharon como engancharon”.