“Cercano a lo patético…»: Chiqui Aguayo y sus primeros shows online tras la pandemia
«Lo hice en el living, puse como una gigantografía, para que no se viera la cortina, me puse una chaqueta y empecé, y era cri, cri…», cuenta Chiqui Aguayo sobre su primer show online tras la llegada de la pandemia.
Con las cuarentenas y los locales y teatros cerrados como medida sanitaria frente al coronavirus, muchos artistas comenzaron a realizar presentaciones a través de Zoom u otra plataforma web. La comediante fue una de ellas y sobre eso habló en una conversación con Cristián Sánchez por Instagram hace tres semanas:
Cristián Sánchez: “Hacer humor online, sin ningún tipo de risitas, de comentarios, de poder interactuar con alguien del público que siempre es un apoyo, debe ser terrible”
Chiqui Aguayo: “Cercano a lo patético. A todos nos ha pasado, con los que he podido conversar, que de a poco nos hemos ido acostumbrando a esto. Me acuerdo el primero que hice, fue un evento que menos mal era corto. Creo que eran 15 minutos. Lo hice en el living, puse como una gigantografía para que no se viera la cortina, me puse una chaqueta y empecé, y era cri, cri…
“Empecé a transpirar de vergüenza. Y nada. Apreté los dientes y dije ‘vamos para adelante’ y le puse y todo. Y cuando terminé, me saqué la chaqueta, que tenía mojada, y lo único que atiné fue escribirle a la persona que lo había comprado y decirle ‘no sé cómo lo hice. Por favor, díganme algo’.
«Y me dice ‘estuvo bien, bien’. No fue como ‘oye, Chiqui, te fue la raja’. Fue como ‘ya, sí, estuvo bien, aparte que la gente empatizó con todo’.
“De ahí fui generando algunas técnicas como decirle a la gente que te hablara por el chat, no con palabras sino con emoticones. Y les decía que si algo les da risa pongan aplausos. Uno va cachando. Después hice unas cosas por Zoom que decía ‘déjenme la cara de la gente, pero me los mutean, pero dejen ver si están enfermos de aburridos o están gozando’.
“Pero es raro, muy raro, rarísimo. Aunque he hecho eventos con empresas, pero me había negado a hacer mi show. Y dije ‘lo voy a hacer’. El Comedy cerrado, por supuesto. Estaba solamente Felipe, el dueño, y Matías, que nos ayuda con toda la transmisión, y sola.
“Me fui para allá sola (antes del regreso de la cuarentena total). Escenario vacío, el Comedy vacío, y ellos dos nomás. Rarísimo. Pero ahí había una pantalla gigante donde la gente podía estar. Estaba bien hecho porque la gente escribía, la gente me iba viendo e iban destacando cosas que podían servir para el show.
“Es gente que pagó una entrada para verte a ti poh, es puro cariño. Difícilmente van a decir ‘oye la weona fome’, que uno se encuentra en los chats de empresas, por ejemplo. Tú estas como ‘la, la, la’ y de repente ‘la weona fome’. Y uno… Y claro, a lo mejor hay diez riéndose y a uno no le gusta tanto, y uno “cra, cri, cru’, y uno como ‘ya, filo…’”