Glamorama
Michelle Carvalho en una imagen tomada de un video que compartió en su Instagram @mrs_carvalho. Y una foto en la misma red en febrero de 2020.

«Me trataron de loca, de desquiciada, que soy una mala persona y no lo soy… Hasta pensé, por Dios, en quitarme mi propia vida»: el desahogo de Michelle Carvalho

Autor: Fran Varela / 6 julio, 2021

“Ni siquiera sé cómo contarles esto», partía diciendo Michelle Carvalho en un video que compartió en las historias de su Instagram, en el cual se mostraba llorando y hablando con tono de desesperación.

En su relato afirmó que una «familia chilena» le ha hecho «la vida imposible».

La modelo brasileña que reside y trabaja en el país habló en general sobre el daño que ha sentido en su contra, sin especificar quiénes y cómo se lo han proferido, ni el origen del problema.

Estas fueron sus palabras:

«Creo que ya llegó el tiempo, ya he aguantado mucho, son siete meses consecutivos. Yo no entiendo el placer que una familia tiene de querer hacer la vida de una mujer imposible. Saben que yo no tengo familia aquí en Chile, que estoy sola, soy independiente, tengo unos cuantos amigos acá, pero estoy sola, no tengo a mi familia.

“Y que una familia acá, chilena, que quieran destrozar físicamente, mentalmente, hacer tortura sicológica. Y nunca pensé en este nivel y en estas alturas de mi vida que tendría que hacer esto y exponerme de tal manera que lo encuentro humillante, vergonzoso tener que venir a exponer esto acá, pero porque ya no doy más.

“Acabo de salir de la sicóloga, contraté una de las mejores, con cientos de años, con magíster, alguien capacitado, para que me venga a decir ‘sí, tienes razón’. Más encima que te den la razón, que todo ese tiempo me trataron de loca, de desquiciada, que estaba mal, que soy una mala persona, y no lo soy. No lo soy y nunca fui.

“Y me quieren hacer creer que soy mala y no lo soy. Solo traté de ser honesta, de hablar y dialogar, pero con esa familia no se puede dialogar, a ellos les encanta la agresión física.

“Ayer llegué al borde del colapso, hasta pensé, por Dios, en quitarme mi propia vida, porque me hacían creer que yo era el problema. Entonces creía que si yo no estaba, yo ya no iba a ser más el problema. Los problemas iban a terminar porque supuestamente yo era el problema de la situación.

“Miren el nivel, y ahí dije ‘no, estoy mal, tengo que ir a una sicóloga para entender a esa gente’”.