«Yo fui muy regaloneada por los dueños de discoteque de Santiago. Tenía uno que me mandaba a buscar a mi casa…», recuerda la periodista Mariela Sotomayor sobre sus reporteos faranduleros
«En tres años conocí como 25 discoteques de Santiago”, contó Mariela Sotomayor en Zona de Estrellas.
La periodista y panelista del programa del canal cable Zona Latina se refiere a su trabajo de notera en SQP y Primer Plano, que se emitían en Chilevisión, durante la época peak de los programa de farándula, tiempo en el cual las discoteques era el centro de diversos personajes.
Esta fue parte de la conversación en zona de Estrellas:
Manu González: “Me hubiese encantado conocer cuando la calle Suecia era la de todos los pubs, el de Miguelo con el Negro Piñera. Creo que era lo más”
Mariela Sotomayor: «Yo fui a un Entre Negros y al Tutix. Ahí fui y alcancé a ir a Suecia cuando estaba en el último año. Hicimos una gira por varios lugares”
González: “¿Cómo era el Confeti? Tanto que se ha hablado de la leyenda del Confeti”
Vasco Moulian: “Era de los ’80. Se decía que era de los lugares donde estaban los militares, la onda de la CNI. Por eso Checho Hirane, la Paty Maldonado decían que iban para allá.
«Había todo un mito donde decían que se juntaba toda la gente de la derecha con poder. Y además que ahí estaban niñas donde uno podía pagar, esas cuestiones que inventan”
Sotomayor: “Yo una vez saqué la cuenta, reporteando del 2007 hasta como el 2011, que tuve guagua, en tres años conocí como 25 discoteques de Santiago”
Moulian: “¿De dónde eras, Marielita?”
Sotomayor: “De Chillán. Estudié en Concepción y me vine a Santiago”
Moulian: “¿Y dónde estudió en Concepción?”
Sotomayor: “En la Universidad San Sebastián. Yo reporteaba en discoteques. Yo iba, por ejemplo, iba a discoteque, y después de Kmasú teníamos que irnos a Las Urracas. De Las Urracas a Estación…»
Manu González: “A mí me habían dicho que, sobre todo la tía Mane, era muy famosa porque a los chiquillos…”
Moulian: “¿Quién es la tía Mane?”
Sotomayor: “La dueña de la discoteque Kmasú. Y te tengo que decir una cosa. Yo fui muy, muy, muy beneficiada, muy regaloneada por todos los dueños de discoteque de Santiago.
«Yo tenía un dueño de discoteque que me mandaba a buscar a mi casa. ‘No. Si va a ir un equipo a reportear’. Y me decía ‘¿pero tú quieres venir?’. ‘No, es que es muy tarde, no tengo cómo ir’. Y me mandaban a buscar”.
