Glamorama
Karen Doggenweiler y Marco Enríquez Ominami en una foto de 2017 del archivo de Agencia Uno.

«Volvimos a pololear… Nos gustamos, nos caímos bien», dice Karen Doogenweiler sobre el encierro junto a su marido

Autor: Equipo Glamorama / 21 febrero, 2021

«Nos gustamos, nos caímos bien, nos encantó estar juntos, fue un momento de reencuentro familiar súper bueno», afirma Karen Doggenweiler sobre el 2020 de pandemia y cuarentena junto a su marido Marco Enríquez-Omimani y su hija menor, Manuela.

La animadora se contactó, hace más de un mes, con Al Desayuno, espacio que Carolina de Moras emite en vivo por Instagram, y esto contó sobre su encierro en familia debido al covid:

«Esa es la única parte buena, puedo decir yo, que tuvo la pandemia, porque Marco trabaja harto afuera de Chile, en Argentina, en México, en París también terminando dos documentales y en la edición, entonces es súper difícil no estar ahí. Muchas de sus pegas son fuera de Chile y la parte buena de toda esta pandemia fue que se quedó en la casita y que pudimos reencontrarnos y estar juntos.

«Le pasó a mucha gente, salían temprano, volvían en la noche, se miraban y eran prácticamente un desconocido. Dos amigas se separaron».

Carolina de Moras: «Yo tengo varias amigas que se separaron, varias que no aguantaron»

Karen Doggenweiler: «Viste. Y de repente se quedan mirando y dicen ‘es como un desconocido, que lata’. Además todo esto de pensar ¿se va a alargar y qué va a pasar?. En ese sentido para mí fue bueno porque nos caímos bien (ríen)»

De Moras: «Se volvieron a juntar, volvieron a pololear»

Doggenweiler: «Sí, volvimos a pololear»

De Moras: «Es como ‘¿oye, te acuerdas que te gustaba esto?’”

Doggenweiler: «Sí. Nos gustamos, nos caímos bien, nos encantó estar juntos, fue un momento de reencuentro familiar súper bueno. La Fernanda (hija mayor de Doggenweiler) ya no vive en la casa, creció, se emancipó y todo. Y la Manu sí, tiene 16 y una siempre dice, ¿a qué edad les habrá golpeado más (la pandemia)?. Bueno, nos golpeó a todos.

«Mi mamá se contagió, ya es mayor y todo y ahora está bien, por suerte. Pero los más chiquititos entrando al colegio, al jardín con su mochila, dos días y para la casa. Los que iban saliendo de cuarto medio, primer año de universidad… Todas las edades son súper difíciles. La Manu tiene 16 y es complicado, uno dice ‘deberían estar en la plaza, no sé, dándose besos, felices’ (ríe). Y la verdad es que les ha tocado también súper complicado».