«Mi casa era un vendaval de gente que entraba y salía, nietos y nietas… Eso para mí fue lo más duro, lo que más me ha dolido», dice Delfina Guzmán tras un año de pandemia
«Sábado y domingo eran los días que uno estaba con todos los niños en la casa, tomando té, jugando, en fin. Eso se paró durante mucho tiempo», contó Delfina Guzmán.
La gran actriz chilena de 92 años, figura de películas, montajes teatrales y teleseries clásicas, se comunicó por Instagram con Jordi Castell, hace más de un mes.
Guzmán se refirió a la cuarentena, a cómo fue para ella actuar por primera vez por streaming, a su familia y cómo le ha afectado el año de pandemia. Estas fueron parte de sus palabras:
«Mira, yo te voy a decir, lo que a mí me ha afectado de esto de la pandemia, en términos de lo que tú me estás preguntando, en relación con mi gente, con el mundo… Mi casa, mijito, fue siempre… No me acuerdo muy bien si tú fuiste alguna vez a los departamentos que he tenido. Yo viví en Concepción, que eso daría para hablarte años, porque es la provincia chilena que es lo más lindo que tiene Chile, maravilla.
«La verdad, fijaté, a ver, cómo te lo explico… Se me van las ideas de repente… En mi barrio, yo vivo en el Colón, se terminó ahora… Sábado y domingo eran los días que uno estaba con todos los niños en la casa, tomando té, jugando, en fin. Eso se paró durante mucho tiempo. Mi casa siempre estaba llena de gente, llena. Un nieto que entraba a pedir un sándwich, una señorita que venía a cambiarse ropa porque el pololo la había encontrado fea, las cosas más increíbles.
«Mi casa era un vendaval de gente que entraba y salía, nietos y nietas. Tengo 13 nietas, acabo de ser tatarabuela. Mi casa es un lugar muy habitado, sin necesidad de tener que andar, estar saliendo a buscar la gente, llegaban. Eso para mí fue lo más duro, eso es lo que más me ha dolido, que más me ha costado».