«Me dice el conserje ‘le llegó un paquete…’ Era una caja de chocolates gigantes con un ramo de flores enorme de Martín Cárcamo pidiendo disculpas», recuerda Jenny Cavallo
«Los o las que han hecho o recibido un muy mal regalo», preguntó el conductor Jean Philippe Cretton frente a los invitados -todos rostros del humor y la comedia- del último capítulo de Podemos Hablar exhibido por Chilevisión.
Entonces Jenny Cavallo, una de las figuras presentes, recordó cuando, para la celebración de la Navidad del 2018 en el matinal Bienvenidos, Martín Cárcamo le regaló un sombrero de paja.
Este fue el relato de la ex panelista del matinal de Canal 13:
“Yo soy agradecida, porque yo disfruto del gesto más allá de lo que te regalen. No me descompongo si no me gusta algo, sino que pienso altiro a quién se lo a voy a dar. Bueno, yo estaba en Bienvenidos recién, llevaba muy poquito, era Navidad y ellos acostumbraban a hacer el amigo secreto.
“Y llegó el momento de los regalos, entonces estaban todos juntos ahí. Y de repente le toca a Martín regalar y lo toqué yo, que era la nueva. Me da un paquete envuelto grande. El medio paquete, yo no me lo esperaba. Todo el mundo expectante, porque era el regalo de él, y yo ‘qué suerte que me tocó Martín’.
“Abro el paquete y era un sombrero de paja chiquitito. Y yo ‘oh, para mi hija’. No me aproblemé, si en el fondo es simbólico. No tenía expectativas económicas porque fuera el conductor. Y yo ‘gracias Martín’.
“Y empiezo a cachar que todos estaban súper impactados, empezaron a molestarlo y se generó un revuelo enorme de cómo era tan cagado para regalar algo así. Y más encima él tenía una trayectoria de malos regalos. Históricamente siempre se pasteleaba con los regalos.
“Le empezaron a decir ‘es la nueva, imagínate la forma de recibirla’. Y yo me empecé a sentir mal por la reacción, pero me daba lo mismo el sombrero. Yo decía ‘si a mí me gustó, se lo doy a mi hija, no se preocupen’.
“Y esto empezó a agarrar vuelo del regalo malo y todos le empezaron a reclamar por los regalos malos que había dado antes. Y la gente empezó a reclamar por Twitter. Todos estaban furiosos. La gente enojada. Finalmente fue el chiste, pero se generó que la gente reclamara. Yo creo que todo se empezó a incomodar un poco, porque era mucho. Pero nos reímos harto.
«Tiempo después me dice el conserje ‘le llegó un paquete’, yo no había comprado nada. Lo voy a buscar y era una caja de chocolates gigantes con un ramo de flores enorme de él pidiendo disculpas. Que lindo igual. Yo le mandé un mensaje ‘¿por qué te preocupaste?’. Pero de alguna manera le caló hondo y sintió la necesidad de pedir disculpas”
