«Les dije ‘no se olviden de los anillos’. En plena misa veía que Manolo Neira palidecía…», recuerda el productor de eventos Tomás Cox
“Siempre me contaron que tú le pediste una cosa a Pamela Díaz para el matrimonio, una cosa, nada más, y se le olvidó”, le comentó Julio César Rodríguez a Tomás Cox en Pero Con Respeto.
El productor de eventos fue la figura de un capítulo del late emitido por Chilevisión hace una semana, donde relató historias de sus producciones.
Sobre el matrimonio por la Iglesia de Pamela Díaz y Manuel Neira, en diciembre de 2006, contó lo siguiente:
Tomás Cox: “Le pedí a los chiquillos, con respeto, a Manolito y la Pamela, que fue muy encantadora en la pre producción, que fue muy breve. Ella decidió y me llamó con poca antelación. Les dije ‘no se olviden de los anillos’.
“A mí me gusta controlarlo todo y en todo. ‘Muchachos, por favor, los anillos’. Llegó el momento. Iglesia Santa Gemita. Las cámaras de televisión en vivo. Y hay una anécdota increíble.
«Saliendo del hotel, donde ella estaba preparándose, recibí un llamado a mi celular de siempre, que me dio aprehensión adicional a todas las aprehensiones que tengo siempre.
“Yo cambié la ruta hacia la Santa Gemita, porque la ruta inicial era Diego de Almagro. Y ‘Juan Segura’ vivió muchos años. La hice bajar por Bilbao porque recibí un llamado que no me gustó, y hay que atinar”
Rodríguez: “¿Pero un llamado de policía?”
Cox: “No, no… Un gallo que no quería nada conmigo, o con la Pamela o con Manolo Neira. Vaya uno a saber. Entonces, a tres minutos, cuando venía el auto, le dije al chofer ‘cambie’. ‘¿Por dónde?’. ‘Por Bilbao’. En este mundo de la producción uno es el que manda y el resto obedece. Nada más. Hay que tomar decisiones»
Rodríguez: “¿Cómo te diste cuenta de que lo que les pediste no llega?”
Cox: “Porque, en plena misa, solemne, veía que Manolo Neira palidecía. Cuando se acercaba el momento, disimuladamente, entre cámaras, yo iba por las naves, hacia atrás de la iglesia, mirando las manos de las parejas que ahí estaban, buscando manos parecidas en tamaño a las de la Pamela”
Rodríguez: “Ah, tú habías cachado que se le habían quedado”
Cox: “Me dijo una niñita chiquitita ‘tío, se nos quedaron los anillos’. Una producción feroz sin anillos. Salvaje. En vivo. Entonces, no hay margen de error. Si me tengo que cortar un dedo, lo hago.
“Y una pareja, que me encontré con ellos años después, en un baño, estábamos haciendo pipí, y me dicen ‘Tomás, ¿sabes qué? Yo fui el gallo que te pasó el anillo’. Le di un abrazo y le dije ‘compadre…’ Me salvó la vida.
“Y bueno, la niñita llegó y les pasó los anillos 22 segundos antes del momento clave. Anillos de invitados al matrimonio”.