Glamorama
Cecilia Bolocco coronada Miss Universo en 1987, en una foto e imágenes de archivo tomadas de la pantalla.

Cecilia Bolocco: «¡¡¡Qué instante!!! Y hoy se cumplen 34 años de aquel día…»

Autor: C. F. R. / 26 mayo, 2021

«¡¡¡Qué instante!!! Y hoy se cumplen 34 años de aquel día que conseguí la corona del Miss Universo para todo Chile!», escribió Cecilia Bolocco en su Instagram este miércoles 26 de mayo.

Con esta frases y un set de imágenes de su coronación, la animadora y diseñadora de vestuario festejó el nuevo aniversario del día en que se convirtió en la única Miss Universo que ha tenido Chile.

En una hora el posteo de la ex reina de belleza de 56 años sumó cerca de 28 mil «me gusta» y cerca de 1.800 comentarios. Los mensajes son de cariño, felicitaciones, emojis y recuerdos. Entre ellos los de su hijo Máximo, su hermana Diana Bolocco y el marido de esta, Cristián Sánchez.

Diana Bolocco comenta: «Manso instante!!! Me emociona todavía ese momento! Y también me emociona pensar todo lo que pasó en tu vida y en la de nuestra familia a partir de entonces. Te quiero mucho».

Cristian Sánchez escribe: «Ese día mis papás estaban con invitados en el living… Y yo era el encargado de ir avisando cómo avanzabas hacia la corona!!!»

La actual conductora radial recién lanzó su última colección de moda para una multitienda. Se trata de su línea más completa, incluyendo joyas de bajo costo, accesorios, relojes, anteojos y su primer perfume (el cual vale derca de $ 30 mil).

En tanto, en los últimos años ha revelado anécdotas de ese martes 26 de mayo en que triunfó. En una entrevista en 2016 relató:

“Yo no llevaba vestuario, porque no tenía vestuario. Mis dos lápices labiales, que me compró esta niña que venía conmigo de la revista Paula, porque yo no usaba labial, se me derritieron en Singapur. Los únicos aros que yo llevaba, que me había pasado Rubén Campos para el vestido de noche, se rompieron en el viaje de Cartagena de Indias a Singapur.

“Yo me acuerdo que voy, tenía todo listo, me voy a maquillar, saco y veo todo derretido. ‘¡Ay, Dios mío! ¡Mira cómo está esto!’, digo. Y Miss Colombia, que estaba aquí al lado, y aquí estaba Miss Bolivia, ‘yo te presto el mío, el tuyo bótalo’. Entonces ella me lo pasó. Cuando saco la cajita de los aros, digo ‘¡mis aros!’. Entonces, Miss Bolivia me dice ‘no te preocupes, yo tengo’. Y me sacó unas cosas de este porte. Amorosa.

“Claro que me los puse. Con esos gané. Después se los devolví. ‘Se los voy a guardar como hueso santo’. Todo era así”.